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Paseo De La Reforma


Enviado por   •  10 de Mayo de 2015  •  2.579 Palabras (11 Páginas)  •  268 Visitas

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I- Amaya y Ashby.

El título de la novela, "Paseo" en cuanto espacio físico a recorrer; y como "pasaje", es decir, comunicación entre el mundo de los "ricos", lo que resulta una ironía ya que los héroes representados en este lugar son justamente aquellos que lucharon por los derechos de estos últimos. El "pasaje", a su vez, implica en algunos casos, como en éste, el encuentro con la otredad, sujetos y situaciones nuevas, lo que produce transformaciones en los personajes que encarnan el pasaje. En este último sentido, cobra un nuevo significado: "Reforma" en tanto que transformación, cambio.

1. El dolor

A lo largo del libro, el dolor se expresa en los personajes de diversas maneras y en diferentes momentos.

La novela comienza con el dolor físico, corporal de Ashby, el que motiva la transformación de este personaje, (en correlación con la reforma que sugiere el título). Es aquí donde comienza el pasaje del que se mencionó anteriormente, cuyo lugar inicial es un Hospital Público. A partir de su dolor, Ashby entra en contacto con un mundo desconocido para él, en el mundo de los desamparados, de los indigentes, que paradójicamente, lo enriquece. Ashby se convierte entonces, en el narrador-protagonista de una historia que él hace suya, a la vez que se descubre partícipe de una realidad que no es la que desea, la del "niño rico" sin afectos. Este dolor se sublima, la falta física deviene abundancia espiritual, el mundo de los afectos de "El Gansito", la "Carimonstrua", "don Lolo", la "Genoveva", lo deslumbran:

"Ashby quedó deslumbrado ante la visión de aquella pareja. El amor surgía de la más sórdida caverna y lograba embellecer el pabellón entero [...] "Paulatinamente comenzó a sentir a sus compañeros del dormitorio como familiares. Comían lo mismo, los curaban igual, reían al unísono. En la noche, su respiración se confundía, también sus ronquidos y de repente hasta sus sueños se cruzaban en medio de aquel murmullo inarticulado. Ashby, desde niño, acostumbrado a tocar a las puertas de sus padres, que afirmaban que la familiaridad es de mal gusto, no salía de su asombro ante el amor de estas familias, su calor de cachorros que se husmean y lamen mutuamente sus heridas, recargados unos contra otros, buscándose" (pp. 16-17)

Del dolor físico, Ashby pasa a otra clase de dolor: el dolor por la injusticia social, mundo que conoce en un primer momento a través de sus compañeros de hospital y luego en contacto con Amaya. Es decir, de un dolor privado e individual pasa a un dolor social, dolor por el otro.

"Al heredero Egbert le dio un vuelco el corazón. ¿Cómo era posible que no los hubiese visto antes si toda su infancia y su adolescencia habían transcurrido en México? Lo difícil era no discurrir acerca del sufrimiento.

-Mamá, el sufrimiento es universal.

-Sí, pero no hables de ello. Aquí eso no se usa.

-Pero si todo el mundo ha sufrido.

-Sí, pero no lo dice.

-El dolor no es único, es de todos mamá.

-Todos quieren olvidarlo, Ashby, no insistas. Conserva tu buen gusto hijo." (p. 29)

El sufrimiento de Amaya está disfrazado. Se presenta, en un primer momento, movido por la injusticia social, la cual la pone en acción para la lucha. Amaya parece ser una mujer combativa, dispuesta a todo por la causa, una procedencia popular, en favor de los desprotegidos. A medida que el relato avanza, y que se establece el vínculo pasional con Ashby, este dolor se transforma, cambia de estatuto.

"Por un lado, la valentía de Amaya deslumbraba, tenía visos de heroína, habría podido enfrentarse con su sola lanza a un ejército de tanques pero por el otro perdía totalmente el control." (p. 144)

Ante la suposición de que Ashby ha muerto en un accidente aéreo, hecho que no sucede, Amaya comienza un camino introspectivo. Su dolor se va haciendo dolor visceral, íntimo, privado. Es aquí donde descubrimos una Amaya desnuda, débil. Amaya muere y su muerte es una forma de calmar el dolor y el miedo a la muerte. En este sentido creemos que hay un recorrido inverso al de Ashby. Éste la cree viva y no la llora estando muerta, encarnando la figura del "ciego". Ella llora la muerte de Ashby desde el plano de lo imaginario.

Además el camino de ambos es inverso en otro sentido; el de Ashby va de lo íntimo a lo social y el de Amaya se da de lo público a lo privado. En lo paradojal se inscribe su muerte. Ella muere en un levantamiento, pero ya ha muerto antes en vida.

En este sentido el vínculo entre Amaya y Ashby se fundamenta en el dolor, como afirma Heller, el dolor "es un sentimiento comunicativo". No es casual que ante la posibilidad de perderlo, Amaya se muestre desesperada;todo el desapego inicial, toda la aparente indiferencia de Amaya por Ashby se desmoronan -junto con ella-. Como resultado de esta relación, la reforma, en tanto transformación, sólo se da en Ashby. Su dolor lo transforma en otro, que busca un nuevo espacio y otra mujer pero sólo se trata de un simulacro; al nuevo mundo, en el cual busca la redención, entra por medio de la mentira, la invención de su propia vida (a través del relato creado por él) ya había servido a Ashby, tal como lo señala la narradora, de "bálsamo" para el dolor físico de sus compañeros de hospital.

"-Cuando estuve hospitalizado en el Obrero nunca les dije quién era. No podía. Les conté que era un mozo de caballeriza, mi propio mozo. Me encantó inventarme.

-A lo mejor es lo más creativo que ha hecho usted en su vida, Ashby -le dijo Amaya con una voz dulcísima." (p.124) Muerta Amaya, Ashby encarna la historia creada por él. Esta es su única posibilidad de salvación.

2. La pasión amorosa: el doble juego poder/no poder; ser/parecer.

En lo que refiere al poder, Amaya es el sujeto que lo posee, por lo cual en términos figurados Ashby es el objeto. Aparentemente Ashby sólo puede responder a los deseos de Amaya quien se convierte en la receptora de todas sus acciones. Sin embargo, Amaya depende totalmente de Ashby. Éste comienza a descubrir a una Amaya débil y frágil, que para actuar lo necesita.

"Una noche en que Amaya, después de hacer el amor, aceptó quedarse en el departamento, durmieron abrazados hasta que Ashby al despertar, sintió su pecho mojado. Amaya lloraba sin ruido. Ashby se asombró. No estaba preparado para verla desmoronarse. Sin saber qué decirle, sólo la apretó y le acarició la frente. Por primera vez sintió temor por él, por ella, por su desasimiento. Frente a él se abría otra faceta de aquella mujer interminable: Amaya como una niña extraviada." (145)

Así la posesión

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