Popol Vuh
Enviado por davagode • 18 de Septiembre de 2011 • 3.810 Palabras (16 Páginas) • 916 Visitas
INTRODUCCIÓN
Este libro es una recopilación de varias leyendas provenientes de los diversos grupos étnicos que habitaron la tierra Quiché, es decir el sur de nuestro país y parte de centro América; que más que un sentido histórico tiene un valor e importancia hablando de lo religioso.
Es una narración que trata de explicar o contar de alguna manera su origen y los diversos fenómenos que ocurren en la naturaleza.
A la llegada de los españoles todos estos libros fueron quemados o destruidos ya que sólo querían imponer su religión y no respetaban la cultura y tradiciones de estas étnias. Aún así muchos de estos libros tienen demasiada importancia en sus culturas, tradiciones y formas de vida. Además relata que según el Popol Vuh, el mundo era nada hasta que los dioses, el Gran Padre (creador) y la Gran Madre (hacedora de formas) decidieron generar la vida. La intención de ambos era ser adorados por sus propias creaciones. Primero crearon la Tierra, después los animales y, finalmente, los hombres. Éstos fueron inicialmente hechos de barro, pero como el intento fracasó, el Gran Padre decidió extraerlos de la madera. No obstante, los nuevos hombres eran altivos, vanidosos y frívolos, por lo que el Gran Padre los aniquiló por medio de un diluvio. Pese a este suceso los dioses no desistieron y en una última tentativa crearon a los hombres a partir de granos de maíz molidos y de los cuerpos de aquellos a cuatro mujeres. Una vez constituidas otras tantas familias, los dioses, temerosos de que a sus criaturas pudiera tentarlas la idea de suplantarlos en sabiduría, disminuyeron la vista e inteligencia de los ocho. El Popol Vuh también relata las hazañas de dos hermanos gemelos, Hunahpú e Ixbalanqué, vencedores de las fuerzas malignas e hijos de una de aquellas mujeres que, pese a su virginidad, los concibió de manera milagrosa.
Desarrollo
Capítulo I.
LOS ABUELOS
Los dioses Tepeu, Gucumatz y Hurakan conversaron entre sí y decidieron crear a alguien que habitara la tierra así que crearon la luz, la tierra que regada por el agua haría florecer árboles los cuales darían frutas y semillas, también crearon el aire, resuelto el problema de donde vivir crearon a los animales, pero al ver que estos permanecían inmóviles le dijeron para todo lo que servían y todo lo que harían durante su vida y así estos se comenzaron a mover. Los dioses se reunieron al ver tanta armonía y decidieron darle un sonido a cada animal así que les ordenaron que cada uno dijera su nombre como los animales no hablaban el mismo idioma los dioses les castigaron condenándolos a no vivir en armonía una especie y otra, entonces los dioses crearon unos nuevos seres los que poblarían la tierra éstos eran de barro por lo cual se desbarataban fácilmente y con el sol se endurecían pero ellos podían hablar auque no tenían entendimiento, los dioses les dieron vida mientras creaban otro ser mejor. Posteriormente crearon a unos nuevos, estos eran de madera caminaban, hablaban y sus palabras tenían sentido, pero no tenían corazón por lo que no reconocían que los dioses los habían creado y por este motivo nunca les rindieron tributo por lo cual los dioses los condenaron a morir cayó sobre ellos una lluvia de cenizas, más tarde toda la tierra seca fue cubierta por agua. Después de esto los dioses hicieron un nuevo hombre de “Tzite”, es decir que fueron hechos con la madera de este árbol, pero también decepcionó a los dioses por lo que mandaron al pájaro “Xecoctouah” quien les sacó los ojos, luego vino Cotzbalam el jaguar
quien hurgó sus cuerpos rasgó sus venas y masticó sus huesos, los sobrevivientes espantados por las acusaciones que los animales les hicieron huyeron, unos murieron ahogados, otros aplastados o despedazándose entre sí, los que quedaron se convirtieron en monos por eso son los animales que más se parecen a nosotros. Se Volvieron a juntar los dioses pero esta vez crearon seres de carne y hueso, los bendicieron al amanecer, estos hombres eran capaces de caminar, hablar, pensar, sentir y eran muy sabios sus nombres fueron: BALAM QUITZE, BALAM ACAB, MAHUCUTAH e IQUI BALAM.
Cuando los dioses los miraron llamaron a Balam Quitze para que les dijera en nombre de sus hermanos cómo se sentían, miraban, caminaba, si entendían todo lo que decían y si su lenguaje era el mismo para todos, entonces él habló en nombre de sus hermanos agradeciéndoles todo lo que les habían dado y les dio a entender que eran muy sabios y que comprendían más de lo que los dioses pensaban, los dioses se desconcertaron y no vieron con agrado tanta sabiduría por eso decidieron prevenir que su descendencia pudiera saber más incluso lo mismo que los dioses así que la limitaron, para que no estuvieran solos los hombres crearon a la mujer la cual pusieron al lado del hombre mientras dormía, los hombres las descubrieron con alegría y agrado una vez que las mujeres concibieron hijos y emprendieron un viaje hacia una tierra prometida por Tojil pasaron por muchas calamidades, pero la peor fue la del frío ya que estaban apunto de morir, Tojil le dio el fuego a la tribu de Balam Quitze, las demás tribus también lo pidieron, así que les pidieron que le comunicaran al señor Tojil y su dios los mando que preguntaran que les dijera lo que darían a cambio, ellos les ofrecieron piedras preciosas las cuales despreciaron en ese momento, Tojil les dijo que les pidieran sus vidas a cambio ellos aceptaron y les fue devuelto el fuego sin que tuvieran que sacrificar a nadie.
Después encontraron a otra tribu la cual les roba el fuego, ellos adoraban al dios Chamalkan pero tenían ciertas virtudes como sacrificar a los esclavos, hacer ayuno y contemplar el amanecer, por lo cual pudieron escuchar a Tojil quien les dijo que los perdonaría si se sangraban las orejas y los codos siempre con alegría y gozo, ellos aceptaron. Siguieron caminando y pasaron por muchas dificultades, llegaron hasta una tierra donde la tierra estaba tan seca que ya se había agrietado y el agua que encintraban era inmunda, así que los abuelos consultaron a Tojil él les ordenó que siguieran caminando hasta que llegaron a la tierra de Chi Pixab donde se refugiaron durante un tiempo de las bestias.
Pronto llegaron a la ladera de una montaña la cual llamaron Hacauitz (la estrella de la mañana) les sirvió de señal para saber que esa era la tierra prometida. Ahí los dioses le dieron indicaciones de lo que debían de hacer, como ser buenos, que tenían que ofrecer su propia sangre sin tener que morir y que les ofrendaran a cambio a los críos de los pájaros.
Vivieron ahí junto con los animales y establecieron sus aldeas, los abuelos vivían en cuevas mirando hacia donde se oculta el sol para salir durante la noche a aullar como fieras salvajes, al principio ofrecían su sangre en sacrificio
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