Popol Vuh

PRIMERA PARTE

La narración empieza explicando cómo era el mundo en un inicio, no había nada más que oscuridad. Se encontraban los primeros dioses que eran Huracán, Tepeu y Gucumatz quienes empezaron a crear el mundo poco a poco. Lo primero que se creo fue la voz y las palabras, después llegó la luz, continuaron con la tierra, montañas, valle, aguas y al final decidieron crear a un ser que los alabara. Su primera creación fueron los animales pero eran inservibles así que fueron castigados. Crearon el primer hombre que fue de barro, pero fue un total fracaso ya que no se reproducían, no eran inteligentes y no los alababan por lo que deciden destruirlos. Para poder llevar a cabo su creación deseada, consultan a los Abuelos del Alba quienes les aconsejan que los hagan de maíz y tzité. El siguiente hombre fue de madera, era mejor que el anterior pero seguía sin reproducirse y sin adorarlos. Para destruirlos los prenden en fuego y los ahogan con un diluvio.

Lo siguiente que cuenta es la historia Hunahpú e Ixbalanqué, dos jóvenes que destruyeron a Vucub Caquix y a sus dos hijos Zipacná (creador de montañas) y Cabracán (quien movía las montañas). Vucub Caquix era muy soberbio, superficial y le gustaba mucho el fruto del árbol de nance, un día subió para comer un poco como de costumbre y Hunahpú e Ixbalanqué le dispararon con una cerbatana atinándole en la quijada lastimándolo. Él en venganza le arrancó el brazo a Hunahpú y se lo llevó. Los dos jóvenes fueron a pedir ayuda a los abuelos del alba para que los acompañaran con Vucub Caquix así él no sospechara nada y pudieran recuperar el brazo. Llegan y los abuelos le ofrecen curarlo, él acepta y lo despojan de todas sus pertenencias más valiosas que son sus órganos y así muere y recuperan el brazo de Hunahpú.

Al siguiente que mataron fue a Zipacná. Él se encontraba tranquilo cuando pasaron unos 400 hombres con un palo, él decide ayudarlos y los hombres se sintieron amenazados por Zipacná por lo que deciden tenderle una trampa haciéndolo que cavara un hoyo muy profundo para asesinarlo. Zipacná se da cuenta de esto y hace un espacio alterno para ponerse ahí y no morir. Los hombres llevan a cabo su trampa y pensaron que lo habían matado. Pasaron tres días y Zipacná sale del hoyo, deja caer la casa matando así a los 400 hombres. A Hunahpú e Ixbalanqué les molestó mucho esto por lo que deciden darle muerte a él también. Un día se lo encontraron y le platicaron que había un cangrejo en el fondo del barranco, cuando fue se derrumbó el cerro y ahí murió.

Por último, mataron a Cabracán. Él era muy presumido. Esto no le parecía a Hunahpú e Ixbalanqué por lo que con engaños lo llevaron a que derribara una montaña. En el camino iban derribando pájaros, le dieron a comer uno pues el olor era delicioso. Aquel pájaro que comió Cabracán lo llevó a la ruina y se empezó a debilitar lentamente hasta ya no poder más y enseguida Hunahpú e Ixbalanqué lo enterraron y así fue como mataron a Cabracán.

PARTE 2

Estaban Hun-Hunahpú y Vucub-Hunahpú jugando cuando

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