Posmodernidad, después de la modernidad

La posmodernidad

Posmodernidad, después de la modernidad.

Para un mejor entendimiento quiero hacer un repaso por la historia, empezando por el siglo XVI cuando Copérnico propuso el modelo heliocéntrico, sus cálculos demostraron que la tierra no era el centro del universo sino un planeta que gira entorno al sol, esto saco al hombre del centro del cosmos, contradiciendo al modelo aristotélico que la iglesia había defendido desde su origen, fue la primera piedra de una revolución científica que cambio los paradigmas de la cultura occidental para siempre, después llegaron Descartes, Newton, y otras mentes brillantes que sedimentaron la ciencia moderna. Su idea consistía en que la naturaleza podría explicarse atreves de la lógica , que la física seguía unas leyes matemáticas y por extensión el universo entero era una gigantesca maquina de relojería que la razón podría desvelar, el método científico deductivo nos ha servido desde entonces para progresar como especie. Si la lógica y la razón nos habían llevado tan lejos era evidente que debía aplicarse también a la ética y a la política, nuestra capacidad de reflexionar no solo nos hace capaces de entender la física, sino también nuestra sociedad, nuestra historia y a nosotros mismos.

La razón nos lleva por el camino de la libertad, aquí nace el momento de la ilustración, preocupado por dotar al pueblo de educación y sentido critico. Su primera gran victoria fue la revolución francesa que paradójicamente acabaría derivando en un totalitarismo. En su manifiesto: ¿Qué es la ilustración?, el filosofo Immanuel Kant dice:

“La ilustración es la liberación del hombre de su culpable incapacidad. La incapacidad significa la imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro. Esta incapacidad es culpable porque su causa no reside en la falta de inteligencia sino de decisión y valor para servirse por si mismo de ella sin la tutela de otro. ¡Ten el valor de servirte de tu propia razón!: he aquí el lema de la ilustración.”

• Immanuel Kant, ¿Qué es la ilustración? 1784

Todas estas convulsiones históricas llevaron a diversos filósofos a tratar de explicar la historia desde la óptica científica, intentando deducir el devenir histórico a partir de la observación, el mas importante de ellos Karl Marx, que propuso que la historia se movía por la dialéctica de una lucha de clases.

Utopía viene del griego no lugar y describe un sitio que no existe, cuando los intelectuales nos dicen que la utopía no existe no podemos quitarles la razón a menos no etimológicamente. La utopía es un horizonte y todos los grandes relatos del progreso aspiran a alcanzarlo. La teoría marxista es una de las principales narrativas de progreso, para Marx la historia evolucionaba durante un proceso dialectico que el identifico con la lucha de clases, de manera sencilla para él, el motor de la historia era la rebelión de los oprimidos contra los opresores, de los que controla los medios de producción contra los sometidos por ellos. En el siglo XIX Marx identifico como oprimida la clase obrera y como opresora el sistema capitalista.

La teoría comunista proponía la colectivización de los medios de producción en manos del pueblo y la paulatina desaparición del estado, las naciones y la guerra. Un mundo sin clases es un mundo sin luchas y este era el objetivo final el fin de la historia, el cese de esta dialéctica sangrante de opresores y oprimidos.

Pero el Marxismo no es la única narrativa utópica, podemos encontrar el fin de la historia en muchas otras narraciones ideológicas, una de ellas es el relato religioso pre moderno que encuentra el fin de la historia en el apocalipsis, las tres grandes religiones de occidente creen en la llegada de este momento, en el cual la violencia del mundo terminara en una paz perpetua. Otra es la fantasía del capitalismo radical que también apuesta por el fin del estado pero cree que los medios de producción y la propiedad deben depender únicamente de las leyes de mercado puesto que la libertad y creatividad del ser humano no se desarrollan favorablemente en la libre competencia o eso argumenta Ayn Rand y sus neoliberales. Pero incluso la ilustración es un relato utópico, la idea de que la razón y la ciencia son métodos de emancipación infalibles que llevaran a la humanidad a su estado de máxima evolución.

Estos son los grandes relatos de la modernidad, pero como todos sabemos este gran proceso de emancipación racional se encontró con un contratiempo, el siglo XX y sus dos guerras mundiales. El surgimiento del fascismo creo una nueva narrativa: la promesa de un futuro de prosperidad y justicia mediante el liderazgo de una elite política y social, el golpe de ironía es que Hitler alcanzara el poder en Alemania, la tierra de la filosofía moderna donde nacieron Marx, Nietzsche y Kant. El resultado un genocidio masivo y una guerra sin precedentes que hirió de muerte la imagen que tenia la humanidad de si misma. Este era el reverso tenebroso de la razón, el monstruo que duerme en lo mas profundo de nuestra naturaleza. El proceso científico había sido otra herramienta de exterminio haciendo uso de complicadas maquinas de computación IBM para crear un censo de judíos que con precisión era encerrados y exterminados en campos de concentración, en los frentes los soldados morían a millares y los que regresaban con vida acababan quebrados, sus mentes devastadas por los horrores de la batalla. La gran maquina de guerra culmino exterminado las poblaciones de Hiroshima y Nagasaki.

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