Principios éticos universales del Derecho Ambiental

Principios éticos universales del Derecho Ambiental como consecuencia de la crisis socio-ecológica

Por: Isabella A. Palacios Reyes*^[1]

Primero fue necesario civilizar al hombre en su relación con el hombre. Ahora es necesario civilizar al hombre en su relación con la naturaleza y los animales.

 – Víctor Hugo

Resumen: El presente artículo es un breve análisis de las problemáticas surgidas a partir de la creación de la ética medio ambiental y una crítica a los principios propuestos para resolver la crisis socio-ecológica actual.

Palabras clave: ética medio ambiental, planetario, generaciones futuras, justicia ecológica, global, intergeneracional e interespecífica.

Abstrac: This article is a brief analysis about the problems arising from the creation of environmental ethics and a critique in regar of the proposed principles to solve the current socio-ecological crisis.

Key words: environmental ethics, planetary, future generations, ecological, global, intergenerational and interspecific justice.

La ética medioambiental es básicamente una ética aplicada. Específicamente es el estudio ético el de las interacciones humanas con el impacto humano sobre el mundo y el sistema natural.

Esta rama de la ética nació a raíz de las investigaciones del biólogo Aldo Leopold, A finales de los años 40; con el propósito de hablar sobre el respeto y  cuidado del medio ambiente con una visión que fuera más allá de los intereses humanos.

A partir de la creación de esta rama de la ética, nacieron distintas problemáticas acerca de lo que trata la materia y cómo deben abordarse estas problemáticas, varios autores han manejado estas problemáticas sin poder concretarlas. Sin embargo Lecaros Urzúa nos engloban los principales debates filosóficos.

El primero que maneja eso acerca del diagnóstico sobre las causas de la crisis social con lógica nivel planetario, en términos históricos, sociales, culturales, políticos, jurídicos y económicos. Éste debate se refiere básicamente a que no hay una coerción planetaria en cuanto al ambiente, es decir, si bien es cierto que cada país tiene ecosistemas distintos, biosferas distintas, las responsabilidades, de algún modo, no son iguales entre Estados.

Sin embargo, resulta necesario resaltar que todos nosotros como habitantes de este planeta y tenemos un alto grado de responsabilidad sobre el cuidado de nuestro de él.

En el mundo hay demasiados países y el territorios que comprende a cada uno es muy distinto, por lo que si bien es cierto, no hay la misma responsabilidad de una preservación ecológica entre la fauna y flora de Bélgica en comparación con la de México, sí es cierto que debe existir una unificación donde si un Estado por cuestiones económicas, sociales, culturales, etc. no tiene la capacidad para la preservación y cuidado del ambiente de su propio territorio los otros Estados, de algún modo, también están obligados a apoyar dicha preservación, no por otra cosa sino porque compartimos todos el mismo planeta y la desaparición de una especie en cualquier parte del mundo afecta gravemente a una persona exactamente al otro lado del planeta.

El segundo debate radica en la consideración de los intereses morales de los seres humanos futuros o generaciones futuras. Esto es que a la larga de los años nos hemos podido dar cuenta que las políticas públicas, medidas de seguridad y decisiones gubernamentales, así como sociales que ha tomado cada generación, tienen una grave consecuencia con lo que a otras generaciones respecta, y estas otras generaciones son las futuras somos los hijos, los nietos y bisnietos, los que aún somos muy jóvenes y los que aún no han nacido.

Pero porqué, muy sencillo a la larga de la explotación global que se ha vivido, el único resultado es que tenemos una población mayor que no puede sostenerse, ya que no tenemos lo necesario para mantener a todas estas nuevas generaciones y en especial su volumen, pues debido a la mala explotación llevada cabo por nuestros antecesores la materia prima cada vez es más escasa, cada vez nos damos menos abasto.

Lo peor del caso es que no es sólo en comida, sino también en agua, en vestido, en techo. Como bien sabemos una grave consecuencia de la sobre explotación de la tierra es el cambio climático, que tiene como resultado temperaturas totalmente atípicas de cada región.

Y por último, el tercer debate que maneja es la teoría del valor sobre el cual se sustentan las obligaciones ético ecológicas, divididas en valores excéntricos a la naturaleza y basados en intereses humanos. Esto se refiere básicamente en la manera de ponderar los factores para tomar decisiones respecto de la preservación de la vida humana así como de las otras especies que coexisten en este planeta.

Pero qué está pasando, exactamente cuál es el problema. La situación radica en que dentro de estos debates filosóficos, se vislumbra un claro antropocentrismo en las vertientes de esta rama de la ética.

Si bien es cierto que no podemos ser radicales y tomar decisiones basadas enteramente lo benéfico para el hombre o para lo biológico en general, debemos encontrar un equilibrio.

Es esta la razón por la cual, Juan Alberto Lecaros propone cuatro principios básicos para la ética ambiental universal; los cuales ha jerarquizado de la siguiente manera:

1.        El principio de responsabilidad como cuidado del ser vulnerable.

2.        Principio de justicia ecológica, por medio de la justicia global intergeneracional e interespecífica.

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