Psicologia
Enviado por luchin00 • 26 de Febrero de 2013 • 3.741 Palabras (15 Páginas) • 279 Visitas
Martín Lutero
(10 de noviembre de 1483 – 18 de febrero de 1546), nacido enAlemaniacomo Martin Luder después cambiado a Martin Luther, como es conocido en alemán, fue un teólogo y fraile católico agustino que comenzó e impulsó la reforma religiosa en Alemania, y en cuyas enseñanzas se inspiró la Reforma Protestante y la doctrina teológica y cultural denominada luteranismo.
Lutero se caracterizó por exhortar a que la Iglesia cristiana regresara a las enseñanzas originales de la Biblia, impulsando con ello una restructuración de las iglesias cristianas en Europa. La reacción de la Iglesia Católica Romana ante la reforma protestante, fue la Contrarreforma. Sus contribuciones a la civilización occidental se llegan a considerar más allá del ámbito religioso, ya que sus traducciones de la Biblia ayudaron a desarrollar una versión estándar de la lengua alemana y se convirtieron en un modelo en el arte de la traducción. Su matrimonio con Catalina de Bora el 13 de junio de 1525 inició un movimiento de apoyo al matrimonio sacerdotal dentro de muchas corrientes cristianas.
Un sincero deseo de librarse del pecado y de reconciliarse con Dios le indujo al fin a entrar en un claustro para consagrarse a la vida monástica. Allí se le obligó a desempeñar los trabajos más humillantes y a pedir limosnas de casa en casa. Se hallaba en la edad en que más se apetecen el aprecio y el respeto de todos, y por consiguiente aquellas viles ocupaciones le mortificaban y ofendían sus sentimientos naturales; pero todo lo sobrellevaba con paciencia, creyendo que lo necesitaba por causa de sus pecados.
Dedicaba al estudio todo el tiempo que le dejaban libre sus ocupaciones de cada día y aún robaba al sueño y a sus escasas comidas el tiempo que hubiera tenido que darles. Sobre todo se deleitaba en el estudio de la Palabra de Dios. Había encontrado una Biblia encadenada en el muro del convento, y allá iba con frecuencia a escudriñarla. A medida que se iba convenciendo más y más de su condición de pecador, procuraba por medio de sus obras obtener perdón y paz. Observaba una vida llena de mortificaciones, procurando dominar por medio de ayunos y vigilias y de castigos corporales sus inclinaciones naturales, de las cuales la vida monástica no le había librado. No rehuía sacrificio alguno con tal de llegar a poseer un corazón limpio que mereciese la aprobación de Dios. "Verdaderamente -decía él más tarde- yo fui un fraile piadoso y seguí con mayor severidad de la que puedo expresar las reglas de mi orden. . . . Si algún fraile hubiera podido entrar en el cielo por sus obras monacales, no hay duda que yo hubiera entrado. Si hubiera durado mucho tiempo aquella rigidez, me hubiera hecho morir a fuerza de austeridades." A consecuencia de esta dolorosa disciplina perdió sus fuerzas y sufrió convulsiones y desmayos de los que jamás pudo reponerse enteramente. Pero a pesar de todos sus esfuerzos, su alma agobiada no hallaba alivio, y al fin fue casi arrastrado a la desesperación.
Cuando Lutero creía que todo estaba perdido, Dios le deparó un amigo que le ayudó. El piadoso Staupitz le expuso la Palabra de Dios y le indujo a apartar la mirada de sí mismo, a dejar de contemplar un castigo venidero infinito por haber violado la ley de Dios, y a acudir a Jesús, el Salvador que le perdonaba sus pecados. "En lugar de martirizarte por tus faltas, échate en los brazos del Redentor. Confía en él, en la justicia de su vida, en la expiación de su muerte. . . . Escucha al Hijo de Dios, que se hizo hombre para asegurarte el favor divino." "¡Ama a quien primero te amó!"-
CONTROVERSIA POR INDULGENCIAS
Además de sus deberes como profesor, Martín Lutero sirvió como predicador y confesor en la iglesia de Santa María de la ciudad. También predicaba habitualmente en la iglesia del palacio, llamada también "de todos los santos", debido a que tenía una colección de reliquias donde había sido establecida una fundación por Federico III de Sajonia. Fue durante este periodo cuando el joven sacerdote se dio cuenta de los efectos de ofrecer indulgencias a los feligreses.
Una indulgencia es la remisión (parcial o total) del castigo temporal que aún se mantiene por los pecados después de que la culpa ha sido eliminada por absolución. En aquella época, cualquier persona podía comprar una indulgencia, ya fuera para sí misma o para sus parientes muertos que permanecían en el Purgatorio. El fraile dominicoJohann Tetzel había sido reclutado para viajar por los territorios episcopales de Alberto de Brandeburgo (arzobispo de Maguncia) vendiendo indulgencias. Con el dinero obtenido por dicho medio, se esperaba financiar la edificación de la basílica de San Pedro en Roma, Italia, y comprar un obispado para Alberto de Hohenzollern.
La libertad cristiana
De manera análoga, el completo desarrollo de la doctrina de Lutero sobre la salvación y la vida cristiana se expuso en su opúsculo La libertad cristiana (publicado el 20 de noviembre de 1520), donde exigió una completa unión con Cristo mediante la Palabra a través de la fe, la entera libertad de un cristiano como sacerdote y rey sobre todas las cosas externas, y de un amor así para con el prójimo.
La excomunión de Lutero
El Papa advirtió a Martín Lutero el 15 de junio de 1520, con la bula papal Exsurge Domine, de que se arriesgaba a la excomunión, a menos que en un plazo de sesenta días repudiara 41 puntos de su doctrina seleccionados de sus escritos. En octubre de 1520 Lutero envió su escrito En la Libertad de un Cristiano al Papa, añadiendo la frase significativa: "Yo no me someto a leyes al interpretar la palabra de Dios". Mientras tanto, se había rumoreado en agosto que Eck había llegado a Meissen con una prohibición papal, la cual se pronunció realmente el 21 de septiembre. Este último esfuerzo de Lutero por la paz fue seguido el 12 de diciembre por la quema de la bula, la cual tomaba efecto en un plazo de 120 días, y el decreto papal en Wittenberg, defendiéndose en su Warum des Papstesundseiner Jünger Bücherverbranntsind y su Assertioomniumarticulorum. El Papa León X excomulgó a Lutero el 3 de enero de 1521 mediante la bula DecetRomanumPontificem.
La ejecución de la prohibición, sin embargo, fue evitada por la relación del Papa con Federico III de Sajonia y por el nuevo emperador Carlos V quien, viendo la actitud papal hacia él y la posición de la Dieta, encontró contraindicado apoyar las medidas contra Lutero.
ESCRITOS DE LUTERO
El número de libros atribuidos a Martín Lutero es bastante alto. Sin embargo, algunos estudiosos de Lutero creen que muchas de tales obras fueron al menos esbozadas por algunos de sus amigos, como Melanchthon. La fama de Lutero les daba una audiencia potencial mayor que la que hubieran
...