RAHNER - ANTROPOLOGÍA TEOLÓGICA

Salmo 8 : ¿Qué es el hombre?

El hombre es una criatura. Para R. Guardiana pensaba que la esencia de esa pregunta era tanto para la antropología como la antropología teológica.

Pero en 1957 rahner opina que no es ninguna novedad.

¿Cuál es el punto para hablar de antropología teológica?

La interpelación de Dios al hombre no es pregunta sobre que es el hombre, son sobre la interpelación de Dios a este.  Dios se mete en la vida del hombre y este responde…o No.

¿Qué se quiere decir con el término “antropología teológica”?

Se entiende por antropología teológica, según Rahner, a la interpretación de la dogmática cristiana teniendo como fin o como cuestión esencial una antropología teológica.

La teología, así entendida, da un auténtico “giro, la cual no considerara al tema del hombre como uno más entre otros, sino como la cuestión que debe dominar “el conjunto de la teología dogmática”.

Rahner no opone lo antropocéntrico a lo teocéntrico, ya que lo antropológico, el ser humano en cuanto tal o por naturaleza, es  concebido como un “el ser de la trascendencia hacia el mundo y hacia Dios.” Trascendencia que se traduce en su esencial y definitiva apertura.

La comprensión del hombre como esencialmente “abierto” es la base de rahner, necesario giro de la teología, pero además es lo que le permite distanciarse del peligro de una mera reducción antropológica de la misma. Puesto que el hombre esta, en tal visión, esencialmente referido a DIOS y dado que , por otra parte, él no puede decir absolutamente nada de este Dios fuera de la posibilidad de una tal referencia esencial, lo antropocéntrico y lo teocéntrico, bien entendidos, no son conceptos opuestos en la teología cristiana.

¿Por qué postular el giro antropológico?

1 se pregunta por el ser del “sujeto cognoscente“, porque este “debe traer consigo apriorísticamente e horizonte de la posibilidad de un tal conocimiento”. Y dado que Dios no es un objeto entre otros en el ámbito de la experiencia aposterioristica del ser humano, sino “el fundamento originario y el futuro absoluto de toda la realidad” sol puede ser concebido en la teología como el  norte o destino absoluto de la trascendentalidad del hombre. Y una teología así entendida y enfocada es , pues, necesariamente una “antropología trascendental”.

El segundo motivo  de Rahner para justificar la necesidad de dicho vuelvo es su fuerte convicción de ser parte de una “situación épocal”.

El hombre de fe de Rahner conoce bien el movimiento filosófico moderno, y además se deja interpelar por él y por lo que reconoce como su intuición central. Aunque asume estar hablando de una corriente de pensamiento en cierto sentido “profundamente no cristiana” en cuanto “filosofía trascendental del sujeto autónomo”, la reconoce por otra parte como “profundamente cristiana”, porque, para él, en un cristianismo radical el hombre no es “un momento dentro de un mundo de cosas”, sino, “el sujeto de cuya libertad subjetiva depende el destino de todo el cosmos”. De otro modo, la historia de salvación o de condenación no tendría significación cosmológica alguna, ni podría captarse el verdadero alcance de una cosmología cristológica.

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