REFLEXIONES SOBRE CRECIMIENTO PERSONAL Y EL QUEHACER COMO MAESTRO

REFLEXIONES SOBRE CRECIMIENTO PERSONAL Y EL QUEHACER COMO MAESTRO

Hoy en día, vivimos en un mundo complejo, es decir, entrelazados, donde las acciones humanas por insignificantes que parezcan tienen sin embargo consecuencias, tanto en el universo físico que nos rodea como en dimensiones éticas y morales. En un mundo globalizado y complejo ningún acto humano puede ser considerado inofensivo.

Es por esto que se hace necesario abrirse hacia otras miradas de realidad y de interacción con el entorno que generen necesariamente cambios personales que luego trascenderán a cambios familiares y en otros roles. Para ello se requiere de disposición, pues los seres humanos aprendemos de acuerdo con nuestros conceptos y con la estructura de nuestro pensamiento para así poder comprender lo que nos rodea, y, según nuestra capacidad de asociación, comparamos experiencias y hechos anteriores para aprender nuevas cosas.

Lo primero es ubicarnos en lo esencial de los objetivos de la maestría y empezar expresando cómo esos objetivos nos ponen en reflexión para el camino de formación que vamos a transitar, que vamos a iniciar. Iniciar el proceso de maestría o la formación en maestría nos pone de cara a otras formas de ver la realidad y ello implica la necesidad de prepararnos como personas de un modo diferente al que veníamos asumiendo, en tanto la nueva mirada o las nuevas miradas a la realidad propenden por transformaciones con base en acciones de humanización, de una nueva toma de conciencia que nos acerque a la realidad educativa y a la dimensión humana.

Personalizando la reflexión puede anotarse que a partir de los cambios que se vayan dando, la expectativa es crecer como persona y crecer como actor consciente de la responsabilidad que representa estar en el ámbito de la educación superior, ello demanda por supuesto administrar tiempo, y lograr una interacción en varios contextos desde nuevos enfoques, pues es inevitable que asumir responsablemente el camino de magister, implique raciocinios y actitudes de cambio, de mayor sensibilidad y compromiso.

Esto no significa que el camino de maestría rompa con todo lo conocido o la totalidad de las cosas de la cotidianidad, lo que traza en mente y en agenda de humanización es la autoevaluación constante del compromiso que se tiene con la historia que estamos construyendo y en la educación superior eso es más notorio, pues esa condición de estar con el otro, de pretender enseñarle, de entender que de él también se aprende nos hace entender que también nace, crece, se mueve social y familiarmente.

Es ese entendimiento y el de algunas causas y efectos de sus acciones y de nuestras acciones lo que ahora va en busca de un sistema para mejores formas, pero también de mejores posicionamientos en una sociedad agobiada por el consumismo, lo no eco-eficiente, incluyendo las relaciones familiares.

La maestría potencia cambios desde la transformación personal, trae y atrae palabras de otros en discurso, en libros, artículos, como ya lo han mostrado los momentos iniciales vividos en el inicio del compromiso.

Encontrar que la maestría en educación de la UCM satisface desde la expresión de sus objetivos, principios, misión, las expectativas para crecer personal y

...