Reseña Nuestros Orígenes
Enviado por Valentina Mateus Nùñez • 23 de Marzo de 2021 • Reseña • 1.710 Palabras (7 Páginas) • 67 Visitas
Richard Leakey y Roger Lewin, Nuestros orígenes: en busca de lo que nos hace humanos (Barcelona: Crítica, 1994).
Richard Leakey es un paleoantropólogo, arqueólogo, conservacionista y político; hijo de los notables paleoantropólogos Louis y Marie Leakey. Ha dirigido excavaciones en el territorio de África Oriental, en las cuales se han encontrado algunos fósiles atribuidos a los homínidos más antiguos actualmente encontrados. Roger Lewin es bioquímico doctorado de la universidad de Liverpool y ensayista reconocido por sus artículos científicos.
En este libro se intenta dar una respuesta al origen de la “naturaleza humana”, mediante el análisis y exposición de diferentes hallazgos arqueológicos referentes a los homínidos y de las teorías consecuentes a estos. El descubrimiento de los restos fósiles de un homínido de 1.6 millones de años en los alrededores del lago Turkana, ubicado en el extenso Valle del Rift, en Kenia, es el que introduce la problemática de los orígenes humanos. Richard Leakey resalta la importancia de Homo Erectus en la formación de las características humanas, siendo este un punto de quiebre en la línea evolutiva, es a partir de este que se puede entender la diferenciación entre simios y humanos, siendo un pilar fundamental para la reconstrucción del origen de la humanidad.
“Nuestros Orígenes” está escrito con un tono narrativo, pero sin dejar de ser académico. La implementación de diálogos y la descripción de naturaleza narrativa de los hechos que rodean a la investigación en el lago Turkana, brindan una lectura amena de un tema tan complejo. Leakey ubica al lector en la experiencia arqueológica, le imprime a este un aire de cercanía con la investigación, logrando que se adentre en el entendimiento arqueológico y en las dubitaciones y respuestas que revuelven alrededor de este. El libro está dividido en seis partes, cada una titulada “En busca de…”, lo que permite dilucidar la intención de estos de responder al cómo del origen de la humanidad de una manera organizada.
La primera parte “En busca del joven Turkana” abre con una narración ficticia de los posibles sucesos que llevaron a la muerte del Joven Turkana, -el fósil homínido, clasificado como Homo Erectus, hallado a orillas del lago-, describiendo este descubrimiento como un suceso emocionante, una descarga eléctrica. Este apartado se centra en la experiencia arqueológica de campo, concentrado en los momentos anteriores, exactos y posteriores a dicho descubrimiento.
En la segunda parte “En busca de los orígenes” es examinada la ruta que llevó a la especie a emprender en el bipedismo, siendo este un factor crucial en la historia de la evolución humana; “nuestra adaptación evolutiva primaria al bipedismo fue una respuesta a la necesidad de obtener alimento en medios abiertos, donde los recursos estaban muy diseminados y lejos unos de otros” (Leakey 1994, 47). Tal y como es mencionado en el texto, el bipedismo puede considerarse como una pauta diferenciadora entre simios y humanos, sin embargo, también es resaltado que el ser homínido no necesariamente equivale en ser humano; si bien es un factor crucial, la caminata erguida no es necesariamente el determinante clave de la humanidad, esta es una cuestión de mayor complejidad y es el núcleo de la discusión del libro.
Homo Erectus es considerado como un giro completo para la evolución, esto debido al importante aumento cerebral y lo que este impactó para la especie homínida. Con Homo Erectus se observa el uso de fuego, el adelanto de la cacería y las largas migraciones, esto desembocó en transformaciones de carácter fisiológico, afectando la biología y el comportamiento de la especie. También son discutidos los tópicos del linaje humano, y de la forma en la estructura de un posible árbol genealógico, para esto, son analizadas las teorías propuestas, cada una contradictoria o a veces complementaria de la otra.
La tercera parte “En busca de la humanidad” pretende comprender a la especie más allá de la categoría de “simios bípedos”, enfocado entonces, a los factores biológicos que contribuyeron a adaptaciones y transformaciones que acercaron a los homínidos a lo que hoy día entendemos como humanos. Es resaltado el factor del ralentizado desarrollo infantil después del nacimiento, los humanos, diferenciados de multitud de animales en la naturaleza, tienen un periodo de gestación relativamente corto, junto a esto, poseen de una infancia prolongada, que complementa el desarrollo fuera del útero; la incrementación en el tamaño del cerebro vino de la mano de la necesidad de cuidados maternos durante la infancia.
Otro elemento significativo en el camino evolutivo fue el cambio en la dieta, desembocado por el desarrollo de elaboradas herramientas de piedra; la incorporación del cambio en la dieta propició el cambio en la morfología craneal, y la implementación de herramientas colaboró al desarrollo neurológico, “nuestros antepasados fabricaron estos útiles, pero, en realidad, fueron estos útiles los que hicieron a nuestros antepasados. Por la misma razón, hicieron que hoy seamos lo que somos” (Leakey 1994, 118). La dieta y la recolección de alimentos también contribuyeron al desarrollo social, el cazar y comer como conjunto alimentaron los vínculos como comunidad, permitiendo así la creación de una economía cazadora-recolectora y de lazos sociales.
La cuarta parte “En busca de los humanos modernos” navega en las teorías de origen humano y los modelos anatómicos globales. Son discutidos los modelos de explicación Multirregional y la hipótesis del Arca de Noé; el primero desarrolla la transición de una especie a otra de mayor avance, por el contrario, la segunda plantea la diversidad genética de poblaciones genéticamente aisladas, por lo cual, esta sugiere la extinción de la especie original. Estos modelos no pueden ser comprobados en su totalidad, por la naturaleza de la información que proporciona el estudio fósil. También se discute sobre la posible razón de la extinción de la especie neandertal, a la cual se le ha atribuido popularmente una respuesta en razón a la violencia, considerando a esta como una característica propiamente humana; Leakey rebate esta postura, afirmando que la violencia no es un rasgo original, pero sí una respuesta adaptativa a los cambios ambientales; por tanto, la competencia por recursos sería una conclusión plausible. Sin embargo, igual que con los modelos globales, es difícil comprobar la completa veracidad de cualquiera de estas hipótesis.
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