SOBRE EL FINO ARTE DE PERDONAR
Enviado por alborron • 18 de Noviembre de 2012 • 750 Palabras (3 Páginas) • 494 Visitas
SOBRE EL FINO ARTE DE PERDONAR
Un joven aprendiz se dirige hacia su maestro Zen, llevando en mano la pequeña estatuilla rota del ancestral dragón Tae-Kum-Yae, que su maestro le había prestado unos días atrás para que lo llevara ante el orfebre para su mantenimiento.
Asustado por provocar la ira de su maestro (ya que el mismo maestro le había platicado sobre lo valioso que este dragón era para él y para su religión) se para frente a su maestro y con más temor ahora, porque estaba a punto de interrumpir su meditación diaria, le dice con voz entrecortada:
-Tengo que decirle algo mi maestro-Le dijo mientras le revelaba el macabro secreto.
El maestro abrió un poco los ojos para poder ver lo que su alumno le traía ante él
-No...no fue mi intención-Exclamó mientras hacía un esfuerzo para no tartamudear- De verdad le pido mil disculpas, lo que ocurrió fue que...
-No digas más muchacho-Dijo apaciblemente el maestro Zen.
Con aires de serenidad se levantó, dejando la pose de meditación-yoga que había adoptado, cogió con sutil ligereza los dos pedazos del dragón ya quebrado, y sin el menor de los dolores los estrelló el uno contra el otro, volviéndolos polvo.
El muchacho dejó escapar un grito ahogado, mientras observaba con tal horror aquel sacrilegio. No era posible; su maestro acababa de volver añicos la valiosa estatua de la cual había hablado tan celosamente. Sabía que la había roto, pero aún tenía reparo; no entendía por que la actitud tan radical de su maestro.
-Maestro no entiendo, como pudo...
-Te pedí que no dijeras más muchacho-Le dijo el maestro-¿qué te había dicho yo sobre el dragón anteriormente?
-Bueno...-Pensó un poco- que era un dragón muy importante para usted, que su valor no podía compararse ni con oro ni con la palta...Oiga maestro de verdad lo siento yo...
-Te pedí que no dijeras más muchacho-Le reiteró el maestro, esta vez alzando la mano en señal de que se detuviera- ¿Qué más te dije?
-Ummmm, ah sí, recuerdo algo que usted me dijo sobre e dragón...algo así como su historia, su naturaleza o algo así.
-Correcto, me podrías repetir que fue lo que te dije.
-Sí...."El dragón Tae-Kum-Yae es un ser divino. Su historia no es nada especial, pues de sencillez cargada está. Su naturaleza es dócil, y su maldad es frágil. Nada lo altera, nada lo aqueja. Solo aquellos que entiendan el gran secreto universal, podrán ver en él su gran poder ancestral."
-Muy bien muchacho, ahora ¿podrás decirme cuál es el gran secreto universal?
-No maestro, ¿Cuál es?
-Es muy sencillo de verdad, simple mente es saber perdonar. Solo aquellos que entienden y practican el fino arte de perdonar podrán ver la belleza que se encuentra en cada una de las cosas que los rodea. Desde el desagradable musgo del pantano, hasta la más bella
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