San Alberto Magno
Enviado por natibsas • 24 de Febrero de 2015 • 3.425 Palabras (14 Páginas) • 748 Visitas
San Alberto magno:
su pensamiento científico y filosófico-teológico gozo de gran autoridad, aún antes de su muerte. Nació en el año 1206 en Baviera. Muere en el año 1280 en colonia. Alberto se muestra como genuino admirador de la filosofía y de la ciencia Aristóteles, y uno de sus méritos más relevantes consiste en haber introducido el aristotelismo en el pensamiento cristiano, atrayendo la atención especulativa de su ilustre discípulo Tomás de Aquino. Su mérito reside en haber presentado Aristóteles como un patrimonio que era preciso asimilar y no como un autor que había que conocer para combatirlo mejor. Aristóteles y Agustín son los dos principales maestros a los que Alberto se refiere constantemente, y basándose en ellos traza la distinción entre filosofía y teología. Éstas son dos ciencias específicas, que se distinguen por sus propios principios de conocimiento, por el sujeto y por el objeto de que tratan, y por el fin que se proponen. Es verdad que tanto el filósofo como el teólogo se ocupan de la existencia de Dios, pero desde perspectivas diferentes y con resultados y finalidades completamente distintos.
Las diferencias entre el conocimiento filosófico de Dios y su conocimiento teológico son cinco:
1) el conocimiento filosófico se avanza sólo a través de la razón, mientras que con la fe que se llega mas allá de la razón.
2) La filosofía parte de premisas que deben ser conocidas por sí mismas (evidentes), en la fe existe un lumen infusum que inciden sobre la razón y le abre perspectivas que resultarían impensables de otro modo.
3) La filosofía surge la experiencia de las cosas creadas, la fe parte de Dios revelante
4) la razón no nos dice que es Dios, pero la fe, dentro de ciertos límites, si.
5) La filosofía constituye un procedimiento puramente teórico, mientras que la fe implica un proceso intelectivo-afectivo
las cosas teológicas no coinciden en sus principios con las filosóficas, porque la teología se fundamenta sobre la revelación y sobre liquidación, no sobre la razón.
Poniendo en evidencia el doble aspecto de la realidad y el doble plano de la razón (ciencia-sabiduría), Alberto muestra el oportuno que es desarrollar tanto uno como otro punto la sabiduría se fundamenta sobre la ratio superior iluminada por la fe, mientras que la ciencia considera las cosas circunscritas en sí mismas, según sus causas inmediatas.
Alberto magno realizó algunas afirmaciones importantes con respecto al objeto y al método de la ciencia natural: “en la ciencia, debemos investigar qué puede suceder en las cosas naturales, basándonos en las causas inherentes a la naturaleza. La ciencia consiste en indagar las causas de las cosas naturales. Una conclusión que se encuentre en contradicción con el testimonio de nuestros sentidos no puede ser creída. Un estudio de la naturaleza debe llevarse a cabo también en las cosas individuales; el conocimiento de la naturaleza de las cosas en general sólo es un conocimiento aproximativo. Las pruebas basadas en la percepción sensible son las más seguras que existen en la ciencia y son superiores al razonamiento carente de experimentación”.
Santo Tomás de Aquino
nació en el castillo de roccasecca, cerca de Aquino en el año 1225. Una doble condición domina el desarrollo de la filosofía tomista: la distinción entre la razón y la fe, y la necesidad su concordancia. Un filósofo argumenta siempre buscando en la razón los principios de su argumentación; un teólogo argumenta siempre buscando sus principios primeros en la revelación. Siempre que una conclusión filosófica contradice al dogma, nos encontramos ante un signo cierto de que tal conclusión es falsa. La suma teológica de Santo Tomás está armada al estilo neoplatónico (exitus-réditus, sale de Dios y vuelve a Dios). La teología natural, nos invita a contemplar el universo tal como es, con Dios como principio como fin. La filosofía de Santo Tomás introduce una novedad: se invita la razón a abstenerse de determinadas especulaciones; se le hace saber que su intervención en las cuestiones teológicas más elevadas no puede sino comprometer la en la causa que defiende. La reforma tomista afectaba al campo entero de la filosofía y de la teología; no hay una sola cuestión importante en estos dominios en que la historia no pueda señalar su influencia y seguir su rastro; pero parece haber actuado especialmente sobre los problemas fundamentales de la ontología, cuya solución determinada de todos los demás. Santo Tomás había afirmado decididamente dos tesis fundamentales. Primero, al aceptar íntegramente la ontología aristotélica de la sustancia, había definido el individuo como forma pura, en el caso de los seres inmateriales, o como la unión de un amateur y de su forma, en el caso de los seres materiales. El segundo indicio de influencia tomista, la distinción real de esencia y existencia, conduce a descubrimientos análogos.
El objeto primario de las reflexiones de Santo Tomás es Dios. Sólo en el contexto de la revelación es posible efectuar un correcto razonamiento acerca del hombre y del mundo. La filosofía posee su propia configuración y autonomía, pero no agota todo lo que se puede decir y conocer. Es preciso integrar la con todo lo que contiene la doctrina sagrada acerca de Dios, del hombre y del mundo. La diferencia entre filosofía y teología consiste en el hecho de que la primera brinda un conocimiento imperfecto sobre las mismas cosas con respecto a las cuales la teología está en condiciones de aclarar aspectos y propiedades específicas, en relación con la salvación eterna. La fe mejora la razón, al igual que la teología lo hace con respecto a la filosofía. La teología rectifica la filosofía, pero no la sustituye, al igual que la fe orientará razón, pero no le elimina. Es necesario elaborar una filosofía correcta para que se haga posible una buena teología. La filosofía posee una autonomía propia. Tomás escriben la suma contra gentiles: existen algunas verdades que superan todos los poderes de la razón humana, por ejemplo, que Dios es uno y trino. Hay otras verdades a las que se puede llegar a través de la razón natural, por ejemplo, que Dios existe, que Dios es uno.” El saber teológico no sustituye el saber filosófico, ni la fe sustituye la razón, porque la fuente de la verdad es sólo una.
Santo Tomás expone las líneas fundamentales de su metafísica en la obra juvenil el ente y la esencia:
*el ente lógico. La noción fundamental es la de ente, que indica cualquier cosa existente. Puede ser lógico, o real. No todo lo pensado existe realmente. El ente lógico se expresa mediante el verbo copulativo ser y su función consiste en unir diversos conceptos. En este sentido se comprende realismo moderado de Tomás, para quien el
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