Santo Tomás
Enviado por profzuma • 21 de Mayo de 2014 • 474 Palabras (2 Páginas) • 1.392 Visitas
) ¿Cuáles son las cinco pruebas que demuestran la existencia de Dios? Explícalas. ¿En qué medida consideras que estas pruebas resultan contundentes para demostrar la existencia de Dios?
Primera.- Todo lo que se mueve es movido por algo, y el primer motor que inicia el movimiento y que no es movido, es Dios.
Segunda.- No sería posible ascender en orden con las cusas eficientes, de no ser por la primera que es Dios.
Tercera.- La relación entre las cosas posibles está en virtud de las cosas necesarias y éstas tienen su causa de necesidad en Dios.
Cuarta.- En todas las cosas se encuentra lo más y lo menos bueno, lo más y lo menos verdadero. El grado máximo de todas las perfecciones es Dios.
Quinta.- Las cosas del mundo no tienen inteligencia y sin embargo están dirigidas a un fin, quien ordena las cosas naturales vistas con un fin es un ser inteligente que es Dios.
Como prueba de fe si es contundente, ya que no se basan en la razón, sino en revelaciones. Santo Tomás trata de explicar la existencia de Dios a las personas y busca ejemplos que de otra manera no dan lugar a replicas contundentes, pero no aclaran ni demuestran totalmente la existencia de Dios.
b) Explica brevemente cómo concibe Santo Tomás el conocimiento. ¿Qué significa que la verdad sea una correspondencia entre el intelecto y la cosa?
Lo concibe como
Conocimiento teórico.- donde la finalidad es llegar a la verdad:
Conocimiento práctico. – su finalidad es direccionar la conducta:
c) ¿Qué entiende Santo Tomás por hábito y cómo se relaciona éste con la virtud?
La concepción tomista de la virtud es fiel al pensamiento aristotélico, de quien se separa únicamente en la cuestión de las virtudes teologales, virtudes desconocidas por Aristóteles. El alma realiza los actos que le son propios mediante las facultades. Cuando estos actos se repiten, las facultades adquieren unas cualidades gracias a las cuales el sujeto puede realizar con más facilidad las actividades que les son propias. Estas cualidades dan a las facultades una disposición añadida a su tendencia natural y son los hábitos. Los hábitos pueden ser buenos (virtudes) o malos (vicios). Son virtudes si le facultan al sujeto para la realización de actos conforme a la norma de la moralidad, y son vicios si son contrarios a dicha regla.
A diferencia del intelectualismo moral, y siguiendo a Aristóteles, Santo Tomás consideró que para la conducta buena no es suficiente que la razón nos enseñe correctamente el deber, además es preciso que la facultad apetitiva esté bien dispuesta mediante el hábito de la virtud moral. Dado que en el alma humana encontramos el entendimiento y las facultades apetitivas (la voluntad y el apetito inferior), y que las virtudes son perfecciones de dichas facultades, podremos encontrar dos tipos generales de virtudes,
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