Sexismo En La Publicidad

Generalmente se oprimía a la mujer, sus opiniones y sus capacidades, se le dejaba al margen de las situaciones y se le daba un sistema el cual ella seguía y de ahí no salía, se hablaba de cómo debía manejar sus sentimientos y sus ideas.

Hay mujeres que no tenían problema siguiendo éste esquema y había otras que podían ver como esta manera de vivir la oprimía y aún así no tomaban acciones pero había otras mujeres, las que veían y entendían esa opresión y se sentían obligadas a rebelarse y ayudar a otras mujeres a romper con esos marcos de comportamiento.

Mujeres que se dan cuenta que las acciones de los hombres no son la medida del mundo y que ellas pueden también tener derechos como los de los hombres, relaciones de igualdad con ellos y además una historia propia; una en que tendrían dignidad, sin esclavitud ni conquistas. Y aún así las acciones de la mujer puede que no estén limitadas de la misma manera pero se le sigue criticando y se le siguen cerrando círculos y oportunidades por su comportamiento; se sigue esperando que reaccione y viva de cierta manera.

Hombres y mujeres pueden tener diferencias físicas o incluso emocionales pero se trata sobre aceptar las diferencias que pueda haber así como la semejanza incorporándolas con la igualdad para obtener una sociedad que reconozca oportunidades y pluralidades.

A veces vemos publicidad de distintas marcas y objetos y no encontramos nada malo, porque no lo estamos buscando, porque no estamos prestando verdadera atención. Estamos distraídos por la ropa que usan los modelos en la publicidad, por lo bonito de las animaciones, embelesados con el producto, que no nos damos cuenta del mensaje que puede dar la imagen completa y eso honestamente quiere decir que los publicistas están haciendo bien su trabajo, que están logrando enajenar a la gente para que olviden los principios y se sientan atraídos al producto, a lo que conlleva tener ese producto.

La publicidad sexista da pautas de comportamiento y se burla de otras, promueve esquemas tradicionales de comportamientos para los géneros, fija estándares de belleza femeninos que son sinónimo de éxito, ejerce presión el cuerpo femenino y facilita productos para su control, pone a la mujer como inferior.

Creo que la crítica que hace la escritora Loeza se refiere a que el dominio que tiene la cultura masculina sobre la vida y los conceptos de las cosas que llegan a todos y a todo, no siendo una excepción la publicidad y cómo ese comercial de la Coca-Cola define una vez más esa jerarquía entre hombre-mujer además de separar las actividades y actitudes correspondientes a una mujer y sin embargo las ridiculiza y además se burla del hombre que llegue a tener éstas actitudes, porque un hombre no puede ni debe de tenerlas, son de mujeres y tenerlas significa que los denigra. No solo ridiculiza a la mujer sí no al hombre, probando también que no siempre son solo las

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