Sobre plus size
Enviado por María Fernanda • 30 de Mayo de 2018 • Ensayo • 1.556 Palabras (7 Páginas) • 345 Visitas
Pontificia Universidad Javeriana
María Fernanda González Cortés
Clase: Filosofía y estética
Profesor: Juan David Cárdenas
Sobre las modelos plus-size
Para finales de los noventa, el nombre de Angelika Morton se impuso en el mundo del modelaje profesional. La que se considera como la primera modelo de “talla grande” acababa de dar su salto a la fama de la mano de la línea de ropa Lane Bryant[1]. Entrado el nuevo siglo, figuras como Crystal Renn empieza a pelearse un espacio en la industria de la moda.[2] Algunos diseñadores desafían el establishment del diseño de alta costura que sólo reconoce para sus creaciones, cuerpos delgados, con proporciones medianas, que ostentan una altura de más de un metro setenta.
A pesar de ello, parece que sólo en los últimos años, el fenómeno de la “talla grande” ha tenido relevancia en los medios y ha ocupado parte de su agenda. Modelos como Ashley Graham[3] se han convertido en embajadoras de las mujeres de cuerpos robustos, curvy, o de un tallaje que supera la talla 8 (talla M). Le han dado voz al movimiento Bodypositive o cuerpos en positivo, que desde 2007, en el mundo hispano a empezado a tomar adeptos[4]. El movimiento busca visibilizar los cuerpos “reales” de la madre y la mujer común, para así quebrar el estereotipo sobre el cuerpo femenino, que parece ser que el mundo del modelaje y la industria de la moda, sirviéndose de la reproducción en masa de la publicidad, ha conseguido “establecer” como ideal, ocasionando, como lo han denunciado campañas publicitarias como No-lita contra la anorexia, de inducir a las jóvenes y niñas a trastornos alimenticios como la bulimia, que traen consigo serios problemas psicológicos como la depresión.
Este movimiento se ha servido de redes sociales como Instagram, como vehículo de difusión del lema “quiérete a ti mismo”. Modelos como Tess Holliday [5] lideran espacios virtuales de visibilización de usuarios de Instagram[6] que, desde su hacer como modelos, pretenden empoderar a otros sobre sus cuerpos. Portan con orgullo el hashtag Bodypositive, y en constantes pie de fotos hablan de la importancia de apropiarse y querer su propio cuerpo y saber sobre ponerse a los comentarios negativos sobre este.
Aún así el Bodypositive no puede depender de las redes sociales como único medio y Holliday lo sabe, por eso exige de la industria una mayor presencia de modelos de talla grande, en los grandes desfiles de moda, puesto que «(…) porque sí vemos a famosas con tallas grandes, y consumidoras, pero aún no hay un reflejo de esa realidad[7]»(Holliday). Y es que, pese al incremento de modelos de talla grande que ha habido en los últimos años, hace poco se abrió la polémica sobre la falta de presencia de estas tallas en la semana de la moda, para la colección otoño/invierno 2018[8].
Y así como Holliday, muchas mujeres consumidoras alzan la voz contra la industria, en la que no se ven representadas, y a la que le exigen figuras emblemáticas que den cuenta de esa diversidad corporal y racial de las que son parte con orgullo. Exigen, en últimas, poder elegir, entre una gran gama de marcas, los accesorios y las prendas que ellas prefieran, sin el gran temor de que no exista en su talla.
Esto ha dado pie a la constitución de marcas de ropa, como Tunnel Vision[9], que exhiben en su catálogo una mayor diversidad de cuerpos femeninos, en los que no sólo se visibilizan cuerpos de talla grande, sino que incluye cuerpos delgados, que en ocasiones también son objetos de señalamiento – lo mismo que el cuerpo robusto – como cuerpos enfermos. Hay una preconcebida y falsa idea del “cuerpo sano” que se usa de referente para excluir y reglamentar al cuerpo, en tanto que se ocupa de establecer una talla y un tamaño “adecuado”.
Se pone en juego, por tanto, una serie de normativas del cuerpo, que muchos le adjudican a la industria, no sólo como la que lo establece, sino como la que se encarga de perpetuarlo y potenciarlo, por medio de la publicidad a la que es sometido el consumidor a diario, y que en buena medida dan licencia a una serie de comportamientos violentos contra esos cuerpos que son tan opuestos al estándar, de parte de otros sujetos y por parte de los mismos individuos.
De esta forma se llega a comprender por qué la insistencia en aparecer en las grandes pasarelas: porque es este espacio el que más se ha negado y el que más influencia, visibilización y, por ende, reconocimiento, genera. Aparecer en la pasarela de la semana de la moda, implica un reconocimiento de lo “normal”.
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