SÉNECA Y LA IRA
Enviado por LauraMPT • 23 de Junio de 2014 • 738 Palabras (3 Páginas) • 478 Visitas
POR: LAURA MARCELA PAREDES TÉLLEZ
Séneca fue un filósofo español que llegó a Roma desde niño. Llegó a ser muy influyente en los círculos de los altos mandos romanos. Los personajes que rodeaban a Séneca contaban con poder poco o nada regulado legalmente, y su tendencia a la ira se evidenciaba en mayor proporción que demás ciudadanos que manejaban poco o ningún poder. Con esto no se pretende expresar que las personas sin riquezas o poder político no experimentasen ira, sino que no era tan constante e intensa como para las personas acaudaladas.
Según Séneca la prosperidad favorece el mal genio. Esto lo analizaba argumentando que las personas de poder tendían a sostener esperanzas demasiado altas al punto de ser improbables y absurdas, y como es de esperarse terminaban frustradas e iracundas ya que su dinero (a pesar de que ellos lo esperasen) no les mantenía al margen de la realidad en cuanto a reveses se refiere.
A Séneca se le asignó ser tutor del siguiente emperador, mientras este último era solo un niño de doce años, Nerón Claudio César Augusto Germánico. Como bien se sabe, Nerón fue un emperador dominado por su ira que le conducía al sadismo y a la barbarie. Séneca supo de la tendencia de este desde el comienzo y temió por su integridad, motivo por el cual intentó apartarse en más de una ocasión de él sin éxito alguno, ya que Nerón no lo permitió prometiéndole a su vez que nunca le haría daño. Pese a lo anterior, Séneca era incrédulo al respecto y esto era perfectamente entendible dado que luego Nerón, con la frialdad que caracterizaba su ser causó la muerte de su propia madre (De Nerón) y ordeno muchas masacres y eventos espantosos.
La desconfianza del filósofo también se podría atribuir al entorno impredecible y cambiante que le rodeaba. La existencia en el futuro incluso a corto plazo de cada individuo que habitaba Roma era totalmente incierta.
A Séneca le interesaba aplacar la ira del emperador, él repudiaba la ira y la consideraba controlable. La describía como un problema filosófico susceptible de ser curado mediante argumentos filosóficos.
Séneca aclaraba que los eventos no favorables que se presentaban no eran justos o injustos, simplemente eran eventos predecibles que las personas no tienen facultad de evitar. Entonces nos invitaba a no sobreestimar nuestra capacidad de cambiar estos fenómenos y solo aceptarlos. A ver la bondad de ser pesimistas y pensar que todo saldrá mal, frente a lo cruel y absurdo de pensar que todo saldrá bien y tener que sorprendernos luego del resultado.
Nos dice que aunque creemos que estamos acá para que el mundo se adapte y cumpla nuestros deseos, la realidad es que solo estamos en condiciones de seguir un camino que no elegimos o de luchar contra este, sin oportunidad alguna de triunfar, ya que si decidimos luchar no lo conseguiremos y nos sorprenderemos luego por no hacerlo terminando
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