TOMAS DE AQUINO FILOSOFÍA
Enviado por danihpcold1 • 2 de Octubre de 2013 • 1.195 Palabras (5 Páginas) • 1.640 Visitas
2.1.6 Perfeccionismo
El perfeccionismo es una doctrina que considera que el fin ético de la vida es la perfección moral . Su representante es Santo Tomás de Aquino (1225-1274), quien parte de la ética aristotélica, adaptada e interpretada a la luz de la moralidad cristiana.
Santo Tomás considera que los únicos actos del hombre que caen propiamente dentro del campo de la moral son los actos libres , o sea, aquellos que provienen del hombre concebido como un ser racional y libre; estos actos humanos tienen su fuente en la voluntad , y el objeto de la voluntad es el bien . Pero el bien perfecto y sumo no debe buscarse en ninguna cosa creada, tangible o contingente (riquezas, placeres, honores, etc.) ni siquiera en la vida teorética y especulativa que para Aristóteles constituía el meollo de la felicidad, sino solamente en Dios, considerado como el Bien supremos e infinito. De este modo la felicidad perfecta del hombre consiste en la visión de Dios.
Santo Tomás distingue tres clases de leyes: la natural, la positiva y la eterna. La ley natural dirige y ordena los actos de los seres naturales para la adecuada realización de los bienes que les son propios. El Aquinate toma del pensamiento griego la noción de naturaleza como principio dinámico intrínseco que determina el comportamiento ordenado de los seres naturales, a la vez que la idea de que puede utilizarse el criterio de la “naturalidad” para distinguir la conducta buena de la mala: lo bueno es lo natural y lo malo lo contrario a ella. Pero añade a esta idea griega la tesis de que las inclinaciones naturales descansan en último término en Dios, quien por su providencia gobierna todas las cosas y les da las disposiciones convenientes para su perfección. En los seres irracionales la ley eterna inscrita en su naturaleza determina sus acciones de manera pasiva y necesaria, en los hombres descansa en su razón y se realiza a partir de su voluntad y libertad. Santo Tomás interpreta la ley natural como la ley moral, y la identifica con la razón humana que ordena hacer el bien y prohíbe hacer el mal. La ley moral es racional pues es dictada por la razón y natural porque la razón es un rasgo de la naturaleza humana y porque describe las acciones convenientes para los fines inscritos en nuestra naturaleza. La ley natural contiene los preceptos básicos que rigen la vida moral, el primero de los cuales es “debe hacerse el bien y evitarse el mal” y en el que se fundan todos los demás preceptos de la ley moral. Dado que la ley natural se fundamenta en la naturaleza humana, y ésta en Dios, la ley natural no es convencional, es inmutable y la misma para todos (universal). La ley positiva (ley que promulgan los Estados) debe ser expresión de la ley natural para ser justa y buena y, por tanto, no será convencional. La ley natural tiene su origen y fundamento en un orden más amplio: el orden del Universo, orden que es expresión de la ley eterna, ley inmutable que descansa en la propia razón de Dios y de la cual derivan todas las demás leyes. Dios ordena todas las acciones, tanto humanas como no humanas, hacia su fin.
Sto. Tomás está de acuerdo con Aristóteles en la concepción teleológica de la naturaleza y de la conducta del hombre: toda acción tiende hacia un fin, y el fin es el bien de una acción. Hay un fin último hacia el que tienden todas las acciones humanas, y ese fin es lo que Aristóteles llama la felicidad. Santo Tomás está de
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