TRATA DE PERSONAS CORRUPCION.

TRATA DE PERSONAS CORRUPCION

“La prostitución y el mal que la acompaña, la trata de personas son incompatibles con la dignidad y el valor de la persona humana”. (Convenio de las Naciones Unidas para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena).

 Como efecto de la globalización la trata de personas se ha acrecentado en forma alarmante en los últimos años, debido a las difíciles condiciones de vida en los países menos adelantados, al endurecimiento de las políticas migratorias en los países más desarrollados  y al hecho de que durante mucho tiempo estos fenómenos no fueron estimados como un problemas estructurales (pobreza desigualdades, empleo, entre otros) sino como una serie de acontecimientos aislados. 

Millones de mujeres y niñas son degradadas, por las causas anteriormente citadas, a la prostitución en el orbe, a este comercio sin fronteras, se afilian por necesidad económica, situaciones de abandono emocional o físico, de dominación y violencia, para auxiliar a sus hijos frente al abandono paterno, aportándoles lo que la sociedad de consumo invita, , prendidas por un hombre que dice quererlas, o por los comerciantes sin escrúpulos de cuerpos , o una amiga, o secuestrada por las redes de prostitución. Muchas migran de un país a otro, de una provincia a otra, o de una ciudad a otra, en busca de mejorar una situación disruptiva familiar, de complejos, de marginalidad, de nulidad insoportable.

Los  lupanares^[1], proliferan en todas partes, e incluso en la forma comercial del «low cost»^[2]. Ello a pesar de estar prohibidos por Ley Nacional y el Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena .  de antaño se pensaba “que la vulnerabilidad era peor en la calle”, ahora se han constatado “que en algunos aspectos la situación es peor para las prostitutas que ejercen en lugares cerrados”. Donde se aísla a estas mujeres, haciéndolas ejercer mas horas o consumir más sustancias tóxicas^[3]. 

Muy de vez cuando la Justicia condena algún proxeneta, sobre todo cuando se trata de algún caso de rapto o desaparición de persona, en algunas ocasiones, la policía, por orden de un juez, irrumpe  en un prostíbulo y detienen a las mujeres y a alguna celestina de nimio peso.

Como respuesta por lo general es, cohibir a las víctimas, en sus lugares mal llamados de trabajo. La policía recurre a el arresto, los malos tratos, la amenaza  y el soborno, trocándose en afiliado del proxenetismo.

Los grandes responsables de la explotación sexual,  los magnates de las redes de prostitución o a aquellos funcionarios, legisladores, empresarios, la prensa, fiscales, comisarios y jueces que participan del negocio quedan en la sombra sin que nadie se atreva a levantar la voz y denunciarlo.

 “La prostitución es un territorio al que no llega el Estado de derecho; las personas que prestan los servicios sexuales no tienen a quién reclamar contra los abusos y, a la vez, se trata de un negocio que genera una masa importante de dinero negro, por el momento bastante repartido”.^[4]

 En  conclusión todo el mundo se lucra con el negocio ilegal de la prostitución a costes bajos máximos beneficios y por eso es tan difícil erradicarla. Entre ellos, los propios Ayuntamientos «que dan permisos a ciertos locales siendo conscientes que allí se ejerce la prostitución. y sin embargo suena paradójico que los mismos como en el caso que me es más próximo el Ayuntamiento de Granada se convirtiera en la primera capital andaluza en poner en marcha una medida de sanciones a la prostitución En concreto, los artículos 54 y 55 de una ordenanza que también regula la música o los mimos callejeros, consideran "muy grave" las conductas tipificadas si se realizan "en espacios situados a menos de doscientos metros de distancia de zonas residenciales, centros educativos o cualquier otro lugar donde se realice actividad comercial o empresarial alguna”, Considerando que uno de los mayores prostíbulos conocidos este situado frente a un centro educativo (El Mulhacen propiedad del Opus Dei). Y resulta aun más paradójico que en  el mismo texto establezca que las multas pagadas por las prostitutas se destinarán a programas sociales^[5].

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