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Trata De Personas


Enviado por   •  25 de Marzo de 2014  •  3.288 Palabras (14 Páginas)  •  315 Visitas

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TRATAS DE PERSONAS: UN TEMA A TRATAR

El presente trabajo introduce el tema de la trata de blancas desde su definición, su desarrollo en la historia e implicancias sociales hasta la actualidad; el marco jurídico en torno a este tema a lo largo de los años a nivel nacional e internacional, para finalmente exponer mi punto de vista sobre los pasos a seguir para erradicar este mal social.

La trata de personas es una forma de esclavitud (sexual o laboral) que involucra el secuestro, el engaño o la violencia. Involucra un proceso de captación de una persona, amenazándola para doblegar su consentimiento. Las víctimas de trata suelen ser reclutadas mediante engaños (tales como falsas ofertas de trabajo u ofertas engañosas que no aclaran las condiciones en las que se va a realizar el trabajo ofrecido) y trasladadas hasta el lugar donde son explotadas.

En los lugares de explotación, las víctimas son retenidas por sus captores mediante amenazas, deudas, mentiras, coacción, violencia, entre otros mecanismos, y son obligadas a prostituirse o a trabajar en condiciones infrahumanas .

La trata de personas, antes conocida como trata de blancas, es una violación de los derechos humanos considerado como la esclavitud del siglo XXI. La trata de personas se distingue del tráfico ilegal porque en el primer caso, el objetivo es la explotación del individuo, mientras que en el tráfico ilegal es el movimiento de un lugar de origen a otro de destino, siendo siempre entre naciones. Mientras que la trata de personas se puede producir incluso dentro del país.

En la trata de personas la relación con la organización delictiva no finaliza una vez el individuo (víctima) ha llegado al destino, sino que es un proceso que continúa con la explotación del mismo. En el caso del tráfico ilícito de migrantes, la relación con la persona beneficiaria del pago finaliza una vez el sujeto ha llegado al país de destino.

Finalmente, en la trata de personas es irrelevante el consentimiento dado por la víctima, lo cual significa que incluso cuando la persona accedió a ser llevada por los delincuentes, mantiene el status de víctima. Este hecho se debe a que los medios a través de los cuales una persona ha sido captada para ejercer un empleo han sido la coacción o el engaño. Sin embargo, en el tráfico ilegal de migrantes existe consentimiento para el movimiento de un lugar de origen a otro de destino.

La trata de personas como dije anteriormente, es conocida como la esclavitud del siglo XXI.

Ahora bien, una vez acotado el concepto desde el cual se inicia el análisis, es importante a los fines de este trabajo, repasar la historia de la trata de personas en Argentina, para entender si las modalidades de explotación variaron con el devenir del tiempo, si nuestra idiosincrasia influyó a la hora de configurar este delito en el país y si hay algo de nuestra cultura que debería ser modificado para no dar lugar a que este delito se lleve adelante.

La trata de personas en Argentina – Antecedentes históricos

En nuestro país, la prostitución, abastecida en gran medida por la Trata de personas, se difundió como una importante actividad a fines Del siglo XIX de la mano de cierta prosperidad económica en la joven Nación Argentina de modelo agro-exportador que convocaba a la Masiva inmigración europea. Esta comenzó a ser legalizada en Argentina en 1875 . La designación “trata de blancas”, es anterior a la actual “trata de personas” y se vincula, por oposición, a la “trata de negros”, el comercio de esclavos traídos por la fuerza del continente africano. La expresión muestra la íntima vinculación entre uno y otro comercio: en ambos “negocios” la persona humana - ahora europea, mujer y blanca- no es más que una mercancía cuyo valor se reduce a la ganancia que potencialmente pueda generar a su explotador o rufián.

Como vemos, la trata de personas en sus inicios ha estado asociada a la prostitución y ésta se ha tratado de una profesión ilegal, pero tolerada y hasta reglamentada por el Estado. Siempre ha contado con la complicidad, la tolerancia o hasta la Asociación, ya sea las policías, agentes migratorios, fuerzas de seguridad, jueces, políticos o personajes prominentes de la actividad económica y/o social. De allí que su control y erradicación siempre ha sido tarea difícil, a pesar de los avances legislativos.

En el año 1891 llegan a Buenos Aires 3.000 judíos provenientes de Europa del este, algunos de ellos en el marco del proyecto de colonización agraria financiada por el Barón Hirsch. Sin embargo, ya en 1879 se registraba la primera mención de tráfico de rufianes judíos en Buenos Aires. Para principios del siglo XX ya había en Argentina alrededor de 18.000 extranjeros de religión judía. En gran medida esa afluencia migratoria respondía a la persecución racial que sufrieron en Europa, los llamados “pogroms”. Puntualmente, las causas del reclutamiento de mujeres judías para la explotación sexual eran al menos tres: (i) la extrema pobreza de los judíos y del resto de la población en Europa, (ii) las rígidas leyes religiosas (debido a éstas la mujer debía obediencia a su marido y si éste la abandonaba, se convertía en paria a tal punto que ya no podía volver a casarse, debiendo sostener a sus hijos) y (iii) la posibilidad de una mejor vida en otros países.

Entre finales del siglo XIX y mediados del XX la dimensión del comercio de mujeres para explotación sexual alcanza dimensiones internacionales. Esta etapa coincide con una masiva inmigración europea en la que un gran número de inmigrantes eran hombres solos que han dejado a su familia en Europa, a la espera de su mejor fortuna para traerlos.

Entre estos hombres estarán los primeros clientes de las “blancas” europeas que terminarán por desplazar a las nativas en el “mercado” del comercio sexual en pleno auge como la economía. Otra fuente de clientela era la alta burguesía porteña, una importante cantidad de señores ricos que consumía, entre sus placeres, una prostitución de alto nivel, mujeres “importadas” especialmente para este sector.

Es interesante el caso de Argentina, porque hasta mediados del siglo XX tenía fama de centro mundial de la prostitución. Como se mencionó anteriormente se legalizo su práctica en 1875. Pese a las presiones internacionales, en 1913 Alfredo Palacios presentó una de sus propuestas que, transformada en Ley, resultara paradigmática de su obra: el proyecto de incorporación al Código Penal de los delitos relacionados con el tráfico y explotación sexual de mujeres y niñas en la cual fue aprobada y conocida como Ley Palacios N° 9143 .

En 1930, la municipalidad de Bs. As. decidió la proscripción de los burdeles pero como siempre sucede con las medidas

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