Teorías Contractualistas, Autores, Aportaciones Y Diferencias En Su Visión De Estado
Enviado por Carlos • 21 de Mayo de 2014 • 1.921 Palabras (8 Páginas) • 1.053 Visitas
Para hablar del tema, primero debemos obtener una visión general del mismo, por lo cual tomamos las ideas que nos refiere Norberto Bobbio, quién explica que en un sentido lato el Contractualismo comprende todas aquellas teorías políticas que ven el origen de la sociedad y el fundamento del poder político (el cual será progresivamente llamado potestas, imperium, gobierno, soberanía, estado) en un contrato, es decir en un acuerdo tácito o expreso entre varios individuos, acuerdo que significaría el fin de un estado de naturaleza y el inicio del estado social y político. En sentido reducido, continua Bobbio, se entiende una escuela que floreció en Europa entre el inicio del siglo XVII y el fin del siglo XVIII, que tiene entre sus máximos representantes a Johannes Althusius, Tomás Hobbes, Baruch Spinoza, Samuel Pufendorf, John Locke, Juan Jacobo Rousseau e Immanuel Kant.
Hemos resaltado los términos estado y contrato en la definición de Bobbio, porque serán los elementos que trabajaremos en el cuerpo del presente, para analizar e identificar las diferencias que existen en la visión de estado que Hobbes, Locke y Rousseau tienen y a partir de estas, finalizar con sus aportaciones al establecimiento del contrato, mismas que repercutieron en la consolidación de la teoría contractualista.
Los tres autores comparten el concepto origen en cuanto al “estado natural” del hombre, sin embargo es a Hobbes a quién se le cataloga como el de la visión altamente pesimista de este estado, ya que para él, en el estado natural se encuentra el reino de las pasiones, la guerra, el miedo, la pobreza, la barbarie, la crueldad, entre otras, por lo cual en una situación así, continua Hobbes, no hay lugar para el trabajo, para el cultivo, no hay navegación ni construcción de viviendas, no hay conocimientos en toda la faz de la tierra, en concreto no hay sociedad, y finaliza afirmando que lo peor de todo es que hay un constante miedo y peligro de perecer por muerte violenta. Por lo tanto, la vida del hombre es solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta.
De la anterior y otras reflexiones sobre las cuestiones morales, las injusticias, la inexistencia de un poder común y de leyes, Hobbes llega a su famosa frase lapidaria en el sentido de que es inevitable que se produzca “la guerra de todos contra todos”. Y concluye el autor, la anarquía generalizada del estado de naturaleza no podía por menos de resultar en una situación que, debido a que amenazaba constantemente la integridad física de los participantes, anulaba el principal interés racional de estos, a saber la conservación de sí mismos.
Contrario a Hobbes, el inglés John Locke, percibe al estado de naturaleza muy diferente, ya que lo expresa como el estado de paz, buena voluntad, asistencia mutua y conservación, es aquel estado de perfecta libertad para que cada uno ordene sus acciones y disponga de posesiones y personas como juzgue oportuno, dentro de los límites de la ley de naturaleza, sin pedir permiso ni depender de la voluntad de ningún otro hombre; también es un estado, prosigue Locke, de igualdad, en el que todo poder y jurisdicción son recíprocos, y donde nadie los disfruta en mayor medida que los demás.
En el caso de Rousseau, tenemos que coincide con Locke, respecto al estado de naturaleza, pero sin embargo lo lleva más allá en su idealización, ya que expresa que en el estado de naturaleza, los hombres eran libres, felices e iguales; y sólo la aparición del orden societario les ha hecho esclavos, desgraciados y desiguales, y agrega para finalizar La naturaleza instituye la igualdad; los hombres, la desigualdad.
Se puede observar, que son diferentes las tres concepciones del estado de naturaleza, de la que parten los tres autores analizados, para justificar el contrato social o como se le llamaba en la época “pactum unionis” o “pactum societatis”.
Una vez que los tres han establecido la raíz de origen del ser humano en el estado de naturaleza, ahora veremos las posiciones respecto a la visión de la constitución del Estado que cada uno de ellos guarda.
Comenzamos nuevamente por Hobbes, quién vuelve a ser el que mayor polémica suscita por la creación del posteriormente famoso concepto del monstruo-Estado, el “Leviatán”.
Para Hobbes, el individuo no es capaz de imponerse a sí mismo una prohibición categórica sobre su actuar que le es inherente en el estado de naturaleza, en el cual como observamos en su definición existe el peligro de perecer por muerte violenta, por lo tanto este individuo siempre busca la posibilidad de llegar a un acuerdo, esto es, negociar con los demás acerca de la renuncia colectiva del estado de la permanente "guerra de todos contra todos", e instituir la paz civil.
Asimismo el autor define la esencia del Estado, como:
“En una unidad real, instituida por pacto de cada hombre con los demás, en forma tal como si cada uno dijera a todos: autorizo y transfiero a este hombre o asamblea de hombres mi derecho de gobernarme a mí mismo, con la condición de que vosotros transferiréis a él derecho, y autorizaréis todos sus actos de la misma manera. Hecho esto, la multitud así unida en una persona se denomina ESTADO, en latín, CIVITAS.”
Al retomar a Locke, nos encontramos que de su definición de estado de naturaleza, sólo se desprende estado de paz, buena voluntad, asistencia mutua y conservación, igualmente perfecta libertad, de igualdad, en el que todo poder y jurisdicción son recíprocos, y donde el ser humano posee tres derechos principales, que vía el contrato los transfieren al Estado, cuya tarea y predestinación consiste en administrar sus garantías. Estos "derechos innatos e inalienables" son vida, libertad y propiedad.
Basado en lo anterior Locke nos da su definición sobre el Estado, al que cataloga como una sociedad constituida para conservar y organizar intereses civiles, que ya han sido mencionados, como la vida, la libertad, la salud, la protección
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