Teorías Estéticas

Teorías estéticas

(Prof. Julio Lastra)

Trabajo práctico

Breve ensayo sobre el arte en la actualidad.

(Alumnas: Andrea Scaglia y Laila Montarte)

Comenzaremos este ensayo, recordando a los autores que creyeron en la formación del buen crítico de arte, autores como Hume, Kant y Bourdieu sostienen que tanto la instrucción, como la experiencia, están estrechamente ligadas y son fundamentales, para la formación de un buen critico, por ello, nos pareció conveniente recordar lo que Hume nos afirma en su ensayo …“Cuando el crítico no posee delicadeza, juzga sin distinción y es afectado sólo por las cualidades más palpables y evidentes del objeto […] Cuando no es ayudado por la práctica, su veredicto se halla acompañado de confusión y duda. Donde no ha empleado ninguna comparación, las bellezas más frívolas, que en realidad merecen el nombre de defectos, son objeto de su admiración. Donde se encuentra bajo la influencia del prejuicio, todos sus sentimientos naturales, se ven pervertidos”... (Del criterio del gusto; David Hume; pág. 62)

Con esto, nos estaríamos afirmando que no cualquiera puede juzgar una obra de arte, sin la inteligencia del artista, sin el conocimiento adquirido a lo largo de su experiencia como artista, o como crítico, mediante observaciones y comparaciones, ayudado por la frecuentación de un determinado espacio, y por sobretodo ayudado por la misma práctica de las artes. Como nos afirma Jiménez cuando dice…

…“Ninguna obra puede ser comprendida si no se posee el mismo grado de inteligencia del artífice que la produce: «cualquiera no puede descubrir cómo ha sido realizada una obra construida con arte por un hábil artífice, sino quien posee talento igual. Nadie que no esté dotado de un ingenio semejante podrá comprender la obra de Arquímedes»”… (Componentes; José Jiménez; pág. 109)

Pero, a su vez, nos podríamos preguntar ¿porque recordar a Hume? Porque es ahí donde empieza el debate, en la misma crítica de una obra, y depende los ojos que la miren, es cuando comienzan a aparecer los secretos de las obras, las copias de las mismas, sus significados, algo que muchos creen que es un arte transgresor, poco elaborado, y por el contrario, también están los muchos que creen en su significado, no sólo en su apariencia. Hoy en día el arte está pasando por un proceso de transformación, una metamorfosis que abre los límites de nuestra imaginación y nos exige a la vez que seamos más amplios a la hora de juzgar una obra de arte. Cuando hablamos de ampliar, nos referimos a nuestro juicio de gusto, lo privado, lo que tendríamos que expandir, es decir, tendríamos que ser más neutrales a la hora de mirar una obra, y no ser cerrados, juzgando con la conocida frase, “esto no es arte”, hay que replantearnos que así como el arte expandió sus límites, sus fronteras, e incorporando cada vez más el arte conceptual, nosotros tendríamos que ir adaptándonos gradualmente a esos cambios que con más frecuencia aparecen en los museos de hoy.

…“Pretender delimitar que es una obra de arte, establecer una definición general o universal, […] es una empresa vana, condenada de antemano al fracaso. La propia práctica de las artes desborda cualquier intento de poner límites ideológicos al desarrollo de su actividad.”… (Componentes; José Jiménez; pág. 111)

De ahora en más puede surgir una interrogante como esta… ¿Cómo entender una obre de arte? Suponiendo que una obra, es el resultado de un proceso de expresión que expresa una idea o una emoción, que el artista desea comunicar. Y depende de su receptor, en este caso el crítico, que el mensaje oculto en esta obra de arte, llegue a imponerse delante de sus ojos, mediante lo simbólico, por eso remarcamos que es importante que la persona que esté frente a esa obra, tenga la experiencia y la formación adecuada, para poder descifrar lo que el artista quiso transmitir a través del objeto representado.

La experiencia estética es la manera de hacer referencia a las funciones psíquicas que el arte genera en el hombre. Es la relación entre las emociones y la obra de arte. Por eso, la mayoría de las veces cuando una obra se presenta, su significado es sutil, no se puede ver a primera vista, y por ello, tal vez nos resulte difícil analizarla. Un ejemplo de este tipo de arte, abundante en metáforas y colores, es Alejandro Costas, un artista plástico argentino, que marca tendencia en cuanto a los mensajes ocultos que guardan sus pinturas, su constante queja del mundo en el que vivimos.

En esta obra, el artista nos quiso hacer un claro llamado de atención, por intermedio de sus árboles, la naturaleza nos envía un mensaje para que tomemos conciencia de la autodestrucción persistente del hombre. “Hay concretamente una palabra escrita con nitidez, y que por tratarse de la paz es un poco difícil de hallar”. Creemos que es la metáfora más justa, para hablar de algo que nos falta.

Entre las ramas de los árboles se puede leer, si miramos con atención, la palabra “PAZ”.

Además de estas pinturas coloridas, llenas de detalles, y mensajes, están las obras del tipo humorístico, algo en lo que Alejandro Costas, se quiso destacar, apoderándose de una de las frases más utilizadas por los argentinos, y su representación es la siguiente…

Es evidente y muy conocida esta frase, que se hizo parte de nuestro lenguaje… El artista quiso dar su interpretación de cómo sería ese famoso lugar. O tal vez, su nombre, nos indica que ese lugar, puede estar muy lejos de donde estamos…

Pero, estas obras no se comparan con estas tres últimas, las cuales tienen un valor simbólico muy

fuerte y marcado, que las elegimos por sus mensajes, y las moralejas que nos dejan.

Como en

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