Trivium et Quadrivium

TRÍVIUM ET QUADRIVIUM

INTRODUCCIÓN

A continuación, procedemos a conocer el proceso evolutivo que aportaron varios filósofos, matemáticos, políticos, etc., ante el desarrollo del Trívium (tres vías) et Quadrivium (Cuatro vías) que en un momento histórico añadió en su contexto el Bivium (que comprendía la Alquimia y la Astrología), pero poco a poco, las Ciencias y sus metodologías tangibles fueron descartando sus pre-conceptos instaurados.

Observaremos, la importancia que llegó a tener las Artes Liberales durante el Medioevo, forjando las ramas esenciales para conformar profesionales con visiones holísticas durante un buen período de tiempo, pero que lamentablemente, en dos coyunturas históricas (Feudum y en la Sociedad de Consumo), se ve mermadas y tergiversadas, sin ser retomadas su importancia de otrora, siendo simplificada en la actualidad, por las Artes Serviles.

Por último, analizaremos la relevancia que posee las Artes Liberales en el G:. de Comp:. M:., por medio de las herramientas y su rol en el quehacer social a desempeñar en el día a día, para lograr así, que “el verbo (Trívium) se hace carne (Cuadrivium)”.

DESARROLLO

El origen primitivo del método de enseñanza del Trívium combinado con el Quadrivium “los encontramos en Aristóteles (384-322 a.C.) y Platón (427-347 a.C.). La intención del método es enseñarnos a distinguir entre la realidad y la ficción, entrenando a la mente en cómo pensar en vez de qué pensar”^[1].  Luego, Arquitas de Tarento (428-327 a.C.), sostuvo que la Matemática estaba constituida por la “Astronomía, la Geometría, la Aritmética  la Música”^[2]; Posteriormente, en el siglo V d.C., encontramos la construcción de las Sietes Artes en sí,  a través del aporte de  Martianus Capella             (360-428 d.C.), C., y su enciclopedia alegórica denominada “Sobre las Nupcias de Mercurio y Filología”¸ el cual transmitirá la importancia de cada una de ellas; luego, aportará el escritor latino Casiodoro^[3]                         (487-585 d.C.), político, escritor latino y fundador del Monasterio Vivarium, el cual tendrá la gran relevancia de recopilar y forjar la base educativa del Medioevo, al cristianizarlas y sistematizarlas en base a un cuerpo enciclopédico de conocimientos que con el correr de los años, muchas escuelas monásticas y catedráticas aplicarían, hasta que a fines del s. VIII,  se instaurará el concepto de ‘Trívium et Quadrivium’ que se adoptará “como currículo por Alcuino de York para la Escuela Palatina de Aquisgrán”^[4] , dando paso a su subdivisión:

• Trívium compuesto por la Gramática (la ciencia del uso correcto de la lengua, que ayuda hablar); la Dialéctica (la ciencia de la ratio (razón) o pensamiento correcto, que ayuda o impulsa a buscar la verdad); y la Retórica (la ciencia de la expresión, que enseña a colorear las palabras).
• Quadrivium compuesto por la Aritmética (el estudio del número en estado puro); la Geometría (el estudio del espacio en estado puro); la Astronomía (el estudio del espacio en movimiento); y la Música (el estudio de los números en movimientos).

Este conocimiento de las Siete Materias “tradicionalmente conducía a los seres humanos, hacía la búsqueda de su fuente creadora, de su origen divino. El conocimiento del alma y la práctica de los valores universales: verdad, belleza y bondad, aunados a los conocimientos que tenían del mundo físico-inteligible, eran los principales medios para llegar a una comprensión unificada y profunda tanto del universo material como del universo sensorial”^[5], llegando a denominarse como la base de una “educación clásica” en las diversas Universidades medievales, la cual se coartaría y/o se desestimaría lamentablemente, por parte de muchos Reyes, Obispos y miembros de las Iglesias hacia la formación de su pueblo, imponiendo un pensar obcecado apegado al feudum de la época, generando el resquemor de muchos intelectuales por siglos, hasta que se fue conformando una reestructuración social, política y eclesiástica durante los siglos XVII y XVIII en Europa, trayendo consigo, la aparición de las Humanidades y de las Ciencias que impulso la Ilustración, llevando a instaurar el concepto de las “Artes Liberales”, que durante un período excluyó a las “ocupaciones específicas como la agricultura, los negocios, la ingeniería, la pedagogía, la medicina o la farmacia”^[6]. Durante este proceso histórico, emergiendo una diversidad de sociedades de librepensamiento en las que se afiliaron un gran número de intelectuales y personas cultas en donde “se cree que la Franc-Masonería, fundada el 24 de junio 1717 en Inglaterra, auspició al mayor número de los personajes “ilustrados”, destacados en este movimiento”^[7].

En la Edad Contemporánea, se instaura extensamente las profesiones liberales por medio de la formación universitaria, que con el tiempo se va decantando, especialmente al ingresar al siglo XX-XXI, producto que la educación tiende a inclinarse cada vez más a una especialización, observándose que “los expertos saben más y más de cada vez menos y menos. Es decir, un físico, por ejemplo, sabrá mucho de física o incluso sólo de una rama de la física; pero no le preguntes cual es la capital de cierto país, o quien era Platón porque eso no es de su carrera y lo más probable es que no tenga idea”^[8], llevándonos así, a transformar las Artes Liberales a un tipo de Artes Serviles, que nos permite observar a una ‘sociedad ideal’ que “sólo importa uno mismo y los demás son importantes solo en virtud de cuanto me pueden hacer ganar”^[9].

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