UNA DE LAS FOTOGRAFIAS ACCIONADAS DE MEMORIA

LA FOTOGRAFIA ACCIONADOR DE MEMORIA

UN RECORRIDO POR LAS CALLES DE POPAYAN, RESCATANDO AQUELLOS HOMBRES MEMORIAS, MUJERES MEMORIA; AQUELLOS PERSONAJES ANONIMOS QUE SE ENCARGAN DE TRANSMITIR ESA MEMORIA A LA SOCIEDAD.

Portatil e ilustrado-son con esos adjetivos que Boris Kossoy define el mundo después de la alborada del siglo XIX. Un mundo, que después de la invención de la fotografía en la primera mitad del siglo XIX, fue sustituido por la imagen. La expresión cultural de los pueblos y sus costumbres, mitos y religiones; la arquitectura de las ciudades, los conflictos armados; las expediciones científicas y todas las cosas que pudieran ser retratadas: todo pasó a ser registrado por medio de las cámaras fotográficas. Con el desarrollo de la industria gráfica, la fotografía encontró el soporte ideal para multiplicarse, y así, iniciar un nuevo proceso de conocimiento, un nuevo método de aprender de lo real.

La relevancia de la imagen fotográfica lleva a Kossoy a afirmar que cada micro aspecto captado por la cámara es capaz de preservar la memoria visual de diferentes contextos socio gráficos; de esa forma, la fotografía puede ser vista como un documento histórico. Un panel de informaciones visuales para nuestra mejor comprensión del pasado en sus múltiples aspectos.

A pesar de la riqueza de detalles que esas imágenes traen, es preciso saber indagarlas correctamente para poder extraer de ahí conocimiento del pasado. Las fotografías son compuestas apenas por indicios, por la parte externa de la historia que no se muestra, son fragmentos seleccionados de la apariencia de las cosas, tal como fueron retratadas estética e ideológicamente. Por esta razón Kossoy se empeña en mostrar las múltiples realidades fotográficas, que se presentan tanto explícitamente, en el nivel de lo que vemos, e implícitamente, haciendo referencia al contexto y al ambiente registrado. Solo por medio de ese ejercicio de develamiento es posible retirar de la imagen su potencial informativo e histórico. El trabajo a desarrollar abordara la relación entre imagen y memoria y como esa relación puede contribuir a la historia.

Historia y memoria, a pesar de no representar la misma cosa, son interdependientes. La historia crece a partir de la memoria, y la memoria es alimentada por la historia. Jacques Le Goff afirma, que desde los tiempos más

antiguos, en las sociedades sin escritura, la memoria ya estaba presente y era difundida a través de los mitos de origen.

Varios fueron los cambios que se atribuyeron a la contemporaneidad, no en tanto, en cada etapa, la memoria se reafirmó como uno de los elementos cristalizadores del sentimiento y de la identidad colectiva, e individual. La fotografía también desempeño un papel importante en ese aspecto. Para Le Goff, la fotografía es una herramienta revolucionaria, capas de preservar la memoria del tiempo. Por medio de la imagen fotográfica, viene la multiplicación, y la democratización de los negativos de todos los monumentos que muestran todo aquello que debe ser recordado.

La fotografía, analizada por el punto de vista de la memoria, es un punto de partida, un instrumento, que puede accionar la imaginación, por eso, no es fija, es moldeable de acuerdo con nuestras imágenes mentales, nuestras fantasías y ambiciones.

Ir más allá del hecho representado por la fotografía, creando nuevas imágenes, recuerdos e historias es una acción que despierta el interés particular por rescatar el registro la memoria mediante el registro fotográfico y la narración oral, buscando transformarlas en herramientas que arrojaran nuevas informaciones, quizá históricas o de núcleo común, aquellas historias que aún están por fuera de cualquier tipo de registro, aquellas informaciones que corren el riesgo de quedar por fuera de la memoria.

La metodología propuesta, para el trabajo, Guardianes de Imágenes: Memorias fotográficas y la relación de pertenecimiento de nuestros ancianos. Es escuchar detalladamente los recuerdos generados por algunas de sus fotografías, analizar esos recuerdos, y quizá comparar con otro tipo de relatos, promoviendo una discusión sobre la memoria e identidad. Lograr una descripción detallada de una fotografía, oral y textual. Con el objetivo de mostrar que la imagen es capaz de disparar el gatillo de la memoria y dar nuevos datos además de los que son compartidos y narrados espontáneamente. Realizar una fotografía de aquella persona escogida, resaltar la importancia de las personas como conocedoras atesoradoras de conocimiento, es el propósito, el rescatar y resaltar a estos guardianes de imágenes. La fotografía tendrá una breve descripción, de la persona y un fragmento de la historia contada, esa historia que género importancia en ustedes.

Fotografia y memoria

En su libro sobre la fotografia, Susan Sontang afirma que la realidad siempre fue interpretada por medio de las informaciones obtenidas por las imágenes. Si lo real es interpretado imaginariamente por el hombre, es imposible separa las imágenes de su existencia, es como cerrar los ojos ante la importancia que ellas tienen para la historia.

Desde los tiempos más remotos, diferentes productos de imágenes fueron creadas, sirviendo como interpretaciones, vestigios de algo, directamente calcado de lo real. Desde su creación la fotografía, es objeto de estudio, es considerada una copia, congelando en el tiempo y en espacio, una determinada escena. Por esa razón las personas acabaron tomando la fotografía como espejo de realidad.

El concepto de fotografía y su inmediata asociación a la idea de realidad se tornaron tan fuertemente arraigados que, en el común, existe un condicionamiento implícito de ser la fotografía un sustituto imaginario de lo real. Un sustituto portátil que puede ser transportado a través del espacio y del tiempo.

Según Boris Kossoy, esa conexión automática entre las imágenes y lo real debe ser desmitificada, ya que, así como todos los demás documentos, ellas son plenas de ambigüedades, portadoras de significados no explícitos y de omisiones pensadas, calculadas, que aguardan por ser descifradas.

En ese sentido, tomar la fotografía como un espejo seria equivalente a tomar un fragmento por el todo, generalizando la realidad y su contexto. De hecho, la imagen fotográfica es capas de guardar índices del momento capturado, pero no puede ser considerada una verdad incuestionable. Ella es una representación, construida a partir de las escogencias ideológicas de su autor.

De esa manera, para alcanzar el potencial informativo de la fotografía y así contribuir con la historia, todo investigador debe contextualizar los índices de la imagen tomada, abordando los desdoblamientos sociales, políticos, económicos, religiosos, artísticos y culturales que permean el tiempo y el espacio de aquella escena. Es decir, la fotografía tiene dos fuentes de datos distintas: una de carácter explicito, que es lo visible, el objeto de la representación; y otra de carácter implícito, que hace referencia a la historia y al ambiente del tema registrado. De acuerdo con Kossoy, esa naturaleza dual es capas de superponer realidades.

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