Cinco Memorias
Enviado por vcad • 11 de Octubre de 2011 • 515 Palabras (3 Páginas) • 669 Visitas
*Cinco memorias sobre la instrucción pública*
La enseñanza pública tiene como tarea ayudar a los ciudadanos a deliberar consigo mismos y con los demás. Es importante establecer un vinculo entre lo epistemológico y lo jurídico-político Es entonces cuando se perfila el horizonte ético-humanista de la enseñanza.
Existían tres grandes aprendizajes complementarios y necesarios que unifican las tesis que aparecen en Cinq mémories sur l'instruction publique: 1) el aprendizaje de los conocimientos elementales en el marco de una historia general de la razón humana, es la exigencia epistemológico- didáctica de la enseñanza pública. 2) El aprendizaje de la ciudadanía ilustrada y los derechos humanos, es la instrucción cívica, indispensable para la revisión razonada de los enunciados jurídicos. 3) El aprendizaje del sentimiento de humanidad; cada derecho llevara explicito el deber que le corresponde.
Estos tres aprendizajes en realidad no son más que uno: el saber mínimo, tanto el más elemental como el más humilde, y contribuye a la concordia y a la soberanía general. Instruirse y cultivarse contribuye a la autoestima y al amor por la humanidad.
En julio de 1793, Robespierre pretendió suplir la enseñanza pública condorciana con la educación patriótica y espartana de Le Peletier de Saint-Fargeau. Desde aquella época la educación y la instrucción están, todavía hoy, confusamente mezcladas. Según Condorcet, la labor de la escuela es enseñar a que cada uno sea su propio educador, capaz en todo momento de consultar su razón.
• Teoría de la escuela pública*
Proposiciones previas
La teoría de la escuela pública presupone una reflexión previa sobre el problema que se plantea de manera inmediata a un pueblo legislador. No existe razón alguna para que deposite mi destino en manos ajenas, sea un dios, un príncipe o un pueblo. Nadie está exento de cometer errores, nadie puede detentar una legitimidad de esencia en cuyo nombre pueda imponerme decisiones falsas o superfluas. La ley no es la expresión directa de la voluntad de un grupo, ni aunque esta fuera unánime; es el resultado de una reflexión sobre su propia necesidad y; por ende, conlleva el concepto de humanidad. El cuerpo político admite dar un rodeo mediante la abstracción razonada y la reflexión sobre el error: sólo puede formarse por la reunión de espíritus que acepten dar ese rodeo.
Vemos entonces que surgen tres exigencias: 1) nadie puede ser excluido a priori del cuerpo político, dado que todos somos seres racionales. 2) Es indispensable encauzar la espontaneidad de las voluntades y alejarlas lo más posible de sus particularidades. 3) Las decisiones, en la medida de lo posible deben prevenir el error.
Una sociedad sin escuela o una sociedad donde la escuela no está pensada como un órgano de la libertad, está en duda expuesta a la enajenación
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