UNIDAD II VALORES Y ÉTICA AMBIENTAL
Enviado por aurensayos • 9 de Octubre de 2013 • 6.539 Palabras (27 Páginas) • 576 Visitas
UNIDAD II
VALORES Y ÉTICA AMBIENTAL
2.1.- SISTEMA DE VALORES
Entendemos por valores a unos criterios aprendidos que nos predisponen a actuar de una determinada manera. La selección de una acción está determinada por la organización de los valores, la relación que mantienen con el estimulo inmediato y la experiencia pasada.
Si bien estos valores no son estables a lo largo de nuestra vida, es en nuestra adolescencia cuando más conflictos y contradicciones sufren, pues cualquier cambio que se produce en su entorno afecta al contenido de los mismos.
La función de los valores es múltiple: indican como debemos comportarnos; sirven de guía; por ellos juzgamos nuestra conducta y la de los demás; permiten que nos comparemos con otros y averigüemos si somos competentes o morales; sirven para racionalizar nuestras creencias, actitudes y conductas.
Los valores transmiten la cultura y la sociedad. Los medios de comunicación tienen una gran influencia en la adquisición de los valores, en especial durante la adolescencia.
Ahora bien, las sociedades complejas como la nuestra se componen de múltiples grupos o subcultura con intereses que pueden ser complementarios, pero también no coincidentes y, a veces, incluso contrapuestos. Dichos grupos proporcionan su peculiar versión (su parcela) de los valores generales de la sociedad de que forman parte. Con ellos nos identificamos de manera más inmediata.
Así, el sistema social directamente como tal, o también cada grupo de diferencia por su parte, velan por su propia subsistencia sirviéndose de dos tipos de recursos. Por una parte, “programado” a sus miembros según las reglas del grupo. Por otra, se sirven de la sanción, el desprecio, el rechazo, y la marginación frente a aquellos integrantes que se alejan de sus directrices.
Debemos aclarar aun como se concretan estos mitos en nuestras vidas cotidianas. Los hemos definido como sistemas de valores, actitudes y conductas que se nos presentan como modelos a seguir.
Los medios de comunicación como reguladores sociales Hasta tiempos resientes, la función de educación, socialización o integración social, o sea, de programación de los individuos según las reglas sociales vigentes, correspondían en exclusiva a grupos primarios, como la familia, o a instituciones sociales como la escuela, la iglesia o los aparatos políticos. En la actualidad, dichos grupos e instituciones han cedido una parte importante de su tarea a los medios de comunicación de masas.
Dichos medios de comunicación actúan como, pues, como si nos situamos en al perspectiva del sistema social, como parte de los mecanismos que constituyen su sistema de seguridad. Cumplen una función de transmisión cultural de aquellas pautas de pensamiento y acción adecuadas al mantenimiento de la estabilidad social. Sirven para proporcionar, recordar, y reforzar continuamente los mitos dominantes en la cultura. Podríamos decir que cumplen el papel de una especie de nuevas instituciones “religiosas”, en el marco de una sociedad que se pretende profano. Y ello es así en la medida que actúan como medios de “iniciación”, y como medios de transmisión ceremonial.
Un sistema de valores permite al hombre resolver los conflictos y tomar decisiones. La escala de valores será responsable en cada caso de los principios y reglas de conducta que se pongan en funcionamiento. La carencia de un sistema de valores bien definido deja al sujeto en la duda, a la vez que lo entrega en manos ajenas a su persona.
• Valores culturales
• Valores personales
• Valores sociales
• Ideología
• Actitudes
• Actitudes sociales
• Altruismo
• Atribución causal
• Cambio de actitud
• Catolicismo
• Comportamiento de los consumidores
• Desarrollo moral
• Ética
• Factores culturales
• Justicia
• Libertad
• Moralidad
• Religión
• Tolerancia
• Verdad
2.1.1.- DEFINICION DE VALORES Y CARACTERÍSTICAS
Valor es, según se ha visto; aquella cualidad intrínseca al objeto que suscita la admiración, estima, respeto, afecto, búsqueda y complacencia. Está claro que esta definición intenta sintetizar el aspecto subjetivo y objetivo del valor. De acuerdo a lo que se abarcará, el valor moral es el que se meterá en el asunto del medio ambiente.
El valor moral tiene una especial relación con el sujeto que actúa, en cuanto que lo hace con intencionalidad, con libertad y como consecuencia de un compromiso interno.
En el valor moral hay que distinguir un aspecto objetivo: la acción moral concreta, exteriorizada; y otro subjetivo: la buena o mala voluntad.
Según esto, lo específico del valor moral está en el compromiso intencional del sujeto. Lo más propio de los valores morales es su estrecha relación con la subjetividad humana, con todo lo que incluye de libertad, de intencionalidad, de responsabilidad.
Los valores morales tienen una importancia primordial en la vida humana. Se justifican por sí mismos. Es decir, no son valores que sirven para otra cosa, como ocurre con aquellas perfecciones del hombre que tienen carácter instrumental, como, por ejemplo, la ciencia, la cultura, etc., que pueden servir para triunfar en la vida.
Esto no quiere decir que los demás valores no tengan importancia para el hombre, pues, aunque efectivamente los valores más altos sean los religiosos, porque responden al destino último del hombre, los valores morales sirven como de puente entre los religiosos y los demás y aumentan el valor de ellos. Por ejemplo, ser un buen profesional muy competente y cumplir perfectamente con el deber, es un conjunto de valores o respuestas a valores, que perfeccionan al hombre. Si ese buen profesional tiene además sentido ético, aumentará el valor de esas actuaciones, aunque sólo se enjuicien en cuanto a su buena realización. Así, el médico prestigioso que se niega a colaborar en un aborto, enriquece su profesión médica (pues los médicos están para curar y no para matar). Y si, además, ofrece a Dios su trabajo, como reconocimiento de la superioridad de Dios, eleva todavía más el valor de esas acciones.
El valor moral está presente en todos los demás valores, sin privarles de su autonomía y sus peculiaridades, porque el hombre es ético (moral) por naturaleza y no puede renunciar a tener un comportamiento bueno o malo.
Por ser un valor eminentemente humano, condiciona a la persona en todas sus realizaciones. Se es hombre en la medida en que se cultivan los valores morales, que son la razón de ser del hombre. Son, por tanto, los valores más
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