VIVIENDA GRATIS EN LA REVOLUCION

La propiedad de esta no es de aquellos a los que el Estado los reconoce como tal, es una cuestión muy importante que los trabajadores nos vamos dando cuenta.

Hay que tener en cuenta que no fue edificada por el propietario sino por los trabajadores quienes fueron empujados a la obra por el hambre y que les ha llevado a aceptar un salario mísero. El dinero invertido del propietario no ha sido ganado producto de su trabajo sino que fue acumulado pagándole la mitad de lo que vale el trabajo a otros obreros que trabajan para él.

El valor de una vivienda actual: viene derivado del provecho que le pueda sacar su propietario, pero ese provecho es debido a que está en una ciudad que dispone de luz, gas, comercio…, tiene muelles, puentes… y que ofrece al habitante mil comodidades todos ellos hechos por el trabajo de generaciones enteras de trabajadores. Es decir que hay casas que pueden valer un millón de cualquier moneda no porque contiene cosas equivalentes a un millón sino porque está ubicada en cierta ciudad por eso decimos que es injusto apropiarse o vender cualquier parcela de patrimonio común.

La idea del alojamiento gratuito se manifestó claramente durante el sitio de París y también durante la Comuna de 1871.

Con revolución o sin ella, el trabajador necesita de un abrigo y vivienda pero siempre hay un propietario con poder para expulsarlo de ella, aun a pesar de que en la revolución no contará con porteros ni oficiales puede que el día de mañana se reconstruya el gobierno, por muy revolucionario que sea, con sus fuerzas represivas que lo eche de la vivienda.

Es preciso que se sepa que la vivienda gratuita es un derecho proclamado por el pueblo y que se trabaje en crear una corriente de ideas para la expropiación de las casas y ponerlas en práctica. Cuando estén maduras procederemos a llevarlo a cabo y será un hecho que el explotado, el trabajador, habrá comprendido que ha llegado tiempos nuevos, que la igualdad se ha afirmado y que la revolución es un hecho cumplido. Al popularizarse esta idea no chocará con los numerosos obstáculos que desde el ministerio o gobierno provisional nos pondrán como el pago de indemnizaciones a los propietarios, largas estadísticas… etc pero si el pueblo no se rinde y toma con sus manos esta tarea, la expropiación , se hará sin dificultades.

La expropiación debe hacerse por iniciativa popular, de ninguna otra manera podrá realizarse. Los primeros actos surgirán en los barrios, manzana… para investigar el número de apartamentos vacíos, de aquellos donde se amontonan familias, de viviendas insalubres, de las casas espaciosas para sus ocupantes y viviendas insalubres. Acto seguido se comunicará libremente las listas y publicarán las estadísticas, verdadera y exacta, que se remonta de lo simple a lo compuesto.

El siguiente paso que se dará es por parte de los ciudadanos que buscarán a sus camaradas que habitan en tugurios y les invitarán a participar en una reunión de todo el barrio para el reparto de viviendas.

Para evitar y alimentar los instintos egoístas y malsanos de nuestra sociedad, habrá que evitar que la cuestión de los alojamientos esté en

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