Vida, Muerte Y Trascendencia
Enviado por CAP7A5O • 2 de Junio de 2014 • 1.544 Palabras (7 Páginas) • 464 Visitas
Introducción.
El siguiente trabajo monográfico versará sobre Heráclito, enigmático personaje que vivió en el siglo VI a. de C. en la Grecia Antigua.
Se incluye en la vertiente teórica de la filosofía griega, que trata del entendimiento del Universo y, por lo tanto, se inclina hacia saberes como la metafísica o la física.
Su labor filosófica se extiende en primer lugar en el intento de encontrar el arjé, esto es, la sustancia primera de todo. Por otra parte, también es conocido por la formulación de su teoría de los opuestos y del Logos, entendido éste como centro ordenador de todo y considerado como muy importante hasta el punto de igualarlo con la propia naturaleza (physis), con el universo (cosmos) y por extensión con el propio dios. A este respecto son de destacar también sus teorías sobre teología y espiritualidad y sobre política.
No obstante, una de sus características es su oscuridad expresiva, lo que ha llevado a malentender su “obra". Y, además, su “obra” es muy breve, con lo que no es posible elaborar un estudio tan completo como el que se podría haber realizado caso de tener más datos escritos sobre su pensamiento.
Sobre su producción el dato más curioso es el complicado estilo que utiliza, el aforístico, que más tarde recogerán Demócrito y el propio Nietzsche.
Es Heráclito un filósofo mayor que ninguno de sus antecesores, ya que profundiza mucho más en la realidad, pero es el gran olvidado, puesto que no se ha estudiado como se debiera todo su pensamiento.
Se ha de indicar que lo expuesto en este trabajo ha sido extraído a partir de citas y de lecturas de los textos recogidos al final en el apartado de bibliografía. Por tanto, en lugar de indicar en cada punto la fuente exacta se ha optado por no hacerlo así y remitir desde estas líneas introductoras a la bibliografía.
Los presocráticos y el origen de la filosofía griega.
El griego reflexiona sobre su experiencia y sobre la anterior. Esta última no es otra que la de los mitos, de los que se acaba desconfiando y así comienza a preguntarse por el verdadero origen de las cosas que hay alrededor. De esta forma los griegos introducen la pregunta por el arjé, que tras Parménides se denominará logos.
Aquellos mitos eran cuentos o narraciones sobre dioses casi humanos que, transmitidos por la tradición, proporcionaban increíbles explicaciones sobre diversos temas. Con la aparición de la filosofía quedan replegados a un segundo lugar, aunque no son aniquilados ya que se utilizan en las aclaraciones (por ejemplo, Aristóteles y Platón)
Ya los mitos plantean los problemas de la filosofía, pero sus respuestas son poco creíbles; entonces, la filosofía vendrá a “hacer razonables” los problemas planteados, no racionalizarlos, sino a ofrecer los principios de comprensión racional. La filosofía no demuestra nada, ayuda a comprender las cosas dando una solución racional totalmente rebatible. No es teologización ni cientificismo, es la comprensión sistemática de la naturaleza.
Muy en cuenta hay que tener la concepción griega de que todo es physis, y es logos o arjé es su base, pero la physis no es, ni mucho menos, homogénea según se percibe por los sentidos. El logos lo es de la totalidad, pero, al haber muchas cosas, lo que hace es dar a cada cosa su lugar correspondiente, empezando, de abajo hacia arriba, por “lo malo” hasta llegar al espíritu, es decir, dependiendo del sitio así hay un comportamiento u otro. Así, el logos coloca y las cosas se comportan dependiendo de su lugar, por eso se dice que da sentido; es el responsable del problema del espacio en la physis.
En concreto, la physis o naturaleza, según Aristóteles, era considerada como aquello que nace, crece, etc. Y vive no creada por otra cosa que ella misma y que, además, es la sustancia de las cosas que posee principio de movimiento en sí mismas, según Tales.
Por tanto, toda investigación presocrática es una investigación sobre la naturaleza (periphyseus). La especulación filosófica nace como la identificación del Logos con la physis, que lleva a la sistematización o colocación cada vez mayor de ésta con independencia de los dioses. Así, a cada ser colocado se le especializa asignándole una responsabilidad, pero los griegos más bien creían en el concepto de necesidad (fuerza superior a todo cuanto existe), es decir, la naturaleza coloca todo conforme a necesidad y en el caso de posible descolocación volverá a él y morirá (de aquí nace la pregunta sobre quién es el ser).
De esta última idea surge la tragedia griega, cuando se nace debido a la culpa de haber salido de la colocación natural se llega a la destrucción, a la muerte.
En este contexto el sentido de culpa sería exterior. Con la filosofía
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