Vida Muerte Y Trascendencia

El objetivo principal de este texto es dar a conocer los conceptos de diferentes filósofos de vida, muerte y trascendencia y como ven cada uno de estos conceptos cada uno de ellos.

Para comenzar Sócrates dice que una vida sin examen no tiene un objeto vivirla para el hombre, este filosofo pensaba que el saber es una virtud, lo bueno de la vida y la ignorancia es lo malo, negativo de ella.

Sócrates decía que creer en la muerte no era otra cosa más que creer ser sabio sin serlo, pues esto era creer que uno sabe, lo que no sabe. Pues nadie conoce la muerte, ni siquiera si es el mayor de los bienes para el hombre, pero le temen como si supieran que es el mayor de los males.

Él también decía que vivir en trascendencia era contribuir al conocimiento vivo de los demás, aún a costa de su propia muerte.

En cambio para Platón el alma era el eje y centro de la vida. Esta la dividía en tres: 1.- La Racional: Es la parte más noble y elevada, y su función es conocer intelectivamente y guiar a las otras dos.

2.- La Irascible: Es la parte que simboliza el valor y la voluntad, que se deja conducir fácilmente.

3.- La Concupiscible: Es la que simboliza el deseo y la pasión sensible e inmoderada.

La muerte para Platón es la separación del alma y del cuerpo ya que es necesaria para cumplir plenamente el acto filosófico de la búsqueda de la verdad. La verdad se consigue en la muerte. Morir no es otra cosa que pensar en la vida, el saber que vas a morir hace que nuestra vida sea única e irrepetible.

Platón expresa que la trascendencia de las ideas diciendo que su lugar es el “Hiper uranos” (más allá del cielo) y esto significa que las ideas no procedan ni se agotan en el mundo de las cosas. Las ideas son trascendentes porque son realidades de la razón (alma) que sobre pasan lo concretan a lo que las explicó.

Para Aristóteles, entre los cuerpos naturales hay los que tienen vida y los que no la tienen y solemos llamar vida a la auto alimentación, al crecimiento y al envejecimiento.

Según Aristóteles los procesos de la naturaleza no son imprevisibles si no que están según lo que eres (un árbol, un pájaro, un hombre, etc.) así te trasladas y en tal cosa te conviertes y que el hombre es como un animal político.

Aristóteles cree que el alma humana al nacer el hombre es como una tabula rasa o tabla simple que gradualmente se va saturando de representaciones pictóricas de la realidad que subsisten reconocidas o grabadas en su mente.

Para Tomas de Aquino la vida es una gracia divina de un Dios y estamos regidos por leyes como la natural que habla de la naturaleza; La positiva que trata sobre todo de aquello que pone en orden a los seres humanos como las leyes de la suprema corte, el alma que lleva relación con la trascendencia.

Dice que una vida dirigida por las leyes naturales positivas y eternas

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