¿podemos Ser Libres?

¿Podemos ser libres?

Según la RAE, la libertad se define como: “ la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos” Y también como “ la facultad que se disfruta en las naciones bien gobernadas de hacer y decir cuánto no se oponga a las leyes y las buenas costumbres”, es decir que el ser humano nace libre y que la libertad es una facultad inherente a él, al mismo tiempo que dicha libertad está limitada por las normas tanto jurídicas como morales. Entendiendo que tanto el Estado como la normativa social son creaciones del hombre para mantener un cierto orden en la vida de comunidad, podríamos decir que el ser humano auto limita su libertad en pro de la buena convivencia, “la libertad de uno termina donde empieza la libertad del otro”, pero ¿Y si no hay un otro? ¿Y si viviéramos cada uno en lo suyo, sin preocuparse de nadie más? Esta es una idea prácticamente inconcebible por dos motivos, el primero es que la soledad resulta para el hombre, al igual que la libertad, un algo infinito e incomprensible, un algo que lo obliga a enfrentarse necesariamente con sus temores e incertidumbres, un algo que, comparado con la mortalidad finita del mismo resulta abrumante e intolerable que se transforma en un algo limitado al vivir en sociadad, lo cual nos lleva al segundo motivo, el hombre tiende a la convivencia con otros, busca relaciones ya sean de de amistad o de pareja, busca procrear, y al procrear establece lazos consanguíneos con otros, es por esto que se afirma que el hombre por esencia es y se constituye como un ser social, que busca la construcción de interacciones sociales, las cuales conllevan necesariamente a la vida en sociedad, por ende resulta contradictorio decir que el ser humano es tanto libre como un ser social ya que la una es incompatible con la otra, se limita la libertad de actuar y de expresarse del ser humano ya que esta puede interferir en las relaciones sociales del mismo, pero ¿ qué pasa con la libertad de pensar? ¿ Podríamos decir al menos que somos libres de pensar?, a primeras se puede decir que si, ya que al no expresar nuestros pensamientos es imposible que estos interfieran en la relaciones sociales, pero entendiendo, como lo entendemos que somos seres sociales y por tanto nos constituimos como tales en todos los planos que integran a la persona, construimos por ende nuestro racionamiento en función de esto, por lo que todos nuestros procesos cognitivos están profundamente delimitados por la realidad socio-cultural en la que nos movemos, y por las normas morales y éticas de nuestro entorno, ya desde la primera infancia se nos inculca la moral y la ética, por ejemplo, los límites del lo que está bien y lo que está mal, al imponernos estos límites éticos, se delimita por consecuencia nuestro pensamiento y también la posibilidad de construir el mismo con total libertad. Podemos establecer también,

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