ÉTICA EN ADMINISTRACIÓN

La ética implica el desarrollo de una persona, sin interponerse al desarrollo de los demás. La ética puede ser muy parecida, sin embargo, no es lo mismo que la moral, ya que la moral está más vinculada a un grupo de valores marcados dentro de un grupo social, estos valores son aprendidos y llevados a la práctica por el individuo. Sin embargo, la ética está sustentada en campos de la moral.

Al hablar del desarrollo personal del individuo, cuando este está como empleado en una empresa, no se debe pensar que la motivación para lograr dicho desarrollo se encuentra exclusivamente en la relación con su jefe o su trabajo, el individuo debe encontrarla en su círculo familiar, su cultura, sus ideales y sus objetivos personales.

De esta manera se entiende que el desarrollo no solo es el crecimiento económico sin hacerle daño a nadie ni a nada, sino que también existe un crecimiento y cambio en la forma de pensar del individuo.

La ética en la administración habla de todo lo que trata de conductas morales, lo que es permitido y lo que no. El llevar una conducta ética en la administración no siempre habla de que el negocio vaya a ser realizado de una manera eficaz pero una buena actuación ética es sinónimo de una buena actuación profesional. La ética descubre en los hombres algo de más valor que la simple actuación.

Conclusión:

El comportamiento de un administrador debe de estar basado en valores éticos que beneficien a la sociedad, a la empresa y a la economía en la cual se encuentre su empresa (si es que se encuentra en una). Estos valores éticos son la base de la confianza y cooperación. A pesar de que nuestros colegas no lo hagan es importante marcar un cambio y que todo lo que hagamos, tanto en nuestra vida profesional como personal, sea limpio, ético y que siempre tengamos nuestras convicciones claras.

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