ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

CONTESTACION DE DEMANDA


Enviado por   •  13 de Junio de 2014  •  1.709 Palabras (7 Páginas)  •  263 Visitas

Página 1 de 7

1.1.- HISTORIA DE LOS SISTEMAS POLÍTICOS DE LA ROMA CLÁSICA

INTRODUCCIÓN

La ciencia Política surgió como una forma de pensamiento filosófico que estuvo dentro de otras ciencias y que al transcurrir las investigaciones le tomaron más importancia y a lo largo del tiempo pasó por diversas etapas y periodos que la fueron fortaleciendo y dando consistencia hasta llegar a ser conocida como una verdadera ciencia autónoma a fines del siglo XIX relacionándose con otras ciencias sociales para una mejor explicación de los fenómenos que estudia.

Nos encontramos con que la Ciencia Política se rige por objetos de estudios como el poder, estado y concepciones intermedias y que cada autor tiene una posición nueva, por lo cual su objeto no es algo enteramente definido, por tanto, su concepto también es variable, pero todos coinciden en que estudia fundamente el ejercicio, distribución y organización del poder en una sociedad.

Por ende, la acción del politólogo en la sociedad es fundamental ya que encamina a nuestra sociedad en el proceso de toma de decisiones referente a su desarrollo integral, acentuando el espíritu humanista, progresista y democrático en nuestras acciones.

El sistema político que rigió en Roma fue también cambiando con el tiempo. La distribución de la historia de Roma en tres épocas o períodos y la denominación de cada uno de ellos se basa en las tres formas de gobierno que se sucedieron en Roma: Monarquía, República e Imperio.

La Monarquía romana no era de carácter hereditario, sino electivo, y se apoyaba en tres fundamentos: el poder del rey (que abarcaba el ámbito político, militar, judicial y

Religioso),

El Senado (Consejo de Ancianos que representaba a las más antiguas y ricas familias y que asesoraba al rey en la toma de decisiones)

Y la Asamblea Popular (que ratificaba las leyes presentadas por el rey, y cuyos integrantes constituían el populus romano, formado sólo por la clase social dominante, los patricios.

En la época monárquica (753-509 a.C.) la tradición nos habla de la sucesión de siete reyes: cuatro de origen latino Rómulo, Numa Pompilio, Tulo Hostilio y Anco Marció y tres de origen etrusco Tarquinio el Antiguo, Servio Tulio y Tarquinio el Soberbio.

Hacia el 509 a.C. se produjo en Roma una revolución dirigida por los patricios, debido, según la tradición, a la violación, por parte de un hijo de Tarquinio el Soberbio, y suicidio de la noble Lucrecia. Éstos expulsaron a Tarquinio, el último rey etrusco, y organizaron un nuevo sistema de gobierno dirigido por dos magistrados (cónsules) con las mismas atribuciones de los antiguos reyes, pero compartidas y con una duración anual e improrrogable. De hecho, lo que se estableció fue una República aristocrática u «oligárquica» que duró cinco siglos (del siglo V al siglo I a.C.), y cuyas instituciones o pilares básicos quedaron plasmados en las siglas SPQR (Senatus Populusque Romanus: el Senado y el Pueblo de Roma, representado por los Magistrados y las Asambleas o Comicios.

Como sucedía en Atenas o Esparta, en la República romana sólo podían participar en política los «ciudadanos» en posesión de todos los derechos, es decir, los patricios y los plebeyos, que constituían una minoría de la población. Las mujeres y los esclavos estaban excluidos.

El equilibrio de las instituciones de la República siempre fue precario, debido al sistema de clases: aunque los plebeyos lograran, tras una larga y penosa lucha, la igualdad de derechos con los patricios, la carrera política o «cursus honorum» era muy cara (sólo accesible a ciudadanos ricos), y el sufragio no era directo (ya que se votaba por grupos y globalmente).

La gran expansión territorial de Roma como consecuencia de las «guerras púnicas» tuvo graves consecuencias para la República. La clase senatorial (formada por los nobles terratenientes y los caballeros, que controlaban el mercado y las finanzas) se enriquecía con los beneficios obtenidos de las guerras, mientras la plebe, tanto campesina como urbana, se empobrecía cada vez más.

La ambición, la corrupción y la violencia se adueñaron de la política, y la lucha por el poder se tradujo en tres sangrientas guerras civiles que destrozaron la República: la primera entre Mario y Sila, la segunda entre César y Pompeyo, y la tercera, entre Octavio y Marco Antonio.

FILÓSOFOS: CICERÓN, SÉNECA Y PLOTINO EN ROMA

Es posible relacionar a estos tres hombres y Roma que será para ellos una ciudad de paso, puesto que ninguno de los tres nació allí; sin embargo, para cualquier romano que se precie Roma es, además un pasó obligado. En ella enseñaron o, en el caso de Séneca y Cicerón desarrollaron su carrera política. Roma, la Ciudad eterna, los eterniza.

Ahora corresponde hablar de las diferencias: la primera que salta a la vista es cronológica:

Los tres vivieron en épocas distintas, cada una de ellas signada por cambios importantes, los temas objeto de la reflexión de cada uno siguieron esos avatares históricos. Mientras Cicerón y Séneca fueron estoicos, Plotino fue el más ilustre representante del Neoplatonismo en Roma. Pero aún dentro del estoicismo debemos establecer algunas diferencias de pensamiento.

San Agustín funda la existencia de vínculos en la coincidencia de la cosas que se aman, estos hombres que hoy nos convocan, estaban unidos por varios amores en común: el amor a la filosofía, los tres eran filósofos los tres fueron de algún modo maestros; y finalmente el amor a las palabras, ya que los tres fueron escritores o dejaron a través de otro algún testimonio escrito. Y aunque tal vez Cicerón haya sido el mejor, los tres han alcanzado la eternidad que implica yacer en los estantes de una biblioteca como parte viviente de la memoria

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (11 Kb)
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com