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Culturas Precolombinas Mesoamericanas


Enviado por   •  20 de Octubre de 2021  •  Ensayo  •  3.263 Palabras (14 Páginas)  •  167 Visitas

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Tema: Culturas Precolombinas Mesoamericanas.

Vega, Carla Nahir.

Introducción

Las tradiciones rituales mesoamericanas han sido manifestación de un pensamiento en relación a la cosmovisión de los distintos grupos humanos. Uno de los elementos más  llamativos de la cultura prehispánica mexicana es la creación de máscaras. Los artesanos contaban con la tecnología y los materiales necesarios para fabricar máscaras de papel y madera que posiblemente fueron utilizados para danzas, representaciones teatrales, fiestas religiosas e incluso para la guerra. Las máscaras funerarias se hicieron en barro y más frecuentemente en piedra. Los cadáveres cuando eran enterrados en los espacios sagrados se les colocaba una máscara y otros ornamentos de piedras, comúnmente de jade, obsidiana o malaquita.

Las más antiguas máscaras se elaboraron durante el Preclásico Medio y seguían utilizándose aún en tiempos de la conquista española. Numerosas máscaras de piedra han sido asociadas a la cultura Olmeca, y cuya influyente iconografía se encuentra también en las tierras altas mexicanas. También hubo amplios hallazgos de  máscaras mayas, quienes adoptaron parte de las creencias religiosas de la cultura madre Olmeca. El uso del jade para su fabricación, material muy apreciado, carga con tintes poéticos ya que se lo consideraba representativo de lo sagrado.

Con el presente trabajo se busca evidenciar el proceso de continuidad y cambio de las máscaras particularmente en la cultura Olmeca que floreció en el Golfo de México hacia 1000 a.C. del Periodo Preclásico Medio y en relación con la cultura Maya de la zona sureste del Periodo Clásico Temprano, del 250 al 900 d.C., a partir de la selección y análisis de dos máscaras de cada cultura.

Desarrollo

El inicio de la civilización mesoamericana se ubica entre el año 2500 a.C., con la aparición de la cerámica y las primeras aldeas agrícolas. Durante el Periodo Preclásico Medio, entre los siglos XIV-IV a.C., se difundió la cultura Olmeca en toda Mesoamérica.

Los Olmecas se desarrollaron en la región tropical a orillas de la Costa del Atlántico del  Golfo de México, entre los años 1300 al 300 a.C. El Área Nuclear Olmeca abarca parte del sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco. Esta civilización se constituyó principalmente alrededor de los primeros grandes centros ceremoniales, políticos y religiosos, que hoy identificamos arqueológicamente como San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes.         

En primer lugar, se iniciaron con el centro ceremonial de San Lorenzo, erigido alrededor de 1300 a.C. Sobre una gran plataforma, construyeron los edificios principales con un complejo sistema de desagüe y emplazaron sus primeros monolitos de piedra llamados estelas. Alrededor de 900 a.C., San Lorenzo fue destruído y trasladaron el gobierno al centro de La Venta, donde lograron su apogeo cultural. Allí contaban con un centro ceremonial y edificios con orientación norte-sur, montículos con monumentos alrededor de una gran plaza, una pirámide cónica y elevaciones más pequeñas de tierra apisonada. Este desarrollo urbanístico fue acorde a un orden cósmico. Tallaron cabezas humanas de grandes dimensiones, estelas, altares y obsesivas imágenes del jaguar. Hacia el 500 a.C. abandonaron el centro instalándose en Tres Zapotes, considerado su último período.

Olmeca significa en idioma náhuatl «habitantes de la región del hule». Este nombre fue acuñado hacia la mitad del siglo XX, para marcar la presencia de un pueblo que se distinguió, entre otras cosas, por la manufactura de grandes monumentos de piedra y pequeñas estatuillas de jade de los cuales, una de las características comunes era la representación de rasgos felinos, lo que suponía una enorme deidificación al jaguar. Por tal razón la presencia de rasgos jaguarinos sincretizados en figuras humanas es constante en el arte de este pueblo, quienes consideraban a este animal como una deidad ancestral. Otros rasgos distintivos de esta escultura son las cejas en forma de llamas, hendidura en “V” en la frente, rasgos de garras y colmillos en los labios, y detalles de un simbolismo conocido como cruz de San Andrés. Fueron los primeros agricultores especializados en los cultivos necesarios para la sobrevivencia humana como el maíz, la calabaza, el frijol, el chile y varios tipos de legumbres.

El territorio Olmeca era cruzado por grandes ríos, cubierto de aguas pantanosas, por lo que debieron perfeccionar un sistema de transporte acuático. Se expandieron por distintos territorios formando así una red de intercambios comerciales de larga distancia por toda Mesoamérica. Además de intercambiar productos y materiales, hubo difusión de elementos culturales olmecas tales como el culto a la montaña, el culto a la Serpiente Emplumada y el simbolismo religioso del jade.

Los comerciantes emprendían largos viajes a la lejana región maya del valle del río Motagua, en la actual Guatemala, donde adquirían las piedras preciosas de jade que luego eran talladas por artesanos olmecas para satisfacer la demanda de objetos de lujo de la alta jerarquía. El jade es un mineral privilegiado por diversas culturas para representar el agua, la fertilidad y la riqueza. Los jades finamente pulidos y brillantes eran los objetos de lujo más valorados en esa época.  Los bustos con el retrato de los ancestros y la presencia de los cetros y símbolos del poder son otros ejemplos del culto a las autoridades políticas, combinado aquí con el culto a la montaña, el agua y la fertilidad. Propiciar la fertilidad era la función más alta que se atribuían los gobernantes. 

Según López Austin, el fenómeno más importante del Preclásico Medio es el surgimiento de la diferenciación social, que alcanza sus primeros efectos entre los Olmecas. Esto se ve evidenciado en la complejidad de las tumbas, en la riqueza de las ofrendas funerarias y en las representaciones iconográficas. [1]

Cerca de La Venta se encuentra el Arroyo Pesquero, donde a fines de 1960 se descubrió una gran cantidad de jade del Preclásico Medio. Junto a máscaras de jade de tamaño natural, se encontraron hachas con finas incisiones vinculadas al maíz.  Como suele ocurrir en los espacios rituales olmecas, en las ofrendas votivas al inframundo y a las aguas  confluyen temas como el sagrado maíz pero también el gobernante, que encarna el poder terrenal con las fuerzas mismas del universo.  Es quien tiene el “doble papel de conductor de la sociedad y el de conservador del orden cósmico.” [2]

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