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IDENTIDAD DE GENERO


Enviado por   •  15 de Julio de 2014  •  1.288 Palabras (6 Páginas)  •  438 Visitas

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En la actualidad, constantemente se ha formado la problemática acerca de los privilegios de género; la lucha por la igualdad ha tomado un papel significativo en los conflictos internacionales y los derechos han sido replanteados frente a la insistencia de una sociedad equitativa.

Sin embargo, a la vez que se luchaba a favor de la igualdad de género, la identidad que ésta conllevaba se perdía en medio de las borrosas divisiones que con el paso del tiempo se formaron en torno a ella, y sólo con un básico como referente, el término de hombre y mujer quedó relegado a un prototipo sin autenticidad alguna.

Así pues, para hablar de identidad de género, debemos partir desde los conceptos que conforman este tema:

El género es el estado social y legal que nos identifica como niñas o niños, mujeres u hombres, la mayoría de características acerca de ese estado son determinados por la cultura, que define lo que es masculino y femenino. Siguiendo esta línea de ideas, la identidad de género es cómo nos sentimos acerca de nuestro género y la forma en la que lo manifestamos.

Biológicamente, la división entre hombre y mujer es más que obvia debido a los órganos sexuales, sin embargo, el género y la identidad que debe generar va más allá de eso, incluye una combinación compleja de creencias, comportamientos y características, combinadas con el sentido de pertenencia que éstos generan en la persona, es cómo se reconoce a sí misma y su manera de mostrarlo en sociedad a través de la apariencia física y la personalidad. La estabilidad de género es aprendido a través de la experiencia, pero puede ser alterado, o “des-aprendido” debido a su entorno o experiencias de su niñez.

Ahora, si bien la identidad de género se basa en la comodidad que la persona siente de acuerdo a éste, muchas veces la forma en la que el individuo se expresa va en contra de las normas establecidas por la sociedad, y en la mayor parte de los casos, para evitar la discriminación y poder encajar en los estereotipos establecidos dentro de la cultura, se adapta a ellos, aun cuando esto viola su propia comodidad. Ya que esto contraría la personalidad del individuo, ésta situación demuestra falta de carácter y autoestima.

Pero ¿cuáles son aquellas normas o estereotipos que se establecen como lo femenino y lo masculino?

La sociedad ha establecido ciertos términos o actitudes para denominar cada género; tanto positivos como despectivos:

Para la mujer, han atribuido el término feminidad, que constantemente es acompañado con las cualidades de emocional, pasiva, sensible, llena de gracia, inocente y complaciente, así como le atribuyen defectos del tipo dependiente, débil y sumisa. Eso como un estándar a grandes rasgos, si bien al ahondar en cada una de las facetas que la mujer ha asumido a lo largo de su historia en pro del feminismo, también encontramos ciertos estándares que, si bien distan un poco de los mencionados antes, están conectados de una u otra forma.

En cuanto a los hombres, los rasgos masculinos predominantes que se han establecido son fuerza, independencia, seguridad, rebeldía y competitividad, así como los defectos se marcan en su mayoría alrededor de su agresividad e insensibilidad.

Teniendo éstos parámetros como referente, se vuelve complicado que una mujer con un carácter fuerte o un hombre que se emociona fácilmente sean reconocidos como tal en la sociedad actual, que al observar estos comportamientos, inmediatamente los tachan de homosexuales y/o los discriminan por no cumplir con lo que es convencionalmente aceptado, sin pensar que tal vez ésta es la forma con la que éstas personas se sienten cómodas para expresar su identidad de género, pues se sienten identificados con él, mas no con la forma en la que la sociedad los plasma.

Las personas que tienen rasgos masculinos y femeninos por igual suelen denominarse andróginas; entre las personas que constituyen este grupo, ni los rasgos masculinos ni los femeninos son dominantes. Este término puede usarse en formas físicas – de acuerdo a rasgos y características biológicas –o psicológicas, aunque en este último caso, se utiliza para referirse a aquella persona cuyas actitudes no se inclinan

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