LA COMIDA ANDINA ANTES DEL ENCUETRO

LA COMIDA ANDINA ANTES DEL ENCUENTRO

La región Andina fue el asiento de una de las culturas más importantes de la América Precolombina: la cultura Incaica.

La cultura Incaica abarcó Colombia, Ecuador, Perú y el norte de Argentina y Chile. Ésta cultura es un cúmulo de conocimientos, tradiciones, costumbres y desarrollo tecnológico principalmente. Su desarrolló comenzó en el siglo X hasta la conquista española. La cultura Incaica desarrolló su cultura y alimentación de acuerdo a su medio ecológico.

Según descubrimientos arqueológicos, la presencia del hombre en el territorio de Ecuador se remonta entre 10,000 y 20,000 años atrás; era hombre nómada y su alimentación estaba basada en animales de la época.

En Guayaquil, Ecuador; se encuentra la península de Santa Elena, se cree que aquí el hombre se convirtió en sedentario en época muy temprana; gracias a la riqueza de los manglares y desembocaduras de los ríos. Pescaban y recolectaban moluscos y crustáceos durante todo el año, complementando ésta alimentación con vegetales.

Hace aproximadamente en el 4,000 a 2,300 A.C se desarrolló la cultura Valdivia, en la misma región del Ecuador, ésta cultura inventó la cerámica y desarrolló la agricultura del maíz, el ejote, el frijol y otros. Con el invento de la cerámica se crearon ollas que permitieron cocinar alimentos, guardar maíz y frijol por tiempo indefinido. A finales de la Cultura Valdivia ya existía el intercambio comercial con el Perú y Mesoamérica.

En Ecuador la agricultura comenzó en la costa, difundiéndose al resto del país, principalmente a la región interandina (Pichincha, Carchi, Tungurahua, Chimborazo, Cañar, Azuay, Loja, Imbabura, Bolívar y Cotopaxi). En la región interandina se inventaron técnicas agrícolas como la irrigación (riego).

El hombre primitivo andino era principalmente vegetariano. Aunque domesticó algunos animales como el cuy (conejillo de indias) y la llama, solamente los consumían en ciertas festividades. Gozaron de una dieta balanceada gracias a la variedad de vegetales que tenían a su alcance.

La base de la alimentación del hombre precolombino de Mesoamérica y de la región Andina eran el maíz y el frijol. Se desarrolló la “Cultura del Maíz”.

El maíz es un alimento muy versátil: se puede utilizar el grano tierno, cocido o tostado, maduro y seco para la elaboración de tortillas, arepas (alimento hecho de masa de maíz molido, de forma circular y semi-aplanado) y más preparaciones. Se domesticaron infinidad de variedades de maíz, desde las de grano suave hasta las de grano duro como el mármol que en Ecuador se llama “Morocho”; las que se tuestan sin que revienten hasta las que sí revientan (palomitas), de color blanco hasta el color negro. Cada variedad tiene sus propiedades y usos específicos.

Gracias al maíz, la conquista del imperio Inca fue posible. Francisco Pizarro y sus 150 hombres, traían una muy limitada reserva de pan de trigo, que les sirvieron para pocos días. Gracias a que se aprovisionaron de maíz en la costa y más tarde en la serranía (región interandina), no murieron de hambre durante las semanas de exploración a los Andes.

Las culturas Andinas, muy anteriores a los Incas, desarrollaron tecnologías agrícolas como los cultivos asociados y la rotación de cultivos. Se deposita en el mismo hoyo semillas de maíz y de frijol, así se desarrolla un cultivo asociado que permite la alimentación con los granos y favorece el rendimiento agrícola.

La alimentación andina fue muy variada y balanceada, en las piezas arqueológicas no aparece signo de desnutrición. Se cree que ésta surge con la conquista gracias a problemas sociales y biológicos.

La región Andina ha sido uno de los centros de origen y dispersión de muchos alimentos como la papa, alimento importante a nivel mundial y “salvadora de hambrunas” en las guerras; la quinoa (amarantácea), el melloco (tubérculo), el chocho o trahui (leguminosa), el zapallo, el zambo, el camote, la arracacha (zanahoria blanca) y muchos otros.

LOS EUROPEOS SE NECUENTRAN CON LA TRADICIÓN ANDINA

En 1532 los españoles aprisionaron al emperador Inca Atahualpa, en unos meses se cumplirían 40 años de la llegada de Colón a América. Los cronistas creyeron que ya lo habían visto todo, pero cuando llegaron a Perú, se dieron cuenta de lo diferente que era del resto del Nuevo Mundo explorado y conquistado.

En 1525 llegan por primera vez los españoles al mando de Francisco Pizarro, a la costa norte de Perú, dándose cuenta inmediatamente de la diferencia de la cultura Incaica con la del resto del Nuevo Mundo; ésta expedición fue de exploración. Perú tiene un medio ambiente único y una gran cantidad de metales preciosos que llamaron la inmediata atención de los conquistadores.

Una de las diferencias que tenía con el resto de las culturas de América, era que tenían grandes mamíferos domésticos como las llamas y las alpacas. Para los incas resultaban importantes como fuente de fibras textiles, como animales de carga, como provisión de combustible en las tierras altas y en último lugar como alimento.

Los plebeyos no tenían permitido consumir carne, a menos que algún noble se las diera, o que hubiera una gran festividad; entonces tenían permitido matar uno de los cuyos que criaban en su casa. La cacería no estaba permitida a menos de que se cazaran pajaritos para algún noble o fuera una de las grandes cacerías comunales.

En 1531 los españoles regresaron a Perú, Francisco Pizarro fue nombrado por el rey de España Carlos V, gobernador del territorio explorado. La situación política de los incas había cambiado, para suerte de Francisco Pizarro.

Huaina Capac, el viejo emperador, había muerto al igual que su heredero, se cree que fue a causa de una enfermedad llevada por los españoles. Sus otros dos hijos peleaban el imperio. Inmediatamente Francisco Pizarro se enteró de ésta situación gracias a dos jóvenes que había capturado en su primer viaje y que habían aprendido español, y se fue a ver a uno de los aspirantes a emperador.

Durante el viaje, los españoles recibieron la visita de un noble inca al que llamaron Apoo, que les ofreció un a canasta de frutas; frutas indígenas llamadas “Inga feuille”. Cuando el noble regreso ante el Inca Atahualpa, uno de los

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