La historia de la civilización olmeca

El periodo Formativo está fuertemente marcado por la aparición de la que se considera como la primera gran civilización del área: los olmecas. Los logros culturales de los habitantes del país del hule anticipan lo que más tarde se considerarían como rasgos característicos mesoamericanos: escultura monumental, trabajo de jade, arquitectura cívica y ceremonial, diferenciación social entre una élite con sacerdotes profesionales y un sustrato campesino que los sustenta, calendario… Además la influencia olmeca pudo ser determinante para el desarrollo cultural de otras regiones de mesoamérica.

La civilización olmeca surgió y se desarrolló en un área geográfica de 18.000 km2 en los actuales estados de Veracruz y Tabasco, enmarcada por el Golfo de México y las estribaciones de la Sierra Madre oriental. Es una tierra caliente y húmeda, llana y baja. El agua es una constante en la región olmeca, y no solamente en forma de pantanos, ciénagas o múltiples corrientes fluviales con una elevada precipitación. Los olmecas no solamente supieron adaptarse a estas determinadas condiciones, sino que incluso las encontraron favorables para el desarrollo de su cultura en la que desempeñó un importante papel el fértil y rico limo depositado en los ríos como un factor agrícola-económico.

A partir de ahí se divide en tres períodos:

Olmeca I (1500 y 1200 a.C.) - Nos encontramos con comunidades que practican una agricultura incipiente, usando la técnica de la roza para cultivar en la espesa jungla, pero que no habían abandonado todavía las antiguas prácticas de recolección y caza. Estos habitantes elaboraban una cerámica correspondiente al denominado horizonte Ocós y mantuvieron relaciones con los grupos de cultura más desarrollados de la costa de Ecuador.

Olmeca II - Representa el desarrollo de la civilización y ha sido dividido en dos fases basadas en la alternancia de la importancia y probablemente del poder de dos de los cuatro sitios mayores olmecas en las tierras bajas.

El primero es el horizonte de San Lorenzo (1200-900 a.C) presencia el apogeo del sitio del mismo nombre. Fuera del área metropolitana el horizonte se detecta por una serie de rasgos relativos, sobre todo a la forma y a la decoración de la cerámica, como los baby faces, figurillas de niños huecas y englobadas en blanco, formas de cuencos, platos y botellas decoradas con el motivo garra-ala del Jaguar.

La segunda es el horizonte de La Venta (900-400 a.C.) que representa la destrucción de San Lorenzo y el predominio de La Venta. Es el momento del apogeo de la civilización olmeca, que se refleja tanto en las realizaciones artísticas de carácter monumental como en la perfección de las obras de arte mobiliar. Es también una importante fase de expansión e influencia olmeca en otras regiones de Mesoamérica. El horizonte es señalado por la presencia de cerámica blanca decorada con motivos lineales abstractos y por la aparición de jades finamente tallados.

Olmeca III (400-100 a.C) es de decadencia, siendo Tres Zapotes su único exponente como heredero de la vieja tradición cultural.

San Lorenzo - Tiene un grupo ceremonial principal formado por montículos dispuestos linealmente y patios cerrados, sobre una gran plataforma artificial que se eleva decenas de metros. Se estima que su población estaba en torno a los mil individuos que dependían de un pequeño grupo de élite que vivía en el propio centro. Desapareció hacia el 900 a.C. como centro de poder y físicamente.

La Venta - Toma el relevo de San

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