Presencia Inca En Bolivia

LA PRESENCIA INCA EN BOLIVIA

Introducion:

El Imperio incaico fue un estado precolombino situado en América del Sur. Al territorio del mismo se denominó Tahuantinsuyo (del quechua Tawantin Suyu, 'las cuatro regiones o divisiones') y al periodo de su dominio se le conoce además como incanato e incario. Floreció en la zona andina del subcontinente entre los siglos XV y XVI, como consecuencia del apogeo de la civilización incaica. Abarcó cerca de 2 millones de km² entre el océano Pacífico y la selva amazónica, desde las cercanías de San Juan de Pasto en el norte hasta el río Maule en el sur. El imperio incaico fue el dominio más extenso que tuvo cualquier estado de la América precolombina.

Los orígenes del imperio se remontan a la victoria de las etnias cuzqueñas (actual Perú) lideradas por Pachacútec frente a la confederación de estados chancas en el año 1438. Luego de la victoria, el curacazgo incaico fue reorganizado por Pachacútec. El imperio incaico iniciaría con él una etapa de continua expansión que siguió con su hermano Cápac Yupanqui, luego por parte del décimo inca Túpac Yupanqui, y finalmente del undécimo inca Huayna Cápac quien consolidaría los territorios. En esta etapa la civilización incaica logró la máxima expansión de su cultura, tecnología y ciencia, desarrollando los conocimientos propios y los de la región andina, así como asimilando los de otros estados conquistados.

Los incas en Bolivia

En el territorio de Bolivia, luego de que en torno al 1.100 a. C. Tiwanaku desapareció, se produjo una lucha entre los diferentes grupos que habitaban la región: aimaras, collas, lupacas y pacajes. Los aimaras establecen un dominio que abarca Arequipa y Puno en el Perú, La Paz y Oruro, que perduró hasta que, en 1438, el Inca Pachacútec derrotó al último soberano colla, Chunqui Cápac, incorporando el altiplano boliviano al imperio incaico (Tahuantinsuyo), como parte de la provincia del Collasuyo, e imponiendo el quechua como lengua oficial, aunque el aimara se continuó hablando regularmente. Además el imperio incaico adoptó los estilos arquitectónicos tiwanakotas y otros conocimientos. Posteriormente el Inca Huayna Cápac mandó levantar fortalezas en la frontera oriental para detener el avance de los chiriguanos.

Según una leyenda, los fundadores del imperio incaico, Manco Cápac y Mama Ocllo nacieron de la espuma del lago Titicaca en la Isla del Sol), entre Perú y Bolivia.

Dominio inca en el Collasuyo y cuando ingresan.

Los incas dominaron el Collasuyo aproximadamente durante sesenta años, entre 1471 y 1532. En este corto tiempo, lograron introducir grandes poblaciones de mitimaes en diversos puntos de la región. Uno de los más importantes fue Copacabana, donde se instituyó un espacio multiétnico, habitado por los representantes de 42 etnias diferentes. Copacabana se convirtió en uno de los centros ceremoniales más importantes del incario; fue embellecido por Túpac Yupanqui y visitado por Huayna Cápac. Asimismo, muchos señores aimaras se ligaron a los incas a través del parentesco.

En tiempos de Huayna Cápac, los incas establecieron mitimaes agrícolas de los más variados orígenes en el valle de Cochabamba. Asimismo, las regiones auríferas fueron repobladas con mitimaes mineros que extraían oro (Carabaya, Larecaja, Chuquiyapu) y plata (Porco).

Evidencia inca, construcciones incas en Bolivia:

Los elementos constructivos típicos de la arquitectura inca, como los muros ciclópeos y las puertas y ventanas trapezoidales, se repiten en las construcciones

En el territorio boliviano, son muy importantes las construcciones ceremoniales próximas a Copacabana, entre las que destacan las de la Isla del Sol: el Pilcocaina o palacio del Inca y la Chincana, edificación cuya función no ha podido ser establecida. Por otra parte, en la Isla de la Luna o Coati se edificó un acllahuasi, o lugar de recogimiento para las vírgenes dedicadas al culto del Sol; éste fue el más importante del Imperio después del acllahuasi del Cusco.

En otro espacio, para detener el avance de los chiriguanos se construyeron las ciudadelas militares de Incallajta e Incarracay, en Cochabamba; y las de Incahuasi, Oroncota y San Lucas, en Chuquisaca. La fortaleza de Sacambaya (Inquisivi, La Paz) se utilizó para contener a los mosetenes. Estas ciudadelas o fortalezas podían tener enormes dimensiones: la kallanka de Incallajta tiene setenta metros de longitud y las viviendas son cerca de cuarenta, todas ellas protegidas por una muralla defensiva.

Los incas también utilizaron asentamientos ya existentes para sus fines defensivos y ofensivos. El "fuerte" de Samaipata, si bien tiene algunas intervenciones incas, se considera como un antiguo centro ceremonial chané.

Donde está el Icallajta y el Incahuasi

El Incallajta está situada a 140 km de la ciudad de Cochabamba y el Incahuasi pertenece al departamento de Chuquisaca

Técnicas de construcción inca

Las rocas utilizadas en las construcciones Incas como técnica

La mayoría de los materiales preferidos fueron las rocas de origen ígneo o volcánico, fuesen extrusivas o intrusivas. Estas últimas eran las favoritas, es decir, el magma o lava que se enfrió en grandes profundidades dentro de la tierra, y que millones de años después emergieron.

Las piedras más suaves eran utilizadas en muros incaicos y solían ser Calizas, que son rocas sedimentarias de origen marino que tiene 3 ° de dureza en la escala de Mohs (escala de 1 a 10 grados, en los que el material más blando es el talco con 1 ° y el más duro es el diamante con 10 °) y una resistencia a la compresión de 200 a 500 Kg / cm ².

Las Calizas se utilizaron en Saqsaywaman, Chinchero, Yucay, Tarawasi, etc. En los Andes peruanos, las calizas que contienen una alta cantidad de carbonato de calcio se utilizan como fertilizantes y para esto son pulverizadas previamente.

Otro tipo de roca utilizada en la región Cuarcitas, rocas que se formaron en su mayoría por metamorfismo de areniscas. Están formados principalmente por cuarzo como su nombre lo insinúa y son tan resistentes como este, tienen 5 ° de dureza y una resistencia a la compresión de 800 Kg / cm ².

El Basalto también tuvo un amplio uso en la arquitectura inca. Es el más abundante entre las rocas extrusivas, tiene entre 5 ° y 6 ° de dureza en la escala de Mohs y una resistencia de 1200 Kg / cm ².

Las Dioritas también tuvieron un uso muy difundido entre los quechuas. Son rocas ígneas, principalmente compuestas de feldespato y uno o más minerales oscuros, su dureza es de 6 ° y su resistencia de 1200 Kg / cm ².

En Cusco, la diorita verde se encuentran

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