Resumen "Brindis por la modernidad" de Marshall Berman

"Brindis por la modernidad" - Marshall Berman 

Marshall Berman define a la modernidad como una postura filosófica que conduce al individuo a adquirir conciencia del ser y del estar en el mundo, es una dialéctica entre modernismo y modernización. Por un lado, explica que la modernización está ligada al orden técnico y tecnológico, lo cual involucra a los procesos sociales, políticos, económicos y científicos. En cambio, el modernismo se desarrolla en el orden de las ideas, de las visiones y los valores. No se puede estudiar a la modernidad sin tener en cuenta estos dos conceptos porque por más que sean interdependientes ambos están relacionados entre sí.   

El autor divide la historia de la modernidad en tres etapas: 

• En la primera, la sociedad se ve perturbada por los cambios abruptos que sufren, pero no se dan cuenta de que la modernidad era lo que los afectaba, en ese entonces la verdad era absoluta por lo que la gente se deja llevar por esa marea de cambios fugaces sin oponerse a ella.

Rousseau decía que la vida diaria moderna en París era un “Torbellino social”, que la sociedad estaba al borde del abismo, atravesada por una atmósfera de agitación y turbulencia, nuevas experiencias, destrucción de límites morales y ataduras personales.

• En la segunda etapa, la cual inicia a fines del siglo XVIII con la época revolucionaria de la década del 90 y se extiende por todo el siglo XIX. En esta época se afianza la idea de cambio y la verdad comienza a estar en duda y transformación. La sociedad sigue recordando cómo era vivir en una vida previa a la revolución mientras se adapta a la vida moderna llena de máquinas de vapor, fábricas, crecimiento de población y producción en serie que hunde a campesinos y artesanos independientes. La dicotomía de vivir en dos mundos al mismo tiempo hace que surja la idea de modernización y modernismo.

Marx (1850) pensaba que la base de la vida moderna era totalmente contradictoria. Habla de las revoluciones como pobres incidentes. Decía que los trabajadores modernos son hombres nuevos y que las nuevas fuerzas de la sociedad querían ser dominadas por esos hombres. Así, esa clase moderna será capaz de resolver las contradicciones de la modernidad. “Todo lo que es sólido se evapora en el aire”, todas las relaciones antiguas se desechan y todas las nuevas pierden actualidad antes de formarse.

Nietzsche (1880) “la muerte de Dios y la llegada del nihilismo (negación de toda creencia o todo principio moral, religioso, político o social)”. Al igual que Marx creía que las corrientes de la historia moderna eran irónicas y dialécticas, pero creían en que el hombre del mañana, oponiéndose al presente que Marx y Nietzsche vivían, tendrá el coraje y la imaginación para crear nuevos valores. Aceptaba los peligros de la modernidad con entusiasmo.

• En la tercera fase. Siglo XX hasta la actualidad según Berman. La verdad está en crisis. La sociedad moderna crece con una gran rapidez abarcando todo el mundo, lo cual provoca el nacimiento de múltiples idiomas y culturas. Nos encontramos en una época que perdió contacto con sus raíces, con su historia. También se logran grandes triunfos en el arte y el pensamiento.

Durante el siglo XX el modernismo creció y prosperó en el arte, era más creativo. Hubo revelaciones en todas partes del mundo. Pero también es un siglo en el que comenzó a perderse la relación entre nuestra cultura y nuestras vidas. La concepción de la modernidad se estanca, se simplifica. Los pensadores y escritores del siglo XX la consideran con entusiasmo ciego y acrítico, cuando hace un siglo atrás lucharon contra las ambigüedades de la modernidad. Las visiones abiertas de la vida moderna se suplantaron por visiones cerradas. Por el contrario Berman ofrece una idea del modernismo más amplia e incluyente y argumenta que la vida, el arte y el pensamiento modernos tienen una capacidad perpetua de auto-crítica y de renovación. Ésta última crítica se la puede asociar al Diseño Gráfico ya que como práctica proyectual posee esas capacidades, cuyo proyecto es comunicar información para lograr una reacción y un cambio en la sociedad. Se puede modificar y puede imaginar un futuro provisorio porque es una actividad racional estratégicamente planeada. El diseñador debe tener en cuenta el modernismo, la modernización, la función y las prácticas sociales para que funcione, no se pueden pensar por separado ni omitir alguna de ellas, porque por más que parezca un “buen proyecto” en la realidad será un fracaso.

Futuristas: Partidarios apasionados de la modernidad de los años previos a la primer guerra mundial (1914-1919). Mezclaban sus energías con las tecnologías modernas para tratar de crear un mundo nuevo. Eran extremistas y grotescos, autodestructivos. Al jugar las máquinas y los sistemas mecánicos todos los papeles principales, al hombre le queda muy poco por hacer, tan sólo adaptarse.

Max Weber. Todo el “poderoso cosmos del orden económico moderno” es considerado una “jaula de hierro”. Somos seres sin espíritu, sin corazón, sin identidad personal o sexual. La jaula no es una prisión, les da el vacío que anhelan y necesitan. Es producto de que se ha alcanzado un nivel de desarrollo nunca antes obtenido por la modernidad.

1960 

El hombre unidimensional de Herbert Marcuse fue el paradigma dominante del pensamiento crítico. Las masas no tienen Yo ni Ellos, sus ideas, sus necesidades y sueños no le pertenecen. Sus vidas están “totalmente administradas” programadas para producir exactamente esos deseos que pueden satisfacer el sistema social y nada más. Los pueblos se reconocen a sí mismos por sus mercancías. La modernidad está constituida por sus máquinas, de las que los hombres y mujeres modernos son meras reproducciones mecánicas.

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