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Época de los naturales siglo XV


Enviado por   •  31 de Marzo de 2020  •  Documentos de Investigación  •  3.419 Palabras (14 Páginas)  •  192 Visitas

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Época de los naturales siglo XV

Los guaraníes eran pueblos seminómadas, caracterizados por sus constantes migraciones. Por eso estaban diseminados en un inmenso territorio que abarcaba desde la región del Caribe hasta la Cuenca del Río de la Plata, y desde el Atlántico hasta las estribaciones andinas, en algunos casos.

Su organización social era de tipo patriarcal, la familia era la base de la organización social. Su régimen familiar se basa preferentemente en el matrimonio poligámico. Mientras las mujeres atendían la chacra, los quehaceres de la casa y el cuidado de los niños, el hombre atendía el posterior adiestramiento de los jóvenes, regidos por estricta disciplina. Se les educaba a ser sobrios, sufridos, estoicos, dóciles a los jefes y sinceros; eran buenos en el manejo de las armas de la tribu: la macana y la maza, el arco y la flecha, eran excelentes nadadores y temibles guerreros.

Seminómadas como eran, los guaraníes no tuvieron ciudades, sino agrupaciones de ranchos llamados Tava, sus habitaciones, las más de las veces colectivas, se denominaban Tapyu u óga, en cuyas construcciones no usaron piedras sino tronco, rama o caña y paja.

En lo político carecían de Estado organizado; constituían un conglomerado de tribus independientes regidas por caciques y unidas solamente en caso de peligro. Para las guerras era designado un mburuvicha o jefe.

Su economía abarcaba tres recursos principales: a) caza y pesca b) los frutos silvestres, mieles etc. que les brindaba la naturaleza y c) la agricultura: conocían el maíz, la mandioca, el poroto, el maní, la calabaza, el tabaco. Y también el algodón, con cuyas fibras tejían rústicas telas, de diversos usos.

La vivienda

El tipo de vivienda dependía de la forma de vida de cada tribu. Si la tribu era nómada, la vivienda era rápidamente fabricada para protegerse del sol, las lluvias o el frío con un toldo o pieza de tela de algodón o cuero a dos aguas sobre estacas de 1,5 a 2 m. de altura, un larguero y una cobertura con palmas. En otros casos se usaban en vez de palmas, esteras pirí que se enrollaban y se cargaban en los viajes de uno a otro sitio. La orientación preferida era norte-sur y tenían una abertura en cada extremo y otra en el medio. El piso de la casa y el patio eran de tierra apisonada. A veces tenían corrales para guardar los animales.

El jardín, la huerta y el pomar de árboles frutales se instalaban cerca de la casa. Más apartada estaba la chacra para la plantación.

Construían con los recursos naturales del lugar.

Tekoa

La aldea guaraní era el centro de organización de la vida política. Ubicada siempre cerca de un curso de agua, cada aldea tenía espacios propios y bien definidos para cazar, pescar y cultivar, y nadie de otro grupo podía atravesarlos sin autorización. Las tekoas o aldeas eran verdaderas fortalezas rodeadas por empalizadas dobles y, a veces, fosos disimulados, con el interior erizado de estacas afiladas. Protegidas por estas defensas, se levantaban entre cuatro y ocho casas comunales, distribuidas alrededor de una amplia plaza donde transcurrían la vida social y las ceremonias. La vivienda de aproximadamente 50 metros de largo y 5 metros de ancho. Su forma era de una bóveda alargada, construida con hojas de palma o cortezas entrelazadas para conseguir un mejor resguardo de la lluvia. El techo tenía forma arqueada y su altura era de aproximadamente 3,5 metros. Se constituye en un único espacio colectivo y su escala resulta imponente por volumen y altura, pero el techo llega hasta el suelo. Contaban con una única entrada, sin puerta, de apenas 75 x 75 cm, lo cual obedecía la necesidad de evitar la intrusión de animales predadores y permitían protegerla mejor. Podía albergar hasta doscientas personas pertenecientes a varias familias emparentadas entre sí, que formaban un mismo linaje o tevy. Las aldeas solían concentrar hasta mil personas y su cacique se denominaba tuvichá. Para ganarse el derecho de representar a toda la tekoa, el tuvichá debía reunir tres condiciones: ser el más valiente, el más generoso y el mejor orador de la comunidad. Las guerras no sólo le daban prestigio sino el derecho a obtener mujeres cautivas como botín. Como además el jefe solía casarse con varias esposas, podía entonces llegar a tener quince, veinte o más mujeres y muchos hijos. De este modo, disponía del apoyo de numerosos parientes políticos, que lo ayudaban a trabajar más parcelas de tierra y lograr más cosechas. Por otro lado, el tuvichá debía ser buen orador, ya que no daba órdenes a su pueblo, sino que debía convencerlo. Y si algún linaje estaba descontento, podía abandonar la tekoa, unirse a otra aldea o fundar una nueva. En la entrada de la aldea, postes adornados con cráneos de enemigos recordaban el coraje de los guerreros. Atrás, a la izquierda, el desmonte de un campo.

Rancho Guaraní

Otra forma de vivienda guaraní es el rancho particular para cada familia, en esta vivienda el núcleo familiar; padre, madre e hijos.

La vivienda guaraní. Es ella y todo el entorno circundante, esto es alrededor de unos 50 metros a la redonda. Dicho entorno incluye el patio, donde se encuentran los arbustos y los árboles frutales o que brindan sombra; también suele existir una fuente de agua, pequeños huertos, a veces un lugar para animales caseros, aunque en la gran mayoría de los casos estos animales se encuentran sueltos. La edificación principal contiene los dormitorios y una galería. Las dimensiones de la vivienda suelen ser de 2 por 3 metros. La cocina se constituye en una edificación aparte, aproximadamente a unos 5 metros de la casa principal, donde de manera permanente se encuentra un fogón. Más alejado de la vivienda se encuentra una letrina. Las letrinas, por su parte, se encuentran muy retiradas de la casa, a unos 60 o más metros.

Método de construcción:

Para realizar sus construcciones, el hombre ha utilizado siempre como fuente primaría de materiales el entorno que lo rodeaba y lo ha transformado según sus necesidades, aunque, naturalmente, según los medios que disponía para ello. Este es el caso del barro, material de construcción que cuenta con más de seis mil años de tradición constructiva.

En el ámbito particular del Paraguay, cerca del 40% de las viviendas construidas, son levantadas mediante la técnica tradicional del estaqueo.

Las paredes de estaqueo tienen dos componentes; el entramado y el barro. El entramado se realiza con ramas y troncos de árboles y arbustos dispuestos en dos direcciones, vertical y horizontal; a continuación, el entramado es cubierto por ambas caras de barro, al que se le pueden agregar diferentes aditivos con el fin de estabilizar la mezcla prolongando su durabilidad.

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