A la muerte de Itzcoatl
Enviado por JUANITIQUIN • 23 de Febrero de 2014 • Informe • 325 Palabras (2 Páginas) • 231 Visitas
HIST DE MEXICO
MATERIAL COMPLEMENTARIO – AZTECAS
A la muerte de Itzcoatl, en 1440, las tres ciudades dominaban en conjunto el valle central y otros territorios situados más allá de esa zona. Hasta la invasión española, se sucedieron cinco soberanos: Moctezuma I, Axayacatl, Tizoc, Auitzotl y Moctezuma II.
Su capital, Tenochtitlán, ampliada en 1476 con la anexión de Tlatelolco, se extendía sobre un millar de hectáreas de islotes y de bajos fondos pantanosos, que a través de los siglos habían sido transformados en una red geométrica de canales, calles y plazas, semejante a Venecia. Sus habitantes alcanzaban a los 500.000.
Ritos funerarios
La mayor parte de los muertos eran incinerados. Sin embargo, las mujeres fallecidas durante el alumbramiento (cuyo cuerpo pasaba a tener propiedades mágicas), los ahogados, los fulminados por un rayo o a consecuencia de enfermedades como la gota, eran enterrados.
El porvenir de los muertos dependía de cómo había sido su muerte, pero la mayoría de los difuntos iban “bajo la tierra divina”, en la oscura morada de Mictlán. Durante cuatro años padecían los sufrimientos de un tenebroso viaje por el mundo subterráneo y luego eran aniquilados y desaparecían totalmente.
En el caso de los niños que morían a poca edad, se pensaba que viajaban a los cielos superiores, junto a la pareja primordial, a un jardín donde vivían eternamente bajo la forma de pájaros, entre las flores.
Para aliviar al muerto durante su peregrinaje, se quemaban con él alimentos y se mataba e incineraba un perro. Además, la familia hacía arder ofrendas 80 días después de los funerales. Más tarde, luego de uno, dos, tres y cuatro años
El náhuatl era la lengua que usaban los aztecas
Nezahualcoyotl Acolmiztli (1402 -1472 ), monarca o señor de Texcoco como poeta náhuatl, el más celebrado y conocido, hijo de Ixtlixóchitl, señor de los chichimecas
Mi hermano el hombre
por Netzahualcóyotl
Amo el canto del cenzontle
pájaro de cuatrocientas voces,
amo el color del jade
y el enervante perfume de las flores,
pero más amo a mi hermano: el hombre
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