ATENAS

La carta de Atenas es un documento que se redactó al llevarse a cabo una conferencia referente a la conservación de monumentos artísticos e históricos, los principios que se trataron en esta conferencia permanecen vigentes y han sido las bases de otros documentos actuales que tratan el mismo tema.

Inicialmente esta carta nos habla sobre la importancia que debe darse para favorecer la conservación del patrimonio artístico y arqueológico de la humanidad así como de los principios referentes a la protección de monumentos y a las obras de mantenimiento regular y permanente que deben recibir para asegurar la conservación de los edificios.

Un apartado de esta carta se refiere a las restauraciones de estos monumentos, que deben llevarse a cabo únicamente cuando resulten indispensables pues es primordial siempre respetar la obra histórica y artística del pasado, sin menospreciar el estilo de ninguna época, además nos indica que, en cada Estado la autoridad pública es la encargada de tomar medidas de conservación en casos de urgencia, así como de preservar el uso de materiales de acuerdo al estilo de la obra y a la época, ya que si son remplazados por morteros o concretos deben ser discretos y no alterar el aspecto tradicional de estos edificios, específicamente por ser patrimonio histórico de la humanidad.

Esta carta también es conocida como la carta de planificación de la ciudad pues trata también temas referentes a este aspecto, ya que propone la idea de planear ciudades más ordenadas, para crear un modelo urbanístico más progresista, en la que las ciudades se disfruten y no se sufran, por esa razón se divide a las ciudades industriales en cuatro zonas: residencia, trabajo, descanso y circulación, así mismo se hace referencia en esta carta a los espacios de área verde que debe tener cualquier edificación para hacerlas urbanamente estéticas tanto para la ciudad como para los usuarios.

En general los temas que trata esta carta muestran los lineamientos que deben seguirse para la restauración de edificios y monumentos históricos, así como también propone la creación de ciudades enteras que estando en constante cambio sigan cuidando el aspecto estético y sustentable de las áreas urbanas, además señala las funciones del estado de acuerdo a mantener los espacios históricos en buen estado y protegerlas de cambios o deformaciones que puedan sufrir a lo largo de su ciclo de vida.

Dichos temas los puedo considerar muy interesantes puesto que, muchas veces desconocemos las normas existentes alrededor de una obra histórica, ya que no solo se trata de la misma sino que debe verse inmerso todo el contexto para no alterar el aspecto urbano del lugar.

Posteriormente, 44 años después de la elaboración de la carta de Atenas, nos encontramos en la misma o incluso en una peor situación. Encontrándonos con que, algunos de los principios planteados en ésta, no han dado grandes frutos y otros simplemente son utópicos, es por eso que se trató de actualizar ese documento, no eliminándolo por completo, sino tomando los principios básicos y llevarlos un poco más a las situaciones que se dieron en 1977.

En la carta de Machu Picchu se plantean diferentes ideas con las que se pretende resolver el brutal crecimiento de las ciudades y en lugar de tratar de resolver los problemas de una civilización a partir de un régimen estricto y ordenado, se plantea un plan de crecimiento, es decir, que en el proceso de diseño de una ciudad, se parte de la idea de que esa ciudad crecerá de manera incontrolable.

Hoy por hoy, y desde hace varias décadas, las ciudades han sido víctimas de políticas de restablecimiento de la economía y de planes gubernamentales que no toman en cuenta los principios básicos de la urbanización. Hoy en día el uso de los recursos naturales de las ciudades es crítico, se requiere de estudios que digan la capacidad que tiene una ciudad para expandirse en relación a los recursos

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