Analisis Del Libro El Papela Del Trabajo En La Transformaciòn Del Mono Al Hombre

Según Engels, dice que nuestros antepasados Vivian en manadas, para luego conformar tribus y hordas. Que el trabajo es la fuente de toda riqueza, creo que lo es, si nos referimos en gran manera como consecuencia de éste, a riqueza material, encargada de los materiales que el hombre convierte en riqueza. El trabajo es algo más que eso. Es una condición fundamental de toda la vida humana; cobró mayor importancia en la edad antigua, toda vez que contribuyó de tal manera que el trabajo fue la base para la evolución del hombre. Se puede inferir que para Engels el trabajo no es una invención del hombre, sino que al contrario éste esta implicado en él desde que nace, ya que al tener necesidad de conseguir algo en ese momento nace el trabajo. Lo anterior es materializado con los mecanismos (herramientas) que el hombre aprendió a utilizar para la evolución de él mismo, soportado con la agilidad en sus manos, apoyado en el suelo con los nudillos, adquirió destrezas para trepar, caminar apoyándose en los dos pies, hasta llegar a una posición completamente erecta; éste creo que fue el paso decisivo para el tránsito del mono al hombre.

Posteriormente cuando la mano podía adquirir cada vez más destreza y habilidad; y esta mayor flexibilidad adquirida se transmitía por herencia y se acrecía de generación en generación. La mano no sólo es el órgano de trabajo; es también producto de él.

Los hombres en formación llegaron a un punto en que tuvieron necesidad de expresarse verbalmente los unos a los otros. La necesidad creó el órgano: la laringe poco desarrollada del mono se fue transformando, lentamente, mediante modulaciones que producían sonidos cada vez complejos.

Primero el trabajo, luego y con él la palabra articulada, fueron los dos estímulos principales bajo cuya influencia el cerebro del mono se fue transformando gradualmente en cerebro humano. Luego con este desarrollo también sus instrumentos más inmediatos: los órganos de los sentidos; como el tacto. El desarrollo del cerebro y de los sentidos a su servicio, la creciente claridad de conciencia, la capacidad de abstracción y de discernimiento cada vez mayores, reaccionaron a su vez sobre el trabajo y la palabra.

Gradualmente, la caza y la pesca suponen el tránsito a la alimentación. El consumo de carne le ofreció al organismo, ingredientes esenciales para su metabolismo. Este consumo significo un avance para entonces; el uso del fuego y la domesticación de animales.

La sociedad surge por el trabajo. La exploración ambiciosa contribuyó en alto grado a la humanización de nuestros antepasados, pues amplió el número de plantas y partes de éstas las utilizaban en la alimentación por aquella raza de monos que superaba con ventaja a todas las demás en inteligencia y en capacidad de adaptación.

El trabajo comienza con la elaboración de instrumentos. El uso del

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