Aprender

INTRODUCCIÓN

En este ensayo les comentare de lo que aprendido al ser madre de tres hijas, y como desde el primer momento en que te dicen estas esperando un bebé empiezas en tu mente a imaginar cómo será, que será, niño o niña y empiezas a preguntarte que le repara el futuro, como sobrevivirá en este mundo tan difícil de vivirlo, como te gustaría que fuera, en fin llegan tantas cosas a tu mente que no sabes por cual empezar, y cuando lo tienes en tus brazos son tantas las emociones, sentimientos y deseos de protegerlos lo mas que puedas, incluso puedes dar tu vida por ellos. Es por eso que elegí comentar sobre algunas vivencias y aprendizajes que he tenido al convertirme en madre desde muy joven.

DESARROLLO

Recuerdo la primera vez que me dijeron está embarazada, llegaron a mi mente tantos sentimientos, tantas preguntas y saber que crecía dentro de mí una personita que necesitaría de mis cuidados, de mi amor, me llenaron de angustias pues no estaba segura si lo haría bien o lo haría mal, como iba yo a cambiarle su pañal, darle de comer enseñarle a hablar, caminar, ir al baño, en fin tantas cosas pero no solo la angustia me invadió también la alegría de saber que vendría pronto y lo tendría en mis brazos, de que será una o un niño y empiezas a decir, me gustaría que fuera niño, o niña bueno en mi caso deseaba el niño, pero Dios decidió mandarme un niña por que cuando tienes a tu bebé en tus brazos no dices es mío es un angelito que Dios me mando para que lo cuide, proteja y le dé lo mejor de mí.

Tengo tres hijas y las amo con todo el corazón pero no todo es bonito llegan los momentos en que tienes que castigar, hablar con ellos, darles consejos y tratar de acercarte a ellos cuando ya no quieren estar cerca por que ya crecieron, y se sienten capaces de jugársela sin tu ayuda.

He aprendido que para que tus hijos más o menos vayan encaminados por un buen camino hay que tener mano dura con ellos pero a la vez con amor, “aunque a veces dices como me sacan canas”, pero tienes que seguir adelante junto con ellos.

Recuerdo una vez que mi hija mayor estaba jugando a los alrededores de unas carretas de chapulín y le dije no corras ahí porque te vas a caer, poco rato después llego con su vestido ensangrentado y llorando, mi susto fue tanto que pensé lo peor al limpiarla vi que se había golpeado en la frente y se le había hecho una pequeña rajadura que era poca la sangre que le salía entonces la termine de limpiar y le puse un curita y le dije ve lo que le dije que no corriera ahí porque le podía pasar algo y ella solo me abrazo y lloro un rato y también recuerdo que le dije no llore eso no es nada, peores golpes hay en la vida.

En otra ocasión me armo un berrinche en una tienda que lo que hice para que aprendiera la lección fue que la deje donde estaba llorando y Salí entre en la tienda que estaba a la par y espere a ver que hacía pocos minutos después salió a fuera a ver donde estaba yo y empezó a llamarme desesperada al ver que yo no estaba empezó a decir que ya no se iba a portar mal, que regresara que no la dejara sola y fue entonces donde comprendí que había hecho bien porque siempre le daba lo que me pedía y como ese día no se lo podía

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