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Balanza De Pagos


Enviado por   •  9 de Mayo de 2015  •  1.158 Palabras (5 Páginas)  •  157 Visitas

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Sistema Monetario Argentino - Explicación

Nuestro país posee un singular sistema monetario, digno de ser analizado. No digo imitado, porque ello no corresponde a nuestra idiosincrasia. Pero si analizado, para despejar de una vez por todas ciertas dudas.

En términos generales, el sistema es muy simple. Se basa en el peso moneda nacional, dividido en cien unidades, a cada una de las cuales se las denomina centavo. Así 5, 10, 20 o 50 centavos. A todas estas fracciones que llamábamos guitas, se las acuña en metal. En papel van los billetes de 1 peso en adelante: 5 pesos, 10, 50, 100, 500, 1.000, 5.000, 10.000. El uso popular los denominaba mangos, llamando canario al billete de 100 y fragata al de 500. Todo andaba sobre rieles y esta nota explicativa no hubiese sido necesaria si no fuera por la inflación. La inflación lo complicó todo y también en cierta medida, nuestro sencillo sistema monetario. La ley 18.188 quitó dos ceros a los billetes de tal modo que uno de 1.000 pesos se convirtió en otro de 10 pesos, denominado peso nuevo, peso ley 18.188 o simplemente peso ley. Esto hizo que las monedas perdieran su significado como fracción de peso y se comenzaran a acuñar de uno, cinco, diez, cincuenta y cien pesos que en la actualidad uno encuentra tiradas por la calle. Con la nueva ley el billete de 5.000 equivale a uno de 50 y el de 10.000 al de 100. Más tarde y debido a que la inflación no se detuvo, se volvieron a acuñar los billetes de 500, 1.000, 5.000, y 10.000, pero de la nueva moneda; luego se siguió adelante con los de 50.000, 100.000, 500.000, y 1.000.000. Sucede que el pueblo argentino es algo refractario a los cambios y lo común es que sigan diciéndole mil al billete de 10, cien mil al de 1 .000 y un millón al de 10.000, pese a que hay otros papeles que tienen impresas esas cifras.

Claro que hay un sector de la población que se maneja con la nueva moneda (no tan nueva, pues ya lleva más de diez años el dictado de la tan inteligente ley 18.188). Es un sector menor pero muy respetable que incluye a los bancarios, a veces al gobierno (según convenga) y a ciertos comerciantes que sienten que el peso nuevo, al aliviar de ceros la cifra, hace suponer que el producto es más barato. Las situaciones más complejas se producen a raíz de que los precios están indicados en uno u otro sistema, a veces en los dos, y prácticamente nadie sabe en realidad cuánto le cuestan las cosas. Si uno descubre que un millón de pesos es lo que vale un automóvil, poco tiempo después, con el mismo millón, puede uno comprar una bicicleta; o sea que no es aconsejable apoyarse en esos elementos ajenos al sistema monetario puro. Creo que un ejemplo vendría bien para aclarar mejor el concepto. Si uno sube al colectivo y dice "de dos mil quinientos", el servidor público le cortará un boleto. Quédese Ud. cerca del chofer para descubrir cómo todo se ha simplificado aquí. La señora que asciende después, solicita boleto de doscientos cincuenta mil y Ud. cree que viajara hasta La Quiaca; ¡no, para nada! Comprobará con alegría que le entrega el mismo tipo de boleto. Ese otro Señor pide ahora de doscientos cincuenta. El conductor entrega otro similar ¿Por qué? La explicación es sencilla. El nombre pensaba en doscientos cincuenta mil de la moneda inexistente pero dice 250 para acortarlo; además todo el mundo le entiende, y de cualquier manera

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