Breve repaso por la historia del teatro Mexicano

Tonatiuh Ramos Flores

Resulta abrumante resumir todo la historia del teatro en territorio mexicano en un solo escrito. Probablemente no habrían palabras para tratar de resumirlo por completo, es más pudiera considerarse esa tarea como algo ilógico por no decir, no obstante estoy tan seguro que siempre va haber alguien quien trate de emprender semejante tarea. Es decir empezar desde un periodo en el cual la especulación abunda y la polémica está a cada vuelta de la esquina desde si los antiguos indígenas tenían algo parecido a obras teatrales tal y como lo establecieron los griegos hace dos mil años. O mejor dicho como comprendemos una obra en nuestro diseño más básico.

Hasta el momento no se tienen pruebas certeras y firmes que eventos similares sucedieran en nuestra tierra. Salvo una leve mención de algún cronista de la época que menciona que Cortez se paró en un “como teatro” No obstante y lo más probable, de acuerdo con el maestro es que la mención no sea más que una mera comparación con los tablados de la época medieval de la que España apenas venia saliendo. Aunque claro, como es sabido verdaderos documentos que validen si hubo o no representaciones teatrales queda meramente a la especulación. Si hay documentos o se desconocen su paradero o sencillamente no hay registro alguno de tal códice.

Lo cierto es que lo más parecido eran una especie de representaciones de poesía lírica, obras de temática épica, sobre sus dioses antiquísimos y de casi infinito poder. Era quizás por medio de estas representaciones en la cuales la gente trataba de comprender su posición en el universo, una manera de saber que había más allá del cielo que observaban y para ellos esos sucesos que en acción pudieran competir con un excelente relato de fantasía heroica. Es más si algún escritor de fantasía se animará a relatar esas leyendas en ese formato pudiera escribir algún best seller. No hay duda alguna de eso. Pero volviendo al tema, así como los ancestros trataban de entender su minúsculo papel en los engranajes universales por medio de poesía recitada (según los historiadores y tomando poesía a como ellos lo entendían, adaptando el concepto para un entorno indígena) no es considerado como obras dramáticas. Así que por ende es altamente aceptado que no había un teatro como tal antes de la llegada de los españoles. Con excepción del Rabinal achi, un texto basado en una leyenda maya.

Posteriormente con la llegada de los franciscanos a tierras americanas, estos usarían al teatro como una manera más práctica de evangelizar a los indígenas. Quienes, a pesar de la fuerte opresión por parte de los conquistadores para someterlos ante la nueva religión, estos seguían recios a aceptar al nuevo dios que vino de tierras lejanas. Es comprensible, tratar de despojar a una cultura con miles de años adorando a dioses “paganos” no es algo fácil de lograr. No obstante los franciscanos tuvieron unas mejores ideas, y en perspectiva, más lista y más “pacifica” Entre ellas usar un sincretismo para hacer que los dioses paganos lentamente se volvieran parte de la religión católica. Es decir, convertir, por ejemplo un Quetzalcóatl en un San Tomas o Jesucristo (según el historiador ), Tonanzit en la virgen de Guadalupe y Tláloc en San Juan Batista. Aquí quiero mencionar algo que una vez comento un maestro en una clase de historia, el menciona por el cual los indígenas rápidamente aceptaron estos símbolos es por el hecho de que, para evitar los castigos de los españoles “Aceptaron” a los santos, adorándolos pero en su mente ellos adoraban a sus antiguos dioses, pero con el paso del tiempo lentamente se fueron olvidando de aquello que acordaron hasta llegar a la situación actual.

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