CRISIS ECONÓMICA AL FINAL DEL SEXENIO DE LÓPEZ PORTILLO.

CRISIS ECONÓMICA AL FINAL DEL SEXENIO DE LÓPEZ PORTILLO.

Para el presidente José López Portillo era de suma importancia lograr la reconciliación de los miembros del sector empresarial resentidos contra el sistema político, y las condiciones socioeconómicas en que se encontraba el país era imprescindible para el nuevo gobierno recuperar el apoyo de la iniciativa privada, puesto que era necesario la colaboración de este sector para llevar a la practica un plan de reforma capaz de solucionar la crisis financiera.

El crítico final del sexenio: La crisis económica que llegaría a situarse a niveles más severos aunque la experimentada en el sexenio anterior, tuvo su origen en varios factores tanto estructurales como coyunturales de origen externo; sin embardo el presidente López Portillo se apoyó fundamentalmente en los factores coyunturales para dar explicación a la situación que lo llevaría a tomar decisiones drásticas al finalizar su administración.

El aumento de la deuda pública y el crecimiento incesante de la inflación; se basaba en los datos de desempleo creciente en los países industrializados, donde las importaciones bajaron casi a la mitad entre 1979 y 1981, y a la baja de precios de las materia s primas, incluyendo el petróleo la cual fue la brusca en 25 años, siendo esto lo más grave que se el petróleo según López Portillo era “el pivote de nuestra autodeterminación financiera”, pero el aseguraba que se había cumplido con dos grandes objetivos que eran la alimentación y energéticos y que se había tenido una alta tasa de crecimiento económico en 4 años consecutivos y que esto no había sido ni a costa del desarrollo social ni en beneficio exclusivo de las clases poderosas con lo que intento callar las voces críticas e injustas que afirmaban lo contrario. Las condiciones desfavorables del peso mexicana frente a la moneda estadounidense, invitaba a los mexicanos a evitar las importaciones de lujo.

En 1976, los indicadores de la economía mexicana mostraban un deterioro: las reservas monetarias del país habían sufrido una brusca reducción, el déficit fiscal llego al 10% de pib, y la inflación alcanzó el 27% la más alta tasa desde el sexenio de Ruiz Cortinez, El déficit en cuenta corriente sobrepasaba los tres mil millones de dólares, cantidad tres veces superiores al del mismo concepto en 1970, y la deuda externa había llegado en seis años a casi 20 000 millones de dólares.

Fue hasta finales del sexenio de López Portillo que el petróleo se convirtió efectivamente en el motor de crecimiento del resto de la economía y su participación aumento el doble en el resto de la economía, representando las tres cuartas partas partes del total de las exportaciones.

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