Causas Y Consecuencias De La Guerra Contra E.U.A.
Enviado por mariana_slz • 4 de Noviembre de 2014 • 1.209 Palabras (5 Páginas) • 1.674 Visitas
La guerra mexicana entre los Estados Unidos y México comenzó con un ataque mexicano contra las tropas americanas a lo largo de la frontera de Texas de abril el 25 de 1846. Como con todos los acontecimientos importantes, las interpretaciones históricas referentes a las causas de la guerra mexicana varían, indicando simplemente, un gobierno dictatorial de Centralismo en México comenzó la guerra debido a la anexión de Estados Unidos (1845) de Texas, que México continuó demandando a pesar del establecimiento de la república independiente de Texas 10 años antes.
Reflexionando sobre este conflicto, podemos resumir que las causas principales de la guerra fueron:
a) La anexión de la República de Texas llevada a cabo el 29 de diciembre de 1845 por Estados Unidos,
b) Las reclamaciones de aquellos ciudadanos estadounidenses contra el gobierno mexicano, que habían sido heridos y sus propiedades arrasadas durante los frecuentes enfrentamientos civiles entre liberales y conservadores mexicanos en esta época,
c) El deseo de Estados Unidos de adquirir California y Nuevo México donde se había creado un grupo autonomista que se oponía a la centralización impuesta por los conservadores mexicanos a través de las denominadas Siete Leyes, de 1836, y de la consiguiente instauración de la República de carácter centralista en México.
Algunos historiadores han discutido, sin embargo, que los Estados Unidos provocaron la guerra anexando Texas y, más deliberadamente, colocando a un ejército en el Río Grande. Otra interpretación mantiene que la administración de presidente James K. Polk de Estados Unidos forzó a México a la guerra para retener California y el sudoeste. Una minoría cree que la guerra se presentó simplemente por la falta de México de pagar las demandas de las pérdidas sostenidas por los ciudadanos de Estados Unidos durante la guerra mexicana de la independencia.
La extrema debilidad de México, resultado de la ignorancia y la superstición de sus habitantes, se hacía más notoria por lo dilatado de sus territorios. Su gran extensión hacía difícil que reuniera el Gobierno una fuerza militar considerable en cualquier punto lejano y por esta razón toda su frontera quedó abierta a los invasores. En unos cuatro meses a partir del comienzo de las hostilidades en el Norte, todo el territorio comprendido desde Tampico en el Atlántico hasta San Diego en el Pacífico quedó conquistado.
Lo pequeño de las fuerzas que sirvieron para realizar esas conquistas demuestra que los mexicanos son un pueblo indefenso y a la vez testifican el empuje de sus enemigos. En poco más de doce meses, el pabellón americano flotaba ya sobre el famoso Castillo de Veracruz y la capital de la República estaba en poder de las tropas americanas.
Uno de los fines proclamados de la guerra, cuando ya se había abandonado el pretexto de que se hacía para repeler una invasión, fue obtener una indemnización para nuestros ciudadanos tan agraviados por México, o sea, cobrar una supuesta deuda de algunos millones de dólares. Nuestra flota y nuestro ejército se emplearon en efectuar esta cobranza, y según Mr. Polk, el costo de este acto debe agregarse a la suma que se nos debía. No sólo fuimos juez y parte en nuestra propia causa, sino que cargamos con los gastos que hicimos. Estos gastos, hasta donde es posible determinados, cuando se hagan las cuentas finales resultará que pasaron de cien millones de dólares.
En noviembre de 1845, el presidente James K. Polk envió al diplomático John Slidell a México para negociar una modificación de las fronteras y también para hacer una oferta de compra de California y Nuevo México. A pesar de la debilidad interna que existía en nuestro país, las autoridades mexicanas rehusaron negociar con Slidell. Cuando las tropas estadounidenses al mando del general Zachary
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