Comentario De Texto Historia De España 2º Bachillerato
Enviado por EchelonJ • 18 de Marzo de 2014 • 5.086 Palabras (21 Páginas) • 1.383 Visitas
MANIFIESTO DE SANDHURST
He recibido de España un gran número de felicitaciones con motivo de mi cumpleaños, y algunas de compatriotas nuestros residentes en Francia. Deseo que con todos sea usted intérprete de mi gratitud y mis opiniones.
Cuantos me han escrito muestran igual convicción de que sólo el restablecimiento de la monarquía constitucional puede poner término a la opresión, a la incertidumbre y a las crueles perturbaciones que experimenta España. Díceme que así lo reconoce ya la mayoría de nuestros compatriotas, (...).
(...) Sólo puedo decir que nada omitiré para hacerme digno del difícil encargo de restablecer en nuestra noble nación, al tiempo que la concordia, el orden legal y la libertad política, si Dios en sus altos designios me la confía.
Por virtud de la espontánea y solemne abdicación de mi augusta madre, tan generosa como infortunada, soy único representante yo del derecho monárquico en España. Arranca este de una legislación secular, confirmada por todos los precedentes históricos, y está indudablemente unida a todas las instituciones representativas, que nunca dejaron de funcionar legalmente durante los treinta y cinco años transcurridos desde que comenzó el reinado de mi madre hasta que, niño aún, pisé yo con todos los míos el suelo extranjero.
Huérfana la nación ahora de todo derecho público e indefinidamente privada de sus libertades, natural es que vuelva los ojos a su acostumbrado derecho constitucional y a aquellas libres instituciones que ni en 1812 le impidieron defender su independencia ni acabar en 1840 otra empeñada guerra civil. Debióles (les debió), además, muchos años de progreso constante, de prosperidad, de crédito y aun de alguna gloria; años que no es fácil borrar del recuerdo cuando tantos son todavía los que los han conocido. (...) lo único que inspira ya confianza en España es una monarquía hereditaria y representativa, mirándola como irremplazable garantía de sus derechos e intereses desde las clases obreras hasta las más elevadas.
En el intretanto (entretanto), no sólo está hoy por tierra todo lo que en 1868 existía, sino cuanto se ha pretendido desde entonces crear. Si de hecho se halla abolida la Constitución de 1845, hállase también abolida la que en 1869 se formó sobre la base inexistente de la monarquía. (...)
Afortunadamente la monarquía hereditaria y constitucional posee en sus principios la necesaria flexibilidad y cuantas condiciones de acierto hacen falta para que todos los problemas que traiga su restablecimiento consigo sean resueltos de conformidad con los votos y la convivencia de la nación.
No hay que esperar que decida ya nada de plano y arbitrariamente, sin Cortes no resolvieron los negocios arduos de los príncipes españoles allá en los antiguos tiempos de la monarquía, y esta justísima regla de conducta no he de olvidarla yo en mi condición presente, y cuando todos los españoles estén ya habituados a los procedimientos parlamentarios. Llegado el caso, fácil será que se entiendan y concierten las cuestiones por resolver un príncipe leal y un pueblo libre.
Nada deseo tanto como que nuestra patria lo sea de verdad. A ello ha de contribuir poderosamente la dura lección de estos últimos tiempos que, si para nadie puede ser perdida, todavía lo será menos para las hornadas y laboriosas clases populares, víctimas de sofismas pérfidos o de absurdas ilusiones. (...)
Por mi parte, debo al infortunio estar en contacto con los hombres y las cosas de la Europa moderna, y si en ella no alcanza España una posición digna de su historia, y de consuno independiente y simpática, culpa mía no será ni ahora ni nunca. Sea la que quiera mi propia suerte ni dejaré de ser buen español ni, como todos mis antepasados, buen católico, ni, como hombre del siglo, verdaderamente liberal.
Suyo, Afmo. Alfonso de Borbón
Yorktown (Sandhurst), 1-12-1874
1.- Naturaleza y Contexto del Documento.
Es un documento histórico de clara naturaleza política (a pesar de contener claros componentes de correspondencia privada) puesto que pretende ser una proclama de las intenciones que tiene Alfonso de Borbón en el caso de acceder al trono de España.
El contexto del documento está situado al final de la época del Sexenio Democrático (1868-1874), en concreto al final del período de la I República, dónde el país estaba gobernado de manera dictatorial por el general Serrano (tomando como modelo el impuesto en Francia por el general MacMahón tras los sucesos de la Comuna de París 1870-1871) desde el golpe de Pavía en enero de 1873. Aunque el Duque de la Torre pretendía perpetuarse en el poder con la excusa de dotar de estabilidad a la República, ya se habían dado pasos desde los defensores de la monarquía de los Borbones para recuperar el trono.
Todo este proceso se centralizó sobre la figura de Alfonso de Borbón (hijo de la derrocada Isabel II) gracias al trabajo y la iniciativa de Antonio Cánovas del Castillo, que previendo el fracaso de Amadeo I de Saboya (1870-73), consiguió que la exiliada reina Isabel cedería sus derechos sobre el trono (a los que nunca había renunciado) en 1870 a su hijo Alfonso. Mientras el reinado de Amadeo languidecía tanto por la situación económica como política que estaban atravesando Europa y España, Alfonso de la mano de Cánovas recibiría una formación adecuada para convertirse en el futuro rey de España: por un lado instrucción básica en Viena en un entorno católico alejado del ambiente reaccionario y en muchos casos antiliberal (y por lo tanto cercana a la opción carlista que desde 1872 amenazaba las opciones de Alfonso con un nuevo conflicto) que tenía el catolicismo español. Por otro lado, formación militar en la prestigiosa academia militar de Yorktown en Inglaterra, alejando también a Alfonso de las influencias políticas seculares que existían dentro de la Milicia española. Al tiempo que la estancia de Alfonso de Borbón también le permitiría a Cánovas acercar al pretendiente a un modelo de gobierno liberal parecido al que el político malagueño quería implantar para España.
El proceso estaba muy avanzado en 1874, hasta el punto que la situación política española posibilitaba que aprovechando que Alfonso respondiendo a una carta de felicitación, con toda seguridad guiado por Cánovas, exponía una lista de reflexiones que justificarían su acceso al trono como así ocurriría ni siquiera un mes de después cuando el golpe de Martínez Campos en Sagunto posibilitó la llegada de Alfonso al trono y la implantación de la Restauración
2.- Ideas Principales y Secundarias
La idea fundamental del documento está clara, aun cuando sea una pieza epistolar, al ser un manifiesto: enumera las razones por las
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