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Crisis Mundial En El Siglo XX


Enviado por   •  3 de Marzo de 2015  •  6.632 Palabras (27 Páginas)  •  478 Visitas

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Las crisis mundiales en el siglo XX

Las guerras mundiales

La historia mundial del siglo XX ofrece una mezcla asombrosa de barbarie y civilización. En el siglo XX se han conjugado los proyectos más ambiciosos y exitosos en el campo de la ciencia y la tecnología pero, en contraste, se han generado conflictos y relaciones internacionales que aún no encuentran solución positiva.

La humanidad ha progresado en el conocimiento y predicción de los fenómenos naturales, pero su cientificismo no le ha impedido que desate reacciones sociales, ecológicas y económicas incontroladas, a pesar de los triunfos laborales y democráticos que se perfilaron en el siglo XIX. El siglo XX ha ofrecido una historia de cambios vertiginosos, de movimientos, rupturas, de cuestionamiento de instituciones y reorientación de la sociedad. Ha sido un siglo de sismos y cismas: dos grandes crisis surgieron en la primera mitad del siglo, la Primera y la Segunda Guerra Mundial. A partir de 1950 el mundo se dividió en dos polos de poder representados por la URSS y su sistema comunista y Estados Unidos, modelo del capitalismo.

En el aspecto económico, el siglo ofreció un nuevo esquema de tipo comunitario, sin libre competencia, que desde la URSS se expandió por Europa, Asia, África y América. La confrontación política y económica provocó fricciones y guerras en aquellas regiones conflictivas por heredar secuelas del colonialismo, o bien que proyectaron independizarse de regímenes de tipo imperialista. Entre 1900 y 1950 se sucedieron revoluciones que ampliaron las soluciones económicas, políticas y sociales.

Hasta el siglo XIX, Europa se consideró generadora y centro de la cultura occidental y sus conflictos pudieron escenificarse en ella o bien afectar otras regiones del mundo.

Sin embargo, a partir de la segunda mitad del siglo XIX Estados Unidos conformó una sociedad europea en América y su extraordinario desarrollo lo convirtió en un poderoso imperio antagónico de los europeos. Su protagonismo le dictó en un principio el aislamiento, que sólo dejó cuando sus intereses geopolíticos se vieron afectados.

El mundo, al iniciarse el siglo XX, había desarrollado una economía capitalista y un sistema político democrático. Capitalismo y democracia eran considerados sinónimos de progreso y modernidad. Las sociedades que no habían evolucionado en esos aspectos vivieron los efectos de la imposición de tales modelos.

Se llama crisis mundial al fenómeno que afectó por igual a los cinco continentes. En épocas anteriores, las guerras habían sido regionales, al igual que su esquema social o los modelos económicos. El mundo, gracias al desarrollo del capitalismo y las comunicaciones, se encontró vinculado a tal grado que la interrelación de intereses provocó los conflictos conocidos como guerras mundiales.

La Primera Guerra Mundial

Desde las últimas décadas del siglo XIX, el mundo, en particular Europa, había iniciado una carrera imperialista de carácter capitalista y liberal (de libre competencia). Uno de los afanes de la lucha imperial fue el control de productos considerados estratégicos para la industria, como el petróleo, los minerales y los productos que significaron riqueza en términos de comercialización. Desde 1870, Alemania inició una era de progreso que de inmediato la colocó a la cabeza de los países más industrializados; así, esta nación recién creada pudo participar en el enfrentamiento imperialista.

En el mundo, los proyectos nacionalistas no concluyeron en el siglo XIX, e interrelacionados con la dependencia económica incrementaron las tensiones, como sucedió en las guerras balcánicas.

El mundo de 1900 mantuvo un equilibrio precario, por medio de la paz armada y la política de alianzas, sistemas en los que participaron los Estados poderosos como Gran Bretaña, Rusia, Francia, Imperio alemán e Imperio austro-húngaro. Otros Estados europeos como España, Bélgica, Países Bajos y Portugal no fueron decisivos en los acontecimientos mundiales.

África no había nacido para la vida independiente; Asia se encontraba muy atrasada; América estaba inmersa en problemas de dependencia económica.

Estados Unidos de América ejerció gran influencia en la región americana continental y caribeña, pero su política internacional se sujetó a un programa aislacionista.

Causas sustanciales de la Primera Guerra

En Europa, el nacimiento del Imperio alemán modificó el destino de Francia y Rusia.

Francia, gobernada por Napoleón III (1852-1870-71), fue derrotada en la guerra franco prusiana, teniendo que pagar 5 000 millones de francos y ceder a Alemania las regiones de Alsacia y Lorena, ricas en minerales.

Rusia, que llevó a cabo una política de expansión hacia el Occidente, se enfrentó en Polonia con los afanes imperialistas de Alemania, dirigida por el canciller de hierro, Bismarck. Este ministro pretendió el desarrollo de la industria Krupp, para lo cual amplió las fundiciones de hierro y acero. Además, Bismarck se dedicó a formar el mejor ejército de su época. La industria Krupp resultó prototípica del capitalismo. Sus inicios se remontan a Friedrich Krupp (1787-1826), industrial de Essen que creó el primer taller para la manufactura del hierro colado; su hijo Alfred perfeccionó la fundición de cañones, dando origen a una industria modelo en su ramo y la más famosa por su organización técnica y social. Más tarde, los Krupp se hicieron dueños de minas de hierro y carbón. El desarrollo de la empresa la llevó a comprar astilleros en Kiel. Durante el reinado del káiser Guillermo II, la firma Krupp se convirtió en una impresionante industria de armamentos. Pero con la derrota de Alemania en 1919, tuvo que dedicarse a otro tipo de producción, la de ferrocarriles. En la segunda conflagración mundial colaboró con Hitler.

Alemania, vencedora de Austria y Francia, poseía un gran potencial armamentista, industria pesada, grandes puertos, ejército, control de zonas mineras; Bismarck y el monarca prusiano planearon el dominio de amplias regiones del Mediterráneo oriental y pensaron construir un ferrocarril entre Berlín y Bagdad, para lo cual debían de contar con la alianza de Turquía.

Su desarrollo material, el espíritu disciplinario y el sentido de la cultura germánica condensado en el pensamiento del filósofo Fichte: “Sólo el alemán tiene en realidad un pueblo y puede sentir amor real y nacional de la patria”, le orillo a competir contra Gran Bretaña por el dominio del mundo.

Inglaterra y Rusia se inquietaron ante el poderío y los proyectos de expansión de Alemania.

Para 1900, la compleja política de Europa ofreció los bloques de alianzas y la preparación en secreto de la defensa de sus miembros, con lo cual se desató un intenso

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