Cuadro Comparativo
Enviado por chivitacindi • 3 de Septiembre de 2012 • 1.576 Palabras (7 Páginas) • 1.044 Visitas
CUADRO COMPARATIVO
LECTURAS SENTIDO DEL CONOCIMIENTO HISTORICO FUNCIÓN SOCIAL DEL CONOCIMIENTO HISTÓRICO RESPONSABILIDAD SOCIAL POR QUÉ Y PARA QUÉ
VILLORO La historia obedece a un interés general en el conocimiento. Al historiador le interesa, como a cualquier científico, conocer un sector de la realidad; la historia tendría como objetivo el esclarecimiento racional de este sector. La historia intenta dar razón de nuestro presente concreto; ante él no podemos menos que tener ciertas actitudes y albergar ciertos propósitos; para ello la historia responde a requerimientos de la vida presente. La historia responde al interés en conocer la situación presente. Porque aunque no se lo proponga, la historia tiene una función; la de comprender el presente. El historiador tiene que partir de una realidad actual, nunca de una situación imaginaria; esto es lo que separa su indagación del novelista, quien también a menudo escrudiña el pasado.
De allí que la historia pueda verse en dos formas: como un intento de explicar el presente a partir de sus antecedentes pasados, o como una empresa de comprender el pasado desde el presente. Según Villoro la historia es un interés general, que tiene como objetivo fundamental intentar dar razón de nuestro presente.
FLORESCANO Los individuos y los pueblos acuden al pasado para exorcizar el fluir corrosivo del tiempo sobre las creaciones humanas; para tejer solidaridades fundadas en orígenes comunes; para demarcar la posesión de un territorio; para afirmar identidades nacidas de tradiciones remotas; para sancionar el poder establecido; para respaldar; con el prestigio del pasado, vindicaciones del presente, para construir una patria o una nación fundadas en un pasado compartido o para darle un sustento a proyectos disparados al futuro.
El pasado antes que conciencia histórica es un proceso real que determina el presente con independencia de las imágenes que de este pasado construyen los actores de la historia. El desarrollo de esta comprensión de lo histórico comenzó con la desacralización y racionalización de los elementos básicos del quehacer humano: cuando se percibió el sentido temporal y terreo de las relaciones humanas cuando se reconoció el carácter irreversible e irrepetible de lo ocurrido. Así, desde el momento en que las acciones humanas perdieron el sentido sobrenatural o providencial que durante mucho tiempo se les había atribuido y fueron consideradas como hechos profanos que ocurrían en un lugar preciso y en un tiempo determinado, nació la moderna concepción del devenir como despliegue de la acción del hombre en el tiempo, desde el pasado hacia el futuro. Desde entonces se entiende que las acciones humanas son parte de un proceso que forma con ellas el tejido del acontecer, la sucesión de los hechos pasados ligados con los presentes y futuros. Florescano nos marca la historia como una maya que se va tejiendo con el pasado y el presente, y sirven como pilares para la construcción de una conciencia histórica.
MEYER La historia e lo real, la histografia es más que un relato, el recuento, el análisis de dicho real.
Si la identidad nacional es un momento de la historia, la histografia no tiene porqué identificarse con dicho momento y volverse instrumental.
La historia como identidad nacional no es más que uno de los aspectos de un problema mayor, el de la historia pública, la de historia sobre pedido, con o sin convicción, cinismo y prostitución. El historiador que anda en busca de la identidad nacional puede parecerse al Edipo al desastre, por haber querido saber demasiado lo que era.
Apaciguada y tolerante, la conciencia nacional encuentra un sutil equilibrio entre memoria y olvido, lucidez y amnesia, tradición e imaginación. El historiador profesional puede luchar sinceramente para mejorar los libros de texto.
Es mucho más fácil leer la historia nacional con el mismo ojo clínico.
Es difícil no imposible, como nos lo demostraron hace mucho don Edmundo O´ Gorman y Luis González y recientemente Enrique Krauze. Pero ahora pregunto ¿debe acaso mantenerse tan equivocada manera de concebir y expresar el amor a la patria? Porque además de todo lo dicho y además de las vanas esperanzas que alimenta y de la falaz idea que suscita respecto al alcance de las propias fuerzas, aquella trasnochada actitud implica una avergonzante, vergüenza de, ni más ni menos, lo que es, y acaba convirtiéndose a nuestro pasado en campo siempre fértil en la cosecha de los malos mexicanos. En cuanto a lo que maneja Meyer nos menciona a la historia como algo real, o bien como identidad profesional. Sin embargo menciona la importancia que tiene el historiador y lo que es más relevante su profesionalismo.
RÉBSAMEN Como instrucción es decir, para suministrar conocimientos de utilidad práctica para la vida, el estudio de la historia es indudablemente inferior al de la geografía, la geometría, la aritmética, etcétera; pero como
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