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DIFERENDO TERRITORIAL


Enviado por   •  20 de Julio de 2013  •  2.731 Palabras (11 Páginas)  •  334 Visitas

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EL DIFERENDO TERRITORIAL GUATEMALA-BELICE:

Origen, evolución y perspectivas.

Resumen

Esta investigación se refiere al diferendo sobre el territorio beliceño, que data del Siglo XVIII y sigue vigente hasta nuestros días. El conflicto se desarrolla en torno a un añejo problema territorial que tiene su génesis en antiguas disputas entre los Reinos de España y Gran Bretaña por la soberanía en el continente americano. Es decir, pues, que es uno de los conflictos más largos de América y la complejidad del mismo radica en que no solamente es muy antiguo sino que es multidisciplinario, ya que abarca diferentes disciplinas: la legal, política, económica e internacional.

El diferendo territorial entre Guatemala y Belice es una disputa entre estos dos países debido al reclamo de Guatemala sobre, aproximadamente, 11,030 km2 del territorio de Belice, así como centenares de islas e islotes. El diferendo se inició en 1859, a partir de la firma del Acuerdo anglo-guatemalteco de 1859. El territorio reclamado por Guatemala comprende desde el Río Sarstún, en el sur, hasta el Río Sibún, al norte; el cual comprende aproximadamente 11,030 km2. Las proporciones del reclamo se basan en que el territorio de Belice debería comprender los territorios cedidos por España a Gran Bretaña en el Tratado de París de 1783 de 1,482 km2 y en la segunda concesión en 1786 de 1,883 km2; además del territorio propio de Belice de 4,323.964 km2. Por lo que el restante territorio no reconocido sería parte de Guatemala y por lo tanto estaría siendo ocupado ilegalmente por Gran Bretaña.

Guatemala declaró su independencia de España en 1821 y Belice pasa a depender exclusivamente de México y Guatemala. En julio de 1823, Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica formaron en conjunto las Provincias Unidas del Centro de América, en la que se incluía Belice, ya que este formaba parte de Guatemala. Aprovechando la independencia centroamericana, Gran Bretaña trata de conseguir que esos países reconocieran su control sobre Belice, pero las Provincias Unidas del Centro de América y Guatemala lo rechazaron. Sin embargo, más tarde, en 1826, sí logró el reconocimiento mexicano del control británico de una parte de Belice en un tratado que firmó con ese país en dicho año.

Guatemala ha reclamado y sostiene, desde su independencia, en 1821, ser la heredera de los derechos del Reino de España sobre el territorio beliceño, amparada en el derecho de sucesión y en el principio jurídico del uti possidetis juris. La Gran Bretaña, por su parte, sostiene que Guatemala nunca ejerció jurisdicción sobre el territorio de Belice, ni durante la colonia y tampoco después de independizarse de España.

No obstante lo anterior y en un período crítico en la historia centroamericana, en 1859 Guatemala e Inglaterra suscribieron un polémico Convenio de Límites, de diferente interpretación para ambos: Para Guatemala fue un instrumento de Cesión Territorial, en tanto que para Inglaterra fue un Convenio de Límites. Ese convenio incluye una cláusula compensatoria, que Inglaterra nunca llegó a cumplir, obligando a Guatemala, en 1884 a plantear la caducidad del Tratado y la consiguiente reincorporación territorial.

El Siglo XX transcurre por completo sin ver la solución a este añejo diferendo. Pese a la permanente oposición guatemalteca, Belice obtiene su autogobierno y, en 1981, la independencia de Inglaterra. Sin embargo, como Estado sucesor del Reino Unido, Belice también heredó la controversia territorial cuando cobró su vida independiente.

En 1991 Guatemala reconoce jurídicamente a Belice y entabla relaciones diplomáticas con ese país, pero deja pendiente la solución del diferendo con base en el principio de integridad territorial. Tras lograrse la firma de los Acuerdos de Paz en Guatemala en 1996, tanto el gobierno beliceño como el guatemalteco han realizado innumerables esfuerzos por encontrarle una solución negociada al conflicto. En diciembre de 2008, Belice y Guatemala suscribieron un Acuerdo Especial para someter el reclamo territorial, insular y marítimo a la Corte Internacional de Justicia. El fallo de dicha Corte será definitivo, inapelable y obligatorio.

El diferendo sobre el territorio beliceño es uno de los que más tiempo ha durado en la historia de nuestro Continente. Data del Siglo XVIII y sigue vigente aún, en pleno Siglo XXI, a pesar de incontables esfuerzos para superarlo. En este diferendo, Guatemala reclama, al momento de independizarse, en 1821, ser la heredera de los derechos de España sobre el territorio beliceño, al tenor del derecho de sucesión y del uti possidetis juris. Por su parte, la posición inglesa ha sido que Guatemala nunca ejerció jurisdicción sobre el territorio de Belice, ni durante la colonia y tampoco después de independizarse de España.

Guatemala se declaró República Independiente, por decreto, el 21 de marzo de 1847. Una vez alcanzada su emancipación, Guatemala reclamó la soberanía de Belice por derecho hereditario y declaró caducos los pactos anteriores. Sin embargo, Inglaterra sostuvo que los tratados de 1783 y 1786 seguían vigentes, por lo que la soberanía sobre el territorio beliceño recaía aún en España. Para los ingleses, Guatemala sólo podía ejercer sus derechos sobre los territorios ocupados efectivamente en el momento de la independencia, es decir, fuera de los límites del asentamiento de cortadores.

No es hasta 1862 que Inglaterra oficialmente reclamó los derechos para administrar la región y se instauró una colonia británica subordinada a Jamaica, situación que se mantuvo hasta 1884, cuando el territorio pasó a ser administrado directamente por la Corona. El gobierno de Belice estaba conectado con el de Jamaica desde 1841, pero esto cambió cuando fue nombrado el primer Gobernador para Belice, en 1884.

El artículo primero de dicho tratado establecía que ninguno de los dos gobiernos obtendrían predominio exclusivo sobre el canal y convinieron, a su vez, que ninguno construiría ni mantendría fortificaciones que lo dominaran o que estuvieran en sus inmediaciones; de igual forma acordaron que tampoco ocuparían, fortificarían ni colonizarían Nicaragua, Costa Rica o la Costa de los Mosquitos, ni asumirían ninguna otra parte de América Central.

La nueva situación tras la independencia de Belice.

La independencia de Belice produjo cambios en la actitud de Guatemala, relacionados con la reclamación de ese territorio. Primero, la Asamblea Nacional Constituyente consideró realista, en 1985, dejar de lado la afirmación de la soberanía de Guatemala sobre el territorio de Belice –originalmente hecha en la Constitución

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