Despegue Cafetero

EL DESPEGUE CAFETERO

El Despegue Cafetero es uno de los capítulos escritos por Jesús Antonio Bejarano en su libro Historia Económica de Colombia. Bejarano , (Tolima, 24 de diciembre de 1946 - Bogotá 15 de septiembre de 1999) fue un economista de la Universidad Nacional de Colombia, obtuvo el título de maestro en desarrollo económico de la Universidad de Carolina del Norte. Fue miembro de número de la Academia colombiana de ciencias económicas y profesor de la Universidad Nacional de Colombia, en donde llegó a ser decano de la Facultad de Ciencias Económicas y donde además fue asesinado en el año 1999 debido a la violencia política de ese entonces.

El Despegue Cafetero es un texto que se divide en subtítulos básicamente, en donde el autor intenta explicar de manera cronológica el importante papel de la actividad y producción cafetera como recuperación económica, después de la Guerra de los Mil Días que dejó al país social y económicamente en ruinas.

Para el año 1900, el país se encontraba en un momento bastante crítico púes acababa de pasar por una de las guerras civiles más fuertes y devastadoras: La Guerra de los Mil Días, la cual no solo dejaría consecuencias en los aspectos sociales y políticos, sino que también traería consigo una catastrófica situación tanto en la economía interna como en la economía externa de nuestro país.

Se produjo una crisis fiscal por el deterioro de los precios de las exportaciones y una inflación muy alta, que afectó a todas las industrias importantes de la economía, especialmente la industria cafetera y manufacturera que en muchas regiones desapareció. Esto se debió a muchos factores, pero principalmente a la manera en que el gobierno financió esta guerra, como lo cuenta Bejarano “El gobierno emitió un decreto que autorizaba a la junta de emisión para que emita y ponga a disposición del gobierno las cantidades que el gobierno necesite para atender el restablecimiento del orden público. En poco más de dos años se emitieron más de mil millones de pesos, lo que llevó el cambio extranjero a proporciones descomunales: desde el 412% a comienzos de la guerra al 18.900% en octubre de 1902.” (Jesús Antonio Bejarano, El Despegue Cafetero, página 173).

Asimismo, las altas tarifas de transporte ayudaron al continuo deterioro de la economía. Los precios en los transportes subieron debido a la escasez de ellos mismos y a las vías destruidas en la guerra. Además de la poca mano de obra ocasionada por el reclutamiento para el ejército y un alto descenso en los precios del café, conllevaron a que las Haciendas cafeteras comenzaran a producir pérdidas. Para ese entonces, era evidente que el país estaba casi arruinado: se dio una crisis externa, aparte del propio conflicto interno, el poco transporte, las finanzas y la circulación monetaria que estaba en decadencia.

Sin embargo, existieron algunas zonas que lograron soportar y resurgir económicamente con más eficiencia que las del resto del país, como por ejemplo la región Occidental, más exactamente Antioquia, Caldas y Valle del Cuaca que supieron mantener su ritmo de producción a pesar del caos, que después se desplazaría también a Cundinamarca y Santander, los cuales se convertirían en lo que actualmente son los principales ejes de producción y comercialización cafetera.

Para ese entonces, sube al poder Rafael Reyes quien asume la total reconstrucción del país. Para ello, propone una nueva política sobre la centralización Fiscal, el proteccionismo (Disminución de importaciones) y mediante, subsidios y ayudas, impulsa las actividades empresariales lo que ayudaría más adelante a renovar la actividad cafetera para luego convertirse esta, en el principal motor de desarrollo económico de Colombia.

Sin duda, estas medidas fueron las principales accionistas para la recuperación de la economía, sin embargo el gobierno implementaría más cambios que junto con los anteriores se pretendía estabilizar la situación. Reyes deicidio además, aumentar los aranceles, invertir en el mejoramiento del transporte, lograr la atracción de inversión extranjera y la importación de maquinaria, que permitiría equilibrar el estado económico del país.

Así púes, La producción de café en Santander, Cundinamarca y en algunas zonas de Antioquia en las últimas décadas del siglo XlX que siempre se había realizado por medio del sistema de haciendas, para las primeras décadas del siglo XX se produjo un cambio en este aspecto que fue fundamental para la expansión de la economía de dicho producto. El cambio fue que comenzó a ser sustentada por la pequeña producción parcelaria del occidente del país lo que creó nuevas formas de organización

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